Diálogo y Comunicación en la familia ¿Qué significa?

A través del siguiente artículo se dará a conocer la Importancia de la Comunicación en la Familia, el cómo ésta puede incidir en las conductas de los niños al crecer y también se hablará del caso contrario, la Falta de Comunicación en la Familia.

Comunicación en la familia

Elementos básicos para la Comunicación en la Familia

La expresión diálogo de sordos representa un concepto con el que no todos están familiarizados, sin embargo, esta guarda un gran significado consigo, esto se refiere a cuando dos personas están discutiendo (no precisamente de forma agresiva) acerca de un tema cualquiera, pero ninguna de las dos es lo suficientemente empática para ponerse en el lugar del otro y, por consiguiente, lograr entenderlo.

Una vez aclarado el concepto de diálogo de sordos, podemos entender los procesos que van dentro del acto de la comunicación, dejando ver así que, la comunicación es un proceso de dos partes, es decir, un emisor y un receptor, estos dos tienen como objetivo tratar de entender lo que el otro está intentando comunicar, dejando ver así; la comunicación es un proceso complejo y no tan sencillo como solo enviar información.

Existe la creencia errónea de que al hablar ya existe la comunicación, pero esto no podría estar más equivocado, la razón es que el solo hecho de emitir sonidos a través de palabras no cuenta como acto comunicativo, la razón es que el emisor se dirige hacia un receptor, por lo tanto, para que exista una comunicación efectiva, debe establecerse una relación entre el que envía el mensaje y quien lo recibe.

Un ejemplo casi perfecto de mala comunicación son los discursos políticos, muchos de ellos hablan por horas, sin embargo, a pesar de hablar tanto no dicen nada, la razón de esto es que muchas veces, al solo hablar incansablemente por mucho rato sin que la otra persona responda, se pierde la atención, por lo tanto, se puede ver como el mensaje a pesar de ser emitido, no llega al receptor como se esperaba.

 Comunicación en la familia

Muchos expertos han tratado de analizar a fondo el papel que desempeñan los mensajes entre las personas, estos han querido estudiar y llegar a entender el cómo se dan esos procesos de integración dentro de las empresas, de esa forma podrían entender efectivamente como se crean los equipos de trabajo.

Estos mismos expertos llegaron a concluir que, cuando los distintos integrantes de un equipo de trabajo, es decir las personas, son halagados con mensajes que los hacen sentir que valen, que son respetados e importantes, incluso que son apreciados, estos tienden a ser más productivos y abiertos con la empresa, lo curioso es que esto facilita también sus vidas familiares pues, estas mismas prácticas las hacen en su hogar.

Las relaciones interpersonales y cómo influye la comunicación

Hay estudios que han sido realizados y, estos han llegado a concluir que la comunicación no es solo un elemento clave, sino el elemento más importante a la hora de poder establecer y desarrollar una relación de cualquier tipo, todo es importante en el proceso comunicativo, desde la comunicación verbal hasta los gestos y las actitudes de quienes se comunican.

La importancia de la comunicación radica en el logro de formar correctamente relaciones interpersonales, este es un medio casi que irremplazable para poder contactar a otras personas, lograr captar lo que les interesa y, conocer su forma de pensar, además, también se puede llegar a conocer lo que sienten y lo que les preocupa.

Otra gran ventaja que viene con la comunicación es, poder acercarse de forma más eficiente a las personas, de esta forma se logra un mejor desempeño a la hora de intimar con las personas, esto ofrece también la oportunidad de aclarar situaciones que de no tratarse podrían desembocar en malos entendidos, de esta forma, se ayuda a los grupos a que entiendan los puntos de vista del otro y así se relacionen mejor.

Si en una relación no hay respeto, hay una evidente falta de interés, sobran los sarcasmos que hieren, hay un cinismo y desprecio ante el otro, esta relación o será tóxica o no será productiva, sin embargo, si el caso es contrario y las personas son amables las unas con las otras, se comunican las ideas y se aprecian las unas a las otras, habrá una mejor relación.

La comunicación cuando se emplea de forma positiva, para construir y promover ideas, se convierte en un medio más que eficiente para lograr que sean promovidas las relaciones positivas, por tanto, es ideal que se promueva la comprensión entre las personas a través de la comunicación, se promueva el apoyo entre personas debido a que, aplicando la comunicación se pueden solucionar e incluso evitar conflictos.

Si bien es cierto que la comunicación ofrece muchas bondades cuando se hace un uso positivo de esta, también es cierto que cuando se emplea mal, cuando ya es usada para ofender a los demás, cuando se usa para lastimar al otro, la comunicación deja de ser una herramienta positiva, por el contrario, se convierte en un arma, esto a causa de que se usa para propiciar el distanciamiento de las personas.

Por eso podemos concluir que, cuando la comunicación se usa en la relación de forma negativa, cuando su objetivo es dañar a los demás, manipularlos etc. La comunicación se vuelve un arma que destruye las relaciones interpersonales, esto se aplica a todos los ámbitos en que se desenvuelva la persona, alguien que use la comunicación como arma con sus compañeros, es muy probable que lo haga con la familia también.

La comunicación en el núcleo familiar

Cuando se trata de relaciones familiares, se está ante un cúmulo de vínculos afectivos, psicológicos, morales y espirituales que enlazan a sus integrantes con un entorno que puede ser seguro y confiable, donde la comunicación es un elemento genuino y franco mediante el cual, los miembros de una familia se apoyan para satisfacer las necesidades tanto individuales como en su conjunto, esencialmente las emocionales.

Para tener buenas relaciones dentro de la familia, la comunicación (principalmente de los padres a los hijos) es el elemento esencial. Los padres que establecen una comunicación eficaz con sus hijos, no sólo les construyen un entorno que favorezca a la autoconfianza, sino que les enseñan y forman para que sean personas que se comuniquen sanamente. Los seres humanos buscan comunicar sus necesidades y pensamientos desde el mismo instante en que nacen.

En primer momento se logra esta comunicación a través del llanto, oportunidad en la cual, la interacción con sus padres será de gran importancia para el desarrollo de los primeros rasgos comunicativos en la primera infancia. Esto es la base fundamental del desarrollo de los sentimientos de confianza y de autoestima que requieren las personas para un normal desenvolvimiento de su personalidad.

Todos estos procesos comunicativos se desarrollan dentro del entorno familiar, y a su vez la familia se nutre de la comunicación. Investigaciones respecto al tema, sostienen que en las familias problemáticas se evidencian verdaderos problemas de comunicación, porque no han logrado fomentar los mecanismos idóneos para intercambiar sus opiniones, comunicar necesidades, sentimientos y expectativas, lo que ocasiona que cualquier intento comunicativo pueda concebirse como fuente de nuevos conflictos.

