Las promesas del Sagrado Corazón de Jesús

Promesas del Sagrado Corazón se tratan de 12 promesas del sagrado corazón que Jesús realiza a todos aquellos que creen en él, le tienen fe y sepan honrar su corazón. Si deseas conocer cuáles son estas promesas y el significado de cada una entonces no puedes dejar de leer este interesante artículo.

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Promesas del Sagrado Corazón

Estas promesas del Sagrado Corazón tienen una historia. Santa maría Margarita de Alacoque, escribió en distintas ocasiones que Jesús posee un deseo inmenso de desbordar miles de bendiciones sobre nosotros y solo espera que honremos a su corazón para recibir de manera generosa e infinita todas sus bendiciones.

Las promesas del Sagrado Corazón no son exclusivas, todos podemos recibirlas, no importa si hemos pecado, si nos hemos alejado del camino de Dios, incluso a aquellos que creen muy poco o dudan de su existencia pero desean convertirse.

Dios, siempre está dispuesto a recibirnos con los brazos abiertos, pues somos sus hijos y además, estamos hechos a su imagen y semejanza, así que somos parte de él, o mejor dicho, él vive en cada uno de nosotros.

Seglares, religiosos, sacerdotes, obispos, Dios siempre nos ama a todos por igual, no tiene preferencias, solo un amor infinito para ofrecernos y miles de bendiciones a través de su corazón, por ello, nos ofrece estas doce promesas del Sagrado Corazón.

Dios nos promete alivio cuando nos sentimos afligidos, nos otorga fortaleza cuando el maligno intenta seducirnos con sus tentaciones, nos ofrece consuelo cuando hemos sufrido una pérdida, Dios, es siempre paz para nuestros hogares y familias.

Cada vez que decidimos emprender un nuevo proyecto y este es exitoso, es Dios quien está detrás de ese éxito; cuando nos equivocamos y nos rendimos ante las tentaciones del maligno, ofendemos a Dios, sin embargo, él siempre es misericordioso y nos perdona.

Jesús, con sus promesas del Sagrado Corazón nos ofrece un calor especial para cuando nuestro corazón se ha enfriado y nos hemos alejado de su camino.

También, promete otorgarles su poder a sus representantes en esta tierra (obispos, sacerdotes, laicos, religiosos, entre otros) para que puedan transformar cada uno de nuestros corazones y deseemos amar y servir a Dios.

Y por supuesto, nos promete fortaleza ante la muerte inevitable como seres humanos, pero con Dios, no sufriremos, por el contrario, encontraremos un refugio, consuelo, fortaleza y sabiduría para aceptarla con amor.

Estas fueron algunas de las palabras que expresó Santa Margarita María en sus escritos sobre las promesas del Sagrado Corazón de Jesús, una absoluta belleza que tan solo de leerlas llenan de gozo nuestro corazón.

A continuación, explicaremos entonces que significan cada una de las 12 promesas del Sagrado Corazón de Jesús que nos ofreció a través de esta amada sierva del Señor y nos inspiró a convertirnos en devotos del Sagrado Corazón de Jesús.

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Daré a las almas devotas, todas las gracias necesarias para su estado de vida

Como seres humanos, en ocasiones, deseamos que la vida no fuese tan complicada, o tuviese tantas responsabilidades. Una de las cosas más difíciles de aceptar son nuestras propias “cruces”, es decir, nuestras responsabilidades, deberes y hasta culpas.

La vida no siempre es sencilla, pero justamente porque está llena de retos es que podemos llamarla vida. Los retos, son los que nos mueven a cambiar, a ser mejores seres humanos, crecer constantemente a nivel personal, laboral y espiritual.

A través de la oración, Dios nos concede milagros en nuestras vidas y cumple con sus promesas del Sagrado Corazón. La oración es y debe ser un hábito en nuestra vida cotidiana. Cuando oramos a Dios, es la manera más hermosa que tenemos de darle gracias por los favores recibidos.

