Dimensión Económica

Esta es una de las dimensiones más sencilla de entender, ya que abarca todas las actividades que realizan las personas para producir, vender e intercambiar recursos. Los cuales, permiten satisfacer sus necesidades básicas y mejorar su calidad de vida. Pero este es solo el aspecto individual o micro de la economía, ya que también posee un componente macro; que se relaciona con la economía de un país, afectando de manera directa el desenvolvimiento económico de cada sujeto dentro de la población.

Por este motivo, aspectos como la inflación, el producto interno bruto, entre otros; afectan a la economía de manera general a su vez, condiciona los recursos que pueden adquirir las personas. El objetivo principal de la economía es favorecer el crecimiento de la riqueza de las personas y que puedan tener un incremento progresivo.

Desde la postura de la iglesia, es aceptable que una persona forje una fortuna si moralmente contribuye con el desarrollo global o en todo caso y en menor escala; favorezca el desarrollo de su comunidad. Siendo un aspecto central en la vida de las personas, es importante que las actividades económicas que realicemos, tengan como base la rentabilidad, la cooperación, la solidaridad, la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente.

En la actualidad, desde el punto de vista económico se mira al hombre como un bien de consumo, donde se piensa principalmente en cuanto puede pagar y que tanto puede producir. Eso nos lleva a una desensibilización de la calidad humana, de los valores y de la dignificación del hombre. Es algo de lo que todo cristiano debe tener cuidado, porque al comenzar a pensar así, empezamos a distanciarnos del camino de dios. Por otro lado, la economía está estrechamente relacionada con la pobreza, al punto que se hace casi imposible hablar de un tema dejando de lado el otro. Aspectos que como cristianos nunca podemos olvidar, y siempre hay que tener en cuenta, ya que se relaciona con el trabajo por el prójimo.

Dimensión Ecológica

Cuando se habla de ecología, lo primero que se nos debe venir a la mente es el medio ambiente, la naturaleza, la flora, la fauna, las tierras del planeta, los mares, etc. Los seres humanos no viven en la nada, todos habitamos el planeta tierra al cual llamamos hogar. Pero además, dependemos totalmente de esta casa, ya que aprovechamos sus recursos para nuestra supervivencia y para mejorar nuestra calidad de vida.

El problema recae, en que los recursos que el planeta tiene para ofrecer son finitos, y desde la creación del hombre este se ha encargado de consumir, extraer y explotar los recursos de manera indiscriminada. Sin pensar que el día de mañana nuestro hogar no va a poder ofrecernos más debido a lo habremos consumido todo. Parte del desarrollo humano integral solidario consiste en ser conscientes de este grave problema para actuar en consecuencia. Ser más cuidadosos al momento de gastar el agua, evitar desperdiciar recursos, buscar reciclar, promover proyecto de sustentabilidad, recuperación y renovación del planeta.

Este planeta es la casa que dios nos otorgo para que hagamos vida en ella y lo mínimo que podemos hacer es cuidarla. No solo es una forma de mostrar respeto a nuestro dios padre, sino también es una forma de alargar y mejorar la vida del planeta para nuestros hijos, sus hijos y así sucesivamente.

Por otra parte, el aspecto del ambiente que nos rodea también afecta nuestra forma de pensar y nuestro estado anímico. Vivir en un sitio sucio, lleno de basura y de aguas negras genera en las personas que vivan a sus alrededores sentimientos displacenteros. Cosa que no ocurre cuando nos encontramos frente a un paisaje de la naturaleza en estado virgen, cuando se respira un aire puro y fresco libre de gases industriales y tóxicos.

Dimensión Espiritual

Esta dimensión es dinámica, la que nos permite contactar y vincularnos con dios a pesar del resto de dimensiones. Todos los seres humanos sin importar su religión o credo, tienen un componente espiritual. En el caso de los cristianos, la oración y la iglesia se convierten en nuestra herramienta y el camino para seguir las enseñas de Jesucristo, alcanzar la salvación y conseguir la vida eterna.

Es una forma de vida, una manera de ver el mundo que nos permite reconocer el bien y distanciarnos de los malos espíritus. Por otro lado tenemos los sacramentes, que juegan un rol importante en la vida del cristiano, siendo el medio para conectar con dios y purificar nuestras almas del pecado.