La comunicación en la familia posee una configuración, en la cual se ponen de manifiesto aparte de mensajes directos, un sistema de signos que den una idea a la persona que recibe el mensaje la categoría correcta a la que pertenece, lo que le permitirá encuadrar el mismo correctamente. Tal es el caso de los mensajes que son literales y atañen al significado de las palabras, en comparación con el sentido metafórico de ellas. Estos signos son transmitidos mediante la modulación de la voz, gesticulaciones corporales o faciales.

Si los integrantes de la familia asimilan la forma de comunicarse, manejando correctamente modo, tiempo y lugar, además del tono en que debe hablarse, lograrán cimentar una relación positiva, estableciendo las condiciones necesarias para que todos los miembros se consideren apreciados, apoyados y con verdaderas oportunidades de ser mejores personas. Lo que significa que, al posibilitar la cimentación de una relación positiva, se dirigen las acciones hacia el logro de los objetivos de la familia en su conjunto.

Para alcanzar la meta de generar una comunicación que sirva como mecanismo favorable para las relaciones familiares, los miembros del núcleo familiar deben regularmente cuestionarse si la manera en que se comunican favorece la aproximación de sus integrantes y el desarrollo de la confianza, o por el contrario es un mecanismo utilizado para estimular la manipulación, el ataque y el insulto.

Cuando se contesta este cuestionamiento de manera consciente y honrada, la observación que se pueda hacer a las respuestas, otorgará la posibilidad de identificar las necesidades de mejoras comunicativas en la familia, que les facilite alcanzar una relación familiar positiva, que garantice a todos los integrantes, existan las condiciones optimas para desarrollar su máximo potencial.

Factores determinantes para la comunicación intrafamiliar

La convivencia no es algo siempre sencillo, cuando compartes y creces en contacto directo con otras personas se está ante la conjunción de muchos factores que pueden desequilibrar la paz del hogar, es aquí donde se pone de manifiesto la importancia de la comunicación en la familia. El proceso de convivir, demanda cualidades ajustadas más a un enfoque constructivo que permita el desarrollo de habilidades de entendimiento, que generen efectos positivos para todos los integrantes de la familia.

El perfeccionamiento de esa actitud, puede darse únicamente si se basan en el amor, pues este es un verdadero incentivo para proporcionar lo mejor de nosotros cooperando con el bienestar de las otras personas del núcleo familiar. El amor como potenciador de la concordia entre los que comparten: las virtudes y defectos de cada quien, situaciones de felicidad y de congoja y cambios de ánimo que pueden ir del positivismo hasta la depresión.

Para asegurar una comunicación favorable y cónsona con un buen ambiente familiar, se debe conseguir que cada mensaje comunicado sea generado con intención clara de apoyar, contribuir, mejorar, esclarecer, aproximar a los miembros.

Si la comunicación no tiene esos objetivos, sencillamente se deforma y se orienta a incomodar, afligir, dañar o perturbar, lo que irremediablemente tendrá efectos demoledores para la armonía familiar, pues en lugar de ser un elemento de unidad se transformaría en un mecanismo de separación y ruptura.

La comunicación familiar debe trazarse metas, es necesario que se oriente a cumplir con objetivos específicos, en los que participen todos y se establezcan como una responsabilidad compartida, que de común acuerdo todos llevarán a cabo, en principio los padres y poco a poco implicar a los hijos.

En oportunidades, la experiencia que puede tener una persona no es cónsona con lo que se expuso anteriormente, esto puede obedecer a que se espera que el proceso comunicativo se desarrolle de forma casual, sin marcas objetivos claros y la dirección a seguir para alcanzarlos, especialmente los elementos fundamentales de las relaciones familiares.

Como se puede ver en la imagen, para que en las familias y básicamente cualquier entorno el proceso comunicativo sea efectivo, es necesario que este conformado por planes claros y concisos, que tengan una dirección bien marcada para poder seguirla y, por ende, cumplir todo lo establecido anteriormente.

Aspectos de la comunicación en el entorno familiar:

  1. ¿Qué decir? Se complica la comunicación si no se determina claramente lo que se quiere decir. Hay una alta probabilidad de confundir el mensaje con anhelos propios, expectativas, emociones o recelos alterando el contenido del mismo.
  2. ¿Cómo decirlo? La comunicación no sólo debe ser cortés, sino también apropiada para el tema que va a tratar, la persona a quien se le dirige y al contexto específico en el cual se lleva a cabo.
  3. ¿Cuándo decirlo? Encontrar la oportunidad exacta y el estado anímico perfecto, es clave para la mejor receptividad del mensaje. En ocasiones, es preferible aguardar ese momento indicado para que se trasmita el mensaje eficazmente.

Cuando se está en el momento mismo de la comunicación, es transcendental lo siguiente:

  1. Escuchar con entendimiento. Ya que la comunicación es bidireccional, es necesario que exista armonía entre los momentos de hablar y de escuchar. Cuando se escucha, se involucra la afinidad con la que se atiende las emociones de la otra persona.
  2. Considerar los elementos no verbales. No es suficiente simplemente escuchar las palabras, también es necesario estar dispuesto y receptivo para poder percibir lo que la otra persona está comunicando a través de la expresión facial, gesticulación y actitud. Reparando en los gestos que su vez se están manifestando. Por ello es necesario, contacto visual continuo, procurando mantener la atención.
  3. Verificar la recepción. Interpretando las opiniones que se han expresado a la otra persona y consultando su consideración al respecto, se puede verificar que está recibiendo adecuadamente el mensaje que se le quiere transmitir y que lo interpreta de forma correcta.

La comunicación y el desarrollo de una relación

Las relaciones interpersonales son en gran medida, las generadoras de la dicha que pueden llegar a sentir las personas. Sin embargo, estas relaciones no se producen de manera involuntaria ni súbita. Como consecuencia de un cúmulo de actuaciones, escenarios, factores y decisiones que al irse integrando producen las relaciones humanas.

El resultado final que se produce luego de trascurrido todo el curso de los acontecimientos, puede llegar a ser satisfactorio y beneficioso o en su defecto ser perjudicial e inconveniente. En las relaciones personales, en especial las de carácter familiar, continuamente se llevan a cabo acciones que producen para los implicados una serie de consecuencias que les pueden generar sentido de pertenencia, compenetración, protección, felicidad y complacencia, caso contrario pudieran llegar a sentir fracaso y desencanto.

Esto es tan importante, que reafirma el inconveniente de dejar a la casualidad el curso de las relaciones familiares, especialmente cuando los miembros pretenden lograr que la convivencia se desarrolle de manera armoniosa y que se fundamente en el apoyo y crecimiento de las personas, donde se preponderen valores positivos, con actuaciones dirigidas a fortificar la afinidad, minimizando los escenarios que puedan incidir negativamente en el entorno familiar.

Generalmente la conformación de una familia inicia con la unión y desenvolvimiento de una pareja, las acciones que se tomen para alcanzar la compenetración de las personas que la integran, afectará de forma definitiva a la familia que resulte de esta. Es por ello, que cualquier impulso con el fin de conseguir una comunicación efectiva en la familia, debe comenzar necesariamente en la pareja.