Hay también gracias extraordinarias que se encuentran fuera de la acción normal de la Providencia de Dios, gracias que Él da a sus amigos especiales. Estas son las gracias más eficaces, las más abundantemente dadas a los devotos del Sagrado Corazón.

Voy a establecer la paz en sus hogares

Dios, a través de sus promesas del Sagrado Corazón nos ofrece paz, serenidad para que nuestros pensamientos no vivan tan acelerados y nos abrumen, sino más bien, podamos tener tranquilidad mental.

San Agustín, nos dice que la sencillez y la caridad se complementan y nacen del mismo lugar: nuestro corazón. Cuando nos mostramos humilde ante otros, nos mostramos humildes también ante Dios.

Dios ordenó a sus ángeles que nos enseñaran a darnos la paz. Lucas 10,5 nos dice que sin importar a donde vayamos, antes de entrar, deseemos paz a ese hogar, porque no se trata de una palabra bonita, sino de la paz que Dios nos otorga a través de ella cuando la pronuncian nuestros labios.

La paz, siempre podemos encontrarla en el corazón de nuestro maestro Jesús, este es nuestro refugio, nuestro hogar, nuestro todo.

Voy a consolarlos en todas sus aflicciones

Otra de las promesas del Sagrado Corazón es el consuelo que Jesús nos ofrece a través de su corazón misericordioso. Consuelo, para afrontar nuestras dificultades, consuelo, para reconocer nuestros errores, consuelo, para aquellos que se han sentido o se sienten abandonados.

Jesús nos muestra lo divino y satisfactorio que resulta actuar con nobleza para con nuestros hermanos, servir a otros y mostrarnos generosos. Jesús, no va a librarnos del dolor, pero si va a hacer que este sea soportable, así como su Padre hizo soportable su dolor en la cruz.

2 Cor 7,4 nos habla sobre el arrepentimiento, el buscar consuelo en Dios a través de la oración y su palabra.

Voy a ser su refugio seguro en la vida, y sobre todo en la hora de la muerte

Juan 19,34 nos relata que Jesús estaba en la cruz y uno de los soldados atravesó una lanza en su costado para “divertirse” y de este brotó sangre y agua viva, con esto, Jesús nos muestra que lo no son solo promesas del Sagrado Corazón sino que sus palabras son genuinas.

También, con este acto nos expresa que su corazón es un divino refugio, protección y amor. Que su corazón es transparente y si tenemos fe podemos encontrar perseverancia para continuar, consuelo ante el cansancio y paz ante la inevitable muerte.

Voy a conceder abundantes bendiciones sobre todo a sus empresas temporales y espirituales

Dios, representa la fuente infinita e inagotable del amor, el perdón, la misericordia, la bondad y la generosidad. Dios, siempre está para nosotros, siempre desea nuestro bienestar, por ello, siempre está dispuesto a escucharnos y socorrernos.

Jesús, con su ternura y su amor incondicional derrama sus bendiciones sobre nosotros, así como sobre nuestros negocios. Es él, quien está detrás de cada gran idea, detrás de cada gran proyecto y nos hace sentir inspirados y dichosos de y servir a otros.

Cada vez que nuestro negocio sea exitoso, recordemos que es Dios quien está detrás de ese éxito y tomemos un momento para darle gracias y alabarle.

Los pecadores encontrarán en mi corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia

Jesús, a través de sus promesas del Sagrado Corazón nos da la posibilidad de redimirnos ante él, de pedirle perdón por nuestros pecados, asumir que nos hemos equivocado, que fuimos débiles, desobedecimos y aunque no somos dignos de su perdón recurrimos a él para implorar su misericordia (Sal 129,7)

Heb 7,25 nos dice que Jesús sin importar a donde fuera o frente a quien estuviera se mostraba misericordioso, una de las mayores pruebas de ello fue cuando lo condenaron y humillaron hasta que murió en la cruz.

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Las almas tibias se harán fervorosas

Un alma tibia, quizás te preguntes ¿qué significa esto? La tibieza se manifiesta cuando empezamos a sentir indiferencia por las cosas de Dios, es decir, cuando la oración se torna una obligación, cuando no sentimos ganas de asistir a misa para alabar a Dios, cuando servir a otros se transforma en una molestia.