Como influye la comunicación

La comunicación es una herramienta indispensable para el entendimiento de una pareja, esta puede coadyuvar en la consolidación de la relación y fortalecer el amor que puedan sentir, por lo cual resulta conveniente dominar los aspectos que generan una buena comunicación, para que se produzca el resultado ansiado.

Cuando los mensajes que se traspasan entre los integrantes de una pareja, expresan estima, consideración y gratitud, la relación prospera. Por el contrario, si lo que se trasmite entre ambos es desprecio, apatía, ironía y ofensa, la relación se perjudica notablemente.

Investigaciones de los procesos de integración, han concluido que cuando personas que se relacionan entre sí, reciben mensajes que les produzcan sentimientos de valía, respeto o estima, adoptan unas actitudes receptivas, lo cual favorece la unión y el progreso de una relación.

Si los miembros de una relación, ejercen una comunicación idónea, sienten bienestar tanto con su pareja, como consigo mismo, debido a al contacto constructivo con la persona amada, pudiendo expresarle sus emociones, intereses y miedos, de manera que es sencillo que se llegue a sentir compenetrados de tal manera, que estén preparados para afrontar los problemas que puedan suscitarse sin recurrir a la agresión u ofensa.

El propósito de la relación

Cuando se tiene un objetivo o propósito, se estructuran las acciones tendientes a lograr el resultado querido, en un lapso de tiempo definido. En el caso de un matrimonio, lo ideal es el establecimiento del propósito común de dar bienestar y felicidad a sus miembros, por lo que su objetivo principal, debe ser las acciones que aseguren este propósito.

Se plantea un propósito, cual proyecto, para lo que deben delimitarse los recursos disponibles, las fortalezas y debilidades, además de los riesgos a los que se pueden enfrentar en la consecución del mismo, de allí en adelante, se establecerá la manera óptima de aprovechar todo lo que implica la puesta en práctica del proyecto.

Cuando el proyecto tiene como propósito el desenvolvimiento de la familia, los integrantes, que en un principio son los padres, identifican lo que tienen a su favor y de lo que carecen, determinar en qué factores están sus deficiencias y donde se encuentran las oportunidades. De esta forma, pueden recurrir a lo que les favorece y no basar el proceso en aquellos aspectos que les perjudican.

Como se puede observar, el origen, crecimiento y consolidación de una relación de pareja, depende exclusivamente de sus integrantes. Si estos se enfilan en búsqueda de la felicidad y de una relación que les genere bienestar, será productivo que ocupen sus esfuerzos en reforzar el entendimiento cotidiano, la aproximación y la unión, especialmente cuando se trata del matrimonio o de la familia.

Para lograr estos propósitos, se debe tener en cuenta las acciones que pueden incidir directamente:

  1. Aceptación. Consisten en comprender que las personas tienen además de virtudes también defectos, si se acepta pura y simplemente las peculiaridades positivas y negativas que tiene cada uno, se pueden enfocar en sacar partido de lo positivo, reforzando de esta manera la relación.
  2. Cada miembro de la familia tiene un compromiso con la relación, en un primer momento los padres, cuando asumen la responsabilidad de la relación de pareja y dedican sus esfuerzos para que se cumplan los propósitos de bienestar y felicidad planteados. Para ello se trazan responsablemente las acciones que permitan dirigirse a la consecución de los objetivos.
  3. Solución de problemas. Cuando en un núcleo familiar las cosas no resulten como se plantearon, los integrantes deben enfocarse en identificar las causas del problema y aplicar los correctivos necesarios, evitando la estigmatización y asignación de culpas.
  4. Poner lo mejor de sí. La familia como proyecto tiene como fundamento lograr el bienestar y la felicidad de sus miembros, lo que demanda de cada uno de ellos, la decisión de dar lo mejor de sí con cada acción.

Desacuerdos interpersonales y su dominio sobre la comunicación

A continuación, una breve historia acerca de los desacuerdos en las relaciones, más concretamente en el caso de un matrimonio, este relato anecdótico es perfecto para la ocasión pues, trae a colación una situación de la vida diaria, es así como podemos sentirnos identificados con el y a su vez, entenderlo mucho mejor:

“En una ocasión, estando de viaje en una ciudad poco conocida para ellos, un matrimonio se vio en la necesidad de rentar un auto para realizar sus traslados hacia diferentes lugares de la periferia. El esposo conducía el auto mientras se dirigían hacia un lugar específico, cuando cayeron en la cuenta de que ya habían pasado varias veces por el mismo lugar y aparentemente estaban perdidos. De inmediato ella propuso: – Vamos a detenernos en una estación de gasolina, para que pidas información y te orienten- …”

“Quienes están leyendo este relato, sin lugar a dudas podrán suponer la reacción y la respuesta del esposo. ¡Efectivamente, acertaron! El esposo respondió: – Yo sé perfectamente por donde andamos, no necesito preguntar. – “

“Y siguieron recorriendo las calles de la zona sin llegar al lugar buscado. Finalmente, después de que la esposa insistió dos o tres veces más, el despistado conductor se detuvo junto a un negocio, pidió indicaciones y en unos cuantos minutos más llegaron a su destino. Pero obviamente, no sin que la esposa reivindicara que todo el tiempo había tenido la razón, utilizando la temida frase…. ¡Te lo dije! ” (3)

Estas fue solo una historia, pero este tipo de sucesos ocurren más de lo que uno puede imaginarse, es común que los hombres se sientan incómodos a la hora de pedir información pues, la mayoría siente que se está rebajando o perdiendo su hombría, por tanto, esto les resulta bastante incómodo, las mujeres por otro lado siempre están más abiertas a pedir indicaciones lo cual hace que ambas partes lleguen a un impase.

Reducir esta conclusión a que es culpa del género masculino o femenino sería muy vago, el problema aquí radica en una cuestión cultural, esta ha adoctrinado a los hombres a seguir este patrón de conductas, en el cual deben ser dominantes y autosuficientes, pedir algo tan simple como una dirección puede resultar humillante, sin embargo, con una correcta educación respecto a la comunicación podrían evitarse estas situaciones.

Esta historia es solo una de tantas respecto a la convivencia en familia, este es solo un ejemplo, pero la misma situación puede aplicar a miles de ejemplos más, por eso es importante que en la familia exista una correcta educación para que, desde pequeños, los niños crezcan entendiendo que no es necesario reaccionar de forma hostil con su pareja a la hora de tener un mal entendido.

Las diferencias entre parejas que se suscitan a raíz de discusiones, a veces terminan en daños físicos, en otros casos terminan en daños psicológicos a causa de las palabras que se hayan usado, por eso es importante recibir una educación que ayude a construir y no a destruir, resolver las rabias con las mejores palabras y no con las mejores ofensas, la terapia de pareja puede ayudar a mejorar la comunicación entre ambos.

La razón de las diferencias

Hay una gran cantidad de estudios que se dedican con ahínco a tratar de entender y explicar las diferencias entre hombres y mujeres, sin embargo, estas diferencias son más en la personalidad que en lo físico, la razón es que tanto hombres como mujeres tienen distintas formas de pensar, expresarse, sentir y comunicarse, de ahí viene la famosa frase «los hombres son de Marte y las mujeres de Venus».

Otra diferencia que también existe entre ambos sexos en una familia es la edad, esta puede hacer mella debido a que con la edad vienen ciertas formas de pensar, además, las personalidades cambian con esta, los intereses son otro factor que es diferente de acuerdo a los años de diferencia que haya entre cada miembro de la familia, por lo tanto, esta es un factor clave a la hora de comunicarse como familia. Se debería mirar con bastante atención las diferencias que podría haber en la familia pues, estas al no ser atendidas a tiempo podrían degenerar en problemas peores, por tanto, vamos a listar una serie de diferencias en la vida familiar y en las cuales debemos enfocarnos:

  • Carácter: en un grupo familiar puede haber personas con mucha seguridad en sí mismos, estos pueden considerarse muy independientes y considerar que no necesitan apoyo para seguir, por el contrario, hay otros que, si necesitan apoyo y aprobación familiar para seguir, usualmente si hay una confrontación entre ambos, estos últimos no salen bien parados cuando ocurre una diferencia.
  • Sentimientos: La forma de sentir es diferente de cada quien, la forma de expresarlos no es la excepción, por lo tanto, hay miembros dentro de la familia que no temen expresar estos abiertamente, ante situaciones duras no pueden contenerse, por el otro lado están aquellos que son tan serios que a pesar de sentirse mal no lo demuestran, dando la impresión de que no les importa aun cuando no es así.
  • La expresión: Existen miembros en la familia que cuando expresan sus sentimientos lo hacen por medio de las palabras, se desahogan al momento de hablar pues sacan todo lo que llevaban por dentro, estos quieren ser oídos y tomados en cuenta, hay otros que tratan de ser lo más resumidos y directos posible, esto puede ser motivo de discordia en algunos escenarios comunicativos.
  • Formación de relaciones y vínculos: hay muchos casos de personas que son tan cerradas que, aunque lo deseen, les cuesta mucho esfuerzo poder expresar su sentir, esta es la razón que al sentir mucha rabia tratan de no hablar con nadie, por el contrario, se cierran en sí mismos y se aíslan del resto del mundo, este es solo un caso pues, está el caso contrario que se expresan a más no poder, dicen lo que piensan sin temor, buscan ser oídos y recibir atención ante lo que exponen.

Como tratar las diferencias

Los seres humanos sin importar la condición, clase o género tienen los mismos derechos y deberes, por lo tanto, merecen el mismo respeto, todo esto viene a raíz del solo hecho de ser personas. No obstante, a pesar de esto existen diferencias a raíz de que no todas las personas son iguales, esas diferencias están presentes en todos los humanos porque cada uno es diferente.

Al examinar a profundidad una familia al azar, es posible notar que entre los mismos miembros de esta existen diferencias además de en el aspecto y ser hombre o mujer, existen diferencias que para notarlas hay que analizar, estas se pueden al ver como se expresan, como se comportan con los demás, incluso la forma en cómo manejan sus sentimientos.

Al entender estas diferencias, podemos entender que todos en la sociedad somos diferentes, que, a pesar de venir de una familia, todos tienen personalidades distintas, por tanto, para una mejor comprensión y aceptación de las personas y, por consiguiente, una mejor comunicación entre todos es necesario ser tolerantes y empáticos con los demás, los valores cristianos son una buena forma de que las familias tomen una mejor comunicación entre sí y también, mejoren sus diferencias.

Al haber falta de comprensión entre todos los miembros de un grupo familiar, esto genera diferencias, provoca malos entendidos, estos en vez de ayudar a conseguir mejoras en la comunicación, provocan conflictos y peleas que pueden degenerar en algo irreparable, por lo tanto, es necesario desarrollar una buena comunicación.

Imponer el modo de pensar de un miembro de la familia sobre otro, haga lo mismo que el otro miembro, sienta como el otro, incluso que ame las mismas cosas que ama otro es un grave error, esto solo daña la autoestima de la persona en cuestión y, afecta gravemente su desarrollo personal y psicológico.

Al aceptar las diferencias entre los miembros de las familias y, aceptarlas, podemos mejorar enormemente el proceso comunicativo, de esta forma obtendríamos más conocimientos y un mejor bienestar, hay que aceptar que no todos los miembros dentro de una familia pueden pensar o parecerse a cierto miembro pues, no todos tienen las mismas condiciones a pesar de haber sido criados igual.

Para mejorar la calidad de la comunicación en las relaciones familiares, es necesario entender las diferencias, no es tan difícil como podría parecer, solo se requiere desarrollar la empatía, esta permite ponernos en los zapatos y entender cómo se siente el otro sin necesidad de pensar o sentir igual, también permite tratar a cada quien, de acuerdo a sus condiciones personales, entendiendo que tiene sentimientos que podrían resultar lastimados y una manera de pensar personal.

Diálogo y comunicación familiar

El diálogo es fundamental para las personas, por ende en el seno familiar es aún mucho más importante. Mediante la comunicación, se establece el contacto entre las personas, transmitiendo así los pensamientos y sentimientos. Es por ello por lo que independientemente de la diversidad de criterios que se tienen, cada individuo necesita y quiere ser escuchado, comprendido y valorado en toda su esencia.

En este sentido, la comunicación eficiente es primordial para preservar excelentes relaciones en las familias, con lo cual se permite la debida formación de los niños, quienes se encuentran en pleno aprendizaje. Los progenitores que establecen una comunicación efectiva con sus hijos, les brindan autoconfianza, que les servirá a lo largo de su desarrollo como personas, favoreciéndole a interactuar con sus semejantes.

Desde los primeros días de vida, la comunicación se encuentra presente en los infantes, quienes al no poder articular palabras aún, se expresan mediante el llanto. Por tanto los padres logran desarrollar una interacción con sus hijos de gran relevancia, descifrando sus necesidades y estimulando con gestos y el cariño, los sentimientos que le proporcionan tranquilidad y seguridad, estableciendo un vínculo que perdurará en el tiempo hasta la edad adulta.

En este orden de ideas, la comunicación familiar crea una relación de confianza con los hijos, anticipando las necesidades y proporciona un equilibrio que coadyuva con la labor educativa. La buena relación con los niños, les permite estar atentos en el proceso de aprendizaje, compartir con los padres las inquietudes o vicisitudes que se les presenten, les facilita expresar abiertamente sus sentimientos, mostrar sus actitudes así como sus anhelos, logrando construir vínculos de amistad con las otras personas.

Es importante resaltar que el simple hecho de hablar, no constituye una verdadera comunicación, ya que para que ésta sea eficaz, se adhieren los gestos, el tono de voz utilizado, la postura, entre otros componentes que permiten expresar las ideas. Esos elementos se entrelazan perfectamente al interactuar con los demás individuos, formando un conjunto que logra la articulación de un mensaje de un emisor a un receptor.