Todo lo que antes nos llenaba de gozo, ahora parece no tener sabor, nuestra vida, empieza a carecer de sentido, nada nos emociona, nada nos motiva, nada logra acelerar nuestro corazón, eso es tibieza espiritual (Ap 3,15-16).

La única medicina que puede curarnos de esta tibieza es la disposición de abrir nuestro corazón a Dios, para que él logre que este reboce nuevamente de alegría, gozo y devoción hacia el Padre.

Las almas fervorosas alcanzarán mayor perfección

¿Qué significa esto de mayor perfección? Se refiere a las infinitas bendiciones y recompensas que Jesús otorga a sus hijos por medio de sus promesas del Sagrado Corazón. Una de los mayores regalos que nos ofrece es renovar nuestro corazón, y a su vez, transformar nuestra vida.

Col 3,14 nos expresa que Jesús, a través de su corazón divino enciende una llama acogedora en nuestros corazones, logrando un vínculo con la mayor perfección, es decir, transformándonos en una mejor versión de nosotros mismos.

Bendeciré a cada lugar en el que se exponga y se venere una imagen de mi sagrado corazón

Las imágenes, tienen un significado y un poder especial para nosotros, pues nos permiten sentir que Dios, la Virgen María o nuestros Santos están allí siempre, de manera más “visibles” y eso nos otorga una tranquilidad especial.

El corazón de Jesús, es una fuente infinita de amor y de inspiración, es una especie de libro abierto que dispone para que podamos leerlo cuantas veces deseemos. Jesús, es siempre transparente, sincero y abierto con nosotros.

Recordemos su frente llena de espinas, su costando sangrando, él, soportando cada golpe, humillación y burla por nosotros, por su obediencia al Padre, y mostrémonos agradecidos siendo generosos con nuestros hermanos y los menos afortunados.

Daré a los sacerdotes y a todos aquellos que se ocupan de la salvación de las almas, el don de tocar los corazones más endurecidos

Dios, a través de sus promesas del Sagrado Corazón decide otorgar su poder a sus representantes en la tierra para que puedan encender esa llama en los corazones de aquellos que se han sentido abandonados por Dios o se han perdido en el camino.

Los que propaguen esta devoción tendrán sus nombres escritos en mi Corazón, y nunca serán borrados

Dios ofrece que nuestro nombre sea incluido en su corazón y nunca borrado a cambio de mostrarnos fieles, obedientes y devotos de él y su sagrado corazón (Ap 3,5).

A los que comulguen el primer viernes de cada mes, durante nueve meses consecutivos, le concederé la gracia de la perseverancia final

Una promesa a la que todo cristiano aspira, a disfrutar de la eternidad junto a Dios. Esta es una de sus promesas del Sagrado Corazón más grandes y más deseadas por los hombres.

Mat 10,22 nos dice que Dios nos promete que si somos perseverantes y obedientes, luego de nuestra muerte, seremos salvados.

Condiciones para obtener las gracias prometidas por el Sagrado Corazón de Jesús

Para que Jesús nos otorgue las recompensas de sus promesas del Sagrado Corazón existen algunas condiciones que debemos cumplir primero:

  1. Haber hecho la Sagrada Comunión, y además, participar de ella al menos nueve viernes de manera ininterrumpida.
  2. Ser perseverantes y obedientes a Dios, honrar su corazón sagrado y seguir su ejemplo, para entonces disfrutar de la vida eterna junto a él.
  3. Cada vez que participemos de la eucaristía, ofrecerla para que Dios perdone nuestros pecados y ofensas.

Oración al Sagrado Corazón de Jesús

Oh, amado Jesús, te pedimos que perdones nuestros pecados y que nos permitas recibir las bendiciones que nos ofreces a través de tus promesas del Sagrado Corazón. Permítenos honrarte, adorarte y enmendar nuestros errores. En ti confiamos.  

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