Ratificando lo antes manifestado, se tiene que la comunicación familiar posee una organización compleja, conformada de mensajes interpersonales directos, además de un sistema de señales loables, para que el individuo que recibe el mensaje, se pueda percatar a que naturaleza corresponde, debiendo circunscribirse en la continuidad de los mensajes que le han sido divulgados. En este sistema se abarca lo extra verbal a través de la voz, los gestos y la mímica.

Por otra parte, hay que tener presente el principio de oportunidad, es decir, utilizar el momento adecuado para expresar algo, que se considera importante, los padres deben proporcionar o producir las situaciones actas para dialogar con sus hijos, con lo cual también deben estar dispuestos a escuchar.

Crear un feedback con el cual se retroalimentan ambas partes que interactúan, para generar confianza mutua, pero obviamente con un mayor énfasis en los niños que se están formando. De esta manera, se sienten valorados e integrados en su núcleo familiar, se les debe prestar la atención necesaria a sus interrogantes o sus afirmaciones y dejarles manifestar sus intereses.

La Comunicación

Consiste en una forma de interacción que se establece entre las personas, que de una manera recíproca comparten información, generándose entre ellas un conglomerado de circunstancias, que abarcan los conocimientos que cada uno posee, respetando la normativa que hace posible y viable la existencia de una comunicación, coexiste la parte afectiva que ocasionalmente puede complicar el proceso.

Dependiendo del énfasis que se le dé en un momento dado a una conversación. Este proceso interactivo, logra posicionarse de una manera compleja, por ser del entorno humano, no se trata con dar una instrucción y asumir que la otra persona la acatará al pie de la letra, sin dar ningún cuestionamiento al respecto, siempre existe algún detalle que se puede manifestar al instante o por el contrario, se responde posteriormente, pero puede ser una respuesta inadecuada o inoportuna.

Mediante la comunicación se socializa y evidentemente también se educa. Al ubicar a la familia en el sitial de honor que le pertenece, siendo la base fundamental de una sociedad, desde el momento de la concepción de un niño, ya se encuentra inmersa la interacción, que acompañará a ese sujeto toda su existencia, reconociendo el compromiso que simboliza para los padres moldear la personalidad, en este sentido es relevante todos los procesos de comunicación que se lleven a cabo.

No se trata únicamente de la emisión de mensajes educativos, sino que se abarcan y desarrollan todas las destrezas comunicativas, con las que se podrán solventar o resolver los conflictos familiares que puedan surgir con el correr del tiempo, dictándose además, los lineamientos de la relación afectiva que les une en su núcleo.

Retos de la comunicación en la pareja.

A continuación, se describirá un juego que se emplea en terapias de pareja y también en empresas, este es usado para mostrar como de una situación comunicacional aparentemente sin  problemas pueden surgir graves malentendidos, por ende subestimar temas como estos podría degenerar en problemas:

Existe un juego divertido y revelador, que se utiliza como entretenimiento en algunas reuniones, se trata del teléfono descompuesto.

En dicho juego los participantes, entre más mejor, se colocan formando un amplio círculo y alguien transmite un mensaje en voz baja, al oído de alguno de los jugadores; éste a su vez, pasa el mensaje al siguiente jugador, en secreto, cuidando que nadie más lo escuche; el segundo pasa el mensaje al tercero, bajo las mismas condiciones y así sucesivamente, hasta que el mensaje ha llegado al último jugador.

Cuando el último jugador recibe el mensaje, tiene que decirlo en voz alta a todo el grupo y ¡Oh sorpresa!, es común que el mensaje que se expresa al aire, no tiene nada que ver, e incluso, en muchas ocasiones es hasta contradictorio con el mensaje original.

¿Qué podemos sacar de este juego? Bueno este juego traduce de forma perfecta lo que ocurre en un entorno bien sea laboral, académico e incluso familiar, a veces cuando recibimos un mensaje, estamos más interesados en responder que en entender, esto causa que cuando nos están contado algo estemos más concentrados en otra cosa, el resultado es que creemos decir el mensaje que recibimos cuando en realidad estamos emitiendo el mensaje que ocupaba nuestra atención.

Este juego también pone en evidencia otro hecho curioso que sucede en la comunicación entre personas, hay quienes incluso interpretan algo totalmente distinto, incluso quienes cambian el mensaje original dejando como resultado algo totalmente distinto, hay unos que ni siquiera han terminado de escuchar el mensaje cuando ya están pensando en que transmitir ellos.

Un ejemplo de esto sería que el primer mensaje a transmitir sea «mañana no habrá tarea», probablemente los tres primeros en la fila transmitirán el mensaje correctamente, sin embargo, cuando el mensaje llegue al número diez, el mensaje que llego probablemente sea «ya no habrán más tareas», esto a pesar de ser un ejemplo académico, representa bien lo que pasa con la comunicación en los sitios de trabajo, por ejemplo cuando ocurre un suceso y a medida que más gente se va enterando, le agregan o le quitan datos.

Por tanto, la importancia de este juego es vital en el desarrollo de una comunicación no solo efectiva, también veraz y correcta, la razón es que mientras más se ponga en práctica, podría lograr que las personas estén más atentas a los mensajes que reciban y, por consiguiente, la información que reciban y transmitan sea cónsona con la dada en un principio.

Importancia de la comunicación de pareja

Fallas en la comunicación como, por ejemplo, la que se vio gracias a ese juego suelen ocurrir en todo momento, tanto el ser receptores como emisores de un mensaje en específico, así como esto puede suceder en un ambiente laboral o académico, puede suceder en la familia, así como sucede en la familia sucede en las parejas, aquí es donde suele ser más delicado.

Es válido considerar a la comunicación como el principal y mejor medio que tiene una pareja para desarrollar su química, la comunicación en la pareja es lo que garantiza que esta pueda consolidarse y concretar la relación en buenos términos, además de mantener encendida la flama y la pasión, para que esto sea posible, es de vital importancia saber comunicarse.

Una forma de verlo es como los pintores con el paso del tiempo desarrollan maestría a la hora de realizar sus obras, aprenden a combinar colores y cada vez sus pinturas adquieren trazos de mejor calidad a comparación al principio. Esto es aplicable a la relación pues, al comunicarse cada vez más entre sí, se van conociendo mejor para posteriormente, tener bases sólidas en esta.

Cuando las dos partes que conforman una pareja realizan una correcta comunicación, desarrollan su autoestima logrando sentirse mejor, esto se debe a que logran acercarse de forma positiva y mejor con el ser amado, este contacto les permite expresar mejor lo que desean lo que les preocupa y, a su vez sentir que en su pareja encontraran comprensión, esto resolverá los posibles problemas perfectamente normales en una relación, esto sin llegar a las peleas o incluso peor, las ofensas.

Cualquier persona con una relación de pareja y que cuente con una comunicación sana, tendrá por consiguiente una mejora en su autoestima, esto se debe que, al sentirse oída, se siente integrada y, por consiguiente, incluida, esto hará que sea más fácil expresarse y confiar en la otra persona, logrando así que ambos logren sus objetivos.

Cómo mejorar la comunicación de pareja

Para conseguir una comunicación efectiva en la pareja, es necesario una serie de características que posteriormente procederemos a explicar, pero lo más importante es entender que para que una relación funcione adecuadamente, es necesario que ambos integrantes tengan bien desarrollada su personalidad en lo individual. A continuación, se listarán las características necesarias para el correcto funcionamiento:

  • Objetivos claros y positivos a la hora de comunicarse: Para lograr esto es necesario que hayan buenas intenciones, estas pueden ser querer ayudar a la pareja, mejorar la relación solventando algún problema si se considera que existe y acercarse más al otro, esto lograra desarrollar mucho mejor la intimidad entre ambos, no dejar los mal entendidos sin resolver, es mejor aclararlo todo y no reservarlo para un momento de furia, finalmente, no creerse superior al otro en la comunicación, esta no debe ser usada para ofender o lastimar, por el contrario, debe ser usada para poder unirse los unos con los otros.
  • La honestidad y el respeto a la hora de comunicarse: en una relación hay momentos mágicos y todo es bonito, sin embargo siempre ocurren problemas o malos entendidos, lo sano es ser honestos con los aspectos que no nos gustan de nuestra pareja, hay que entender que tocar estos temas no es una falta de respeto, por contrario, al hablar de estos temas se da a entender a la pareja que existe la confianza necesaria para expresar lo que no gusta sin que esto sea un motivo de inconformidad o de peleas, esto puede incluso fortalecer más la relación que quedarse callados.
  • El lugar y momento menos adecuado: Cuando una pareja domina el paso anterior pero no elige el momento adecuado esto podría ser perjudicial para la salud de la relación, lo más correcto sería esperar un momento que sea propicio para explayarse hablando, por ejemplo una cena familiar es el momento menos oportuno para arreglar problemas de pareja, una reunión con los amigos tampoco es buen lugar, de hecho esto podría empeorar los problemas pues, las personas que no pertenecen a la relación podrían opinar dañando la salud de la relación. Por tanto, siempre es bueno buscar momentos oportunos o en su defecto, momentos en los que ambos estén solos.
  • Fortalecer la autoestima de tu pareja: Para empezar cabe destacar que el autoestima es algo intrínseco de la persona, sin embargo, en una relación de pareja hay aspectos que pueden dañar el autoestima del otro como por ejemplo hacer burlas, una burla en juego es inofensiva, sin embargo si no se tiene el cuidado adecuado, si es una burla bastante pesada o incluso ofensiva, se puede debilitar el autoestima del otro, por lo tanto siempre es importante conocer bien a nuestra pareja para entender los limites sanos a la hora de comunicarse con el otro, así ambos integrantes de la relación estarán bien parados.

Cómo lograr una comunicación efectiva y positiva con los hijos

A lo largo de este artículo se ha resaltado la importancia que tiene una comunicación de calidad con cada integrante de la familia, esto va más allá de solamente la pareja, por contrario, un grupo familiar en teoría se compone de «Padre, Madre e hijos» por tanto, es necesario que todos dentro de dicho grupo aprendan a comunicarse entre sí, que aprendan a confiar en el otro sin sentir miedo a ser juzgados o ignorados.

Tomando en cuenta eso, es importante que ambos padres se comuniquen efectivamente con sus hijos, de esta forma podrán formar una relación de mayor calidad, sus hijos crecerán siendo hombres y mujeres con una autoestima lo suficientemente sólida para enfrentarse al mundo.

Aunque no lo parezca, es normal que en algunas veces no se le dé la debida importancia a la comunicación real en la familia, es decir, los padres suelen excluir a sus hijos de ciertas problemáticas o toma de decisiones, por lo tanto, suelen ocurrir crisis en las que después estos se lamentan, sin embargo, estas crisis podrían haberse evitado si se hubiese incluido a los hijos previamente.

Cuando los padres esperan a que aparezcan los primeros problemas para empezar a comunicarse por lo general no tienen éxito, la razón es que muchas veces los hijos al sentirse excluidos crecen con rencor, por eso, a la hora de que los padres quieren acercarse a estos solo consiguen rechazo y en algunos casos el ser expulsados de la vida de estos, por ende, siempre es importante confiar en que nuestros hijos podrán entender los dilemas que aquejan a la familia.

Elementos básicos de la comunicación

La base de cualquier relación humana es la comunicación, es por este motivo que todos nosotros como especie podemos comunicarnos, no obstante, es válido preguntarse si la forma en que estamos realizando este acto comunicativo es la adecuada, también es válido preguntarse y preocuparse por las consecuencias que puedan degenerar de dicha comunicación.

La comunicación correcta implica diálogo por parte de ambos, un diálogo es una conversación bilateral, es decir, se emiten y se reciben opiniones, solo escuchar no significa que la persona este entendiendo, por lo tanto, es importante tratar de entender lo que la otra persona nos está diciendo, tanto verbalmente como con su lenguaje corporal, incluso los silencios son importantes en una conversación.

Es importante que los padres a la hora de comunicarse con sus hijos, se detengan a escucharlos, no para responderles sino para entenderles, esto garantizara que será un acto comunicativo de calidad, además hay que entender que cada hijo tiene personalidades y sueños diferentes, por tanto, es bueno que a veces no los traten a todos a la vez, por el contrario, tomarse un tiempo con cada hijo podría mejorar la relación entre ambas partes.

Los momentos de diálogo entre nuestros hijos deberían ser eso, un diálogo, es decir, una conversación que involucra a dos partes y no, un monólogo, es decir que ellos solo nos escuchen incapaces de poder decir nada, esto podrían tomarlo de forma negativa, como un regaño e incluso peor, como que a los padres no les interesa lo que estos tienen que decir.

Para entender mejor los actos comunicativos entre nosotros y nuestros hijos, es importante entender si los estamos oyendo para responderles o los estamos oyendo para entenderles, es realmente importante hacer un alto y preguntarse cómo es ese acto comunicativo, es importante que, como padres, reflexionemos si le estamos dando la importancia adecuada a la comunicación con los hijos.

Razones por las que falla la comunicación con los hijos

En muchas ocasiones los problemas estaban predestinados pues los padres los sembraron sin darse cuenta, esto se debe a la forma en cómo se han comunicado con sus hijos, también la forma en cómo no lo han hecho influye bastante en esto.

Muchas veces cuando los niños están en sus primeros años (antes de los diez años) carecen de atención por parte de sus padres, esto porque podría resultar tedioso para los padres o, porque se encuentran pensando en el futuro, es decir, el momento en el que puedan tener una conversación de tú a tú como adultos, muchos padres creen que llegado ese momento es que la comunicación podrá ser fructífera y adecuada.

Si tomamos esa idea como la base de la relación con los hijos, es básicamente como si los consideráramos personas no importantes, seres que no tienen nada que decir que se considere importante, incluso hay padres que se molestan cuando sus hijos quieren expresarse ante los demás por lo que estos reciben amenazas con la mirada, terminan recibiendo regaños de que las conversaciones son solo para adultos y los mandan a retirarse porque estorban.

Un niño que crezca creyendo eso, es decir que estorba o que no debe hablar, se sentirá irrelevante, incluso llegara a sentir que cualquier cosa que estén haciendo sus padres será más importante que pasar tiempo con ellos, hacer creer a nuestros hijos que existen muchas cosas más importantes que el comunicarnos con ellos es lo que genera esas brechas que luego no pueden cerrarse.

Tal cual como se ve en la imagen, cuando los hijos crecen bajo este tipo de crianza, se genera una brecha entre ellos y sus padres, ninguno de los dos bandos se entiende, esto genera que, en muchos casos, las relaciones entre ambos estén fracturadas por muchos años, en algunos casos los hijos suelen crecer con un rencor y por ende no perdonan a sus padres.

Hay momentos en los cuales los padres creen que es más fácil dejar que sus hijos sean cuidados por otras personas, incluso les atribuyen a estos la responsabilidad de escuchar, jugar, entretener y educarlos, esto hace que los vínculos entre padres e hijos no se formen, por el contrario, los hijos establecen lazos, pero con la persona que está criándolos, finalmente, los hijos crecen bajo la creencia de que sus padres no los quisieron nunca o peor aún, todo es más importante que compartir con ellos.

Los padres no se dan cuenta del error cometido sino cuando pasaron el punto de no retorno, es decir, cuando ya es muy tarde para corregir los errores cometidos, usualmente esto suele pasar en las crisis adolescentes, cuando los hijos optan por ser rebeldes y desobedecer a sus padres, muchos le atribuyen la responsabilidad de esto solamente a los hijos cuando los padres también tienen responsabilidad de esto.

Cuando los padres empiezan a ver los problemas que surgen por su falta de atención, es cuando intentan comunicarse con los hijos, intentan acercarse a ellos y quieren compensar los momentos en que los ignoraban, sin embargo lo único que consiguen es ser ignorados por sus hijos, estos crean barreras pues cuando era el momento adecuado de establecer lazos fuertes y reales, los padres no hicieron nada, los adolescentes usualmente quieren forjar su identidad en esos años, los padres son de vital importancia para ayudarlos con eso, lamentablemente no todos construyeron canales de comunicación efectiva cuando era el momento adecuado.

Al analizar este tipo de casos a profundidad, se puede llegar a entender porque, en muchos casos, los hijos al llegar a la adultez, no contacten a sus padres, de hecho, los ignoran pues, estos no construyeron canales de comunicación efectiva cuando era el momento adecuado, es razón por la cual existen muchas familias disfuncionales, también razón por la cual muchas veces los abuelos consienten de sobremanera a sus nietos, quieren compensar la ausencia que tuvieron en la vida de sus hijos siendo buenos abuelos.

Cómo abrir canales de comunicación efectiva

Los padres cuando quieren abrir canales de comunicación efectiva con sus hijos generalmente es cuando estos pasan por su periodo de adolescencia, está de más decir que ya es tarde, la razón es que ya en esa etapa de la vida de los hijos el daño está hecho, por lo tanto, es importante adelantarse a esto, empezar a construir estos canales con anterioridad para evitar una gran serie de problemas.

Existen muchos medios para crear una relación sana y de calidad con los hijos, es importante entender que todo puede evitarse en esta vida, desde los problemas hasta las peleas, lo único importante es siempre estar alerta a las señales que nos estén enviando, por tanto, aquí se listarán algunas herramientas para poder comunicarse mejor con los hijos:

  1. Crear momentos y recuerdos especiales: es importante que como familia existan tradiciones como, por ejemplo; ir los domingos a una plaza o a un parque, podrá parecer tonto, pero el hecho de pasar tiempo con ellos desde niños, los hará crecer con buenos recuerdos de los padres.
  2. Aprovechar el tiempo y las oportunidades: Es de vital importancia que las conversaciones no sean solo de adultos con adultos y de niños con niños, por el contrario, cuando se generan conversaciones grupales dándoles la oportunidad de participar y expresarse, estos podrán sentirse más incluidos y por propiedad transitiva, en confianza con los padres.
  3. Atención especial: Muchas veces cuando los niños se acercan con sus padres para hablar, no los escuchamos lo suficiente, de hecho, los ignoramos, sería bueno dejar de lado lo que se está haciendo por un momento y prestarles atención, la Comunicación en la Familia mejorara un montón si los hijos se sienten escuchados.
  4. Tiempo exclusivo: Aunque no lo parezca, una de las formas de Como Mejorar la Comunicación en la Familia es pasar tiempo a solas con cada hijo, esto los ayudara a formar lazos afectivos, también a que estos se desahoguen con los padres comentando cosas que son de su interés, bien sea su caricatura favorita, hasta la niña o el niño que le gusta en la escuela, podrá parecer banal, sin embargo, esto fortalece los lazos entre ambas partes.
  5. La rutina: este punto es el más importante de la lista, es importante que estas acciones no sean algo de una vez y ya, al contrario, hay que volver rutina el involucrarnos con nuestros hijos, es importante que estos en su proceso de madurez y crecimiento tengan la percepción de nosotros como sus amigos, repetir estos pasos ayudara a crear relaciones fuertes y duraderas.

Cómo comunicarse con un hijo adolescente

Muchos padres no pueden entender por qué cuando están con sus hijos en edad de adolescencia no hablan con ellos, de hecho, están en un silencio casi sepulcral comunicándose única y exclusivamente para las cosas básicas, sin embargo, a la hora de comunicarse con sus amigos también adolescentes esto no es así, de hecho, las horas no son suficientes para decir todo lo que tienen en sus mentes.

Hay relatos de padres de adolescentes que expresan un cierto desconcierto respecto a sus hijos, la razón es que cuando están los amigos de estos de visita hablan sin parar, de hechos todos hablan casi al unísono, esto genera dudas pues, a la hora de estar estos solos con sus hijos carecen del mismo nivel de comunicación, de hecho, es normal que estén solo en silencio y la comunicación se convierta en una persona hablando y la otra solo respondiendo no comunicándose.

En una conversación es normal que ambas partes se preguntan y respondan, no obstante, padres de adolescentes afirman que sus hijos no hablan con ellos, ni siquiera muestran interés, de hecho, dicen que sus respuestas son increíblemente cortas, casi como si les cobraran por cada palabra, a diferencia de las conversaciones con sus amigos.

Muchos padres encuentran esa realidad desconcertante, pero, aunque no parezca cierto es más normal de lo que parece, la razón es que no saben cómo sostener conversaciones con sus hijos porque nunca lo hicieron cuando estos eran niños, pero además de este problema, también existe un problema adicional, la no disposición de los adolescentes de hablar con sus padres.

Los adolescentes muchas veces sienten un nulo interés en hablar con sus padres, por lo tanto, se comunican con estos solo para lo que es estrictamente necesario, cabe destacar que no todos los adolescentes tienen esta etapa, pero los que sí, desarrollan hábitos como responder solo con monosílabos, incluso son capaces de ignorar las llamadas y mensajes de los padres.

Muchos padres en países europeos manifiestan que sus hijos tienen estas actitudes hacia ellos, por lo tanto, muchos trabajadores sociales se han dedicado a investigar qué es lo que genera esta desidia de parte de los hijos a sus padres, parte de los resultados muestran una relación muy débil o inexistente de parte de los padres a los hijos cuando estos eran niños.

Otro de los resultados que también revelan los estudios es que los hijos son mucho más dependientes de sus amigos, es con estos que generan vínculos emocionales más estrechos y de confianza, esto genera que, al hablar más con sus amigos, se refugian en estos y construyen patrones de conducta no iguales, pero si similares.

En muchos casos esto hace que se creen faltas de respeto por los padres, también crea una conducta de desobedecer las reglas, estos ignoran los buenos modales e incluso llegan a incumplir sus deberes. Una de las causas es que sus amigos suelen apoyar todo lo que estos proponen, por lo tanto, evitaran relacionarse a profundidad con alguien que opine lo contrario a ellos.

Muchos padres se sienten desconsolados ante la salida a la luz de dichos resultados, sin embargo, tapar el sol con un dedo no es una solución viable, los padres de esta generación si quieren evitar este tipo de conductas tienen que tomar acción desde que los hijos son niños, comunicándose correctamente haciéndolos sentir integrados.

Para poder establecer una comunicación correcta con un hijo adolescente hay que formar bases sólidas desde la infancia, esto no significa consentirlos en exceso, solo pasar tiempo con ellos, hacerlos sentir queridos y apoyarlos. Es imposible una relación óptima sin antes trabajar en esta, sin embargo, siempre hay opciones y profesionales para ayudar a manejar estas relaciones.

A continuación, se listarán una serie de recomendaciones que dan expertos en el tema, estas tienen como objetivo mejorar las relaciones entre padres e hijos adolescentes, si se ponen en práctica es muy probable que se puedan acabar las rencillas entre ambas partes, de esta forma, se creara una relación más sana y menos tóxica:

  1. La creación de momentos especiales en familia: Muchos expertos recomiendan llamar a toda la familia, es decir, tíos, primos etc., al hacer reuniones familiares de este tamaño una vez a la semana, incluso una vez al mes ayuda mucho a construir lazos con los hijos, incluso se puede ver en la sociedad estadounidense como semanalmente se reúnen y celebran parrilladas, fiestas etc., incluso realizan juegos de mesa como juegos de cartas, dominós, ludos entre otros, también juegan deportes en familia como lo son el rugby, baloncesto, futbol o softball, esto ayuda a estrechar los lazos entre cada miembro.
  2. Contar con la presencia de los padres cuando es necesario: Es normal que a medida que los hijos crezcan, estos manifiesten interés por salir de la casa, por lo tanto ya no pasaran tanto tiempo como cuando se encontraban en sus años de infancia, es normal que los padres al ver esto también aprovechen para fortalecer su relación de pareja y salir, no obstante, muchos profesionales recomiendan que de vez en cuando estén por lo menos uno de los dos en la casa cuando estén sus hijos, así estos no se sentirán solos, esto puede propiciar que acudan en nuestra búsqueda para pasar tiempo de calidad, incluso para pedir consejos, por lo tanto es importante conseguir un equilibrio entre vivir la relación de pareja y la relación con los hijos.
  3. Crear oportunidades: Este punto se complementa directamente con el anterior, cuando los hijos acuden a los padres con la intención de pedir consejos o incluso para comentar algún suceso de su vida, sería recomendable que los padres tengan la delicadeza de responder afirmativamente a este llamado, de hecho, sería bueno que de poder, dejen lo que están haciendo para concentrarse en sus hijos, estos son los mejores momentos para estrechar lazos y poder conocerse mejor los unos a los otros, de esta forma las relaciones entre padres e hijos no se verán tan afectadas como usualmente lo son.
  4. Aprovechar las circunstancias de la vida para ser un guía de nuestros hijos: existen momentos de la vida de todos, incluso cuando nosotros éramos adolescentes, en que perdimos a algún ser querido, vimos como una amistad cercana resulto embarazada en su adolescencia, aunque no solo situaciones malas, de hecho también momentos buenos como que fueron aceptados en buenas universidades o, lograron cumplir alguna meta que tuvieran, es importante que compartamos con ellos en esos momentos, que conozcamos su forma de pensar en cada una de las oportunidades y momentos que la vida les irá presentando, es así como poco a poco se irá formando una relación de amistad con los hijos.

La comunicación y la transmisión de valores

Es normal que, a la hora de ver las noticias, leer el periódico o revisar las redes sociales, seamos bombardeados con titulares que generan alarma entre las personas, muchos de estos titulares son acerca de guerras, asesinatos masivos, personas que recurren al suicidio, gente que decide por algún motivo robar, se ven incluso noticias de violaciones y faltas a los derechos de las personas.

Esto deja en evidencia algo, es que, en la sociedad, hace falta que se establezcan buenos valores en la sociedad, esto motivado a que todos esos actos descritos anteriormente suceden es por la ausencia de valores y buenas enseñanzas, nosotros como padres somos responsables de enseñar a las nuevas generaciones buenos valores, tanto con el ejemplo como con charlas.

Los cambios en la sociedad son más que evidentes, en la actualidad se han vuelto populares cosas que antes no lo eran tanto o, estaban prohibidas, esto en si no sería malo si estuviera controlado, se ha cambiado una ética de esfuerzo por una de la diversión y el facilismo, esto se puede ver por ejemplo en algunas (no en todas) canciones de rap o, en algunas (no todas) películas de cine latinoamericano, en las cuales se promueve la ley del menor esfuerzo.

Muchos crecen creyendo que lo normal es recibir sin dar nada a cambio, es normal que incluso, irrespeten las relaciones de pareja y sean infieles porque actualmente la moda es «todo el mundo es infiel», esto deja en evidencia el claro deterioro social que estamos sufriendo, incluso es normal que algunas canciones (no todas) de trap promuevan el haber estado preso como una virtud o un patrón a seguir.

Esas formas de pensar dejan en evidencia no solo el claro deterioro social que estamos viviendo, también muestra que la generación actual está más expuesta a información sin controles ni filtros, es decir, copian lo que ven en su totalidad, el papel de los padres ante esta situación es sembrar buenos valores para prevenir que las nuevas generaciones copien todo lo que vean, al sembrar buenos valores se puede sembrar un criterio fuerte que sirva para distinguir el bien del mal.

COMUNICACIÓN EN LA FAMILIA

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