¿Cuál es el Mensaje de las Tentaciones de Jesús?

Durante su tránsito terrenal nuestro Señor estuvo sometido a una serie de excitaciones físicas, emocionales y sobrenaturales que intentaron cambiar su misión como pastor y guía espiritual de la humanidad. Así pues las tentaciones de Jesús es el tema central del presente artículo que te invitamos a leer.

LAS TENTACIONES DE JESUS

Tentaciones de Jesús

Una tentación puede definirse como prueba o seducción. Pero, también se conceptualiza como la seducción o engaño que conduce al pecado. Es el caso de Jesús que,  al igual que otros personajes bíblicos e incluso los fieles de la iglesia han sido  tentados para cometer algún pecado.

En tal sentido, las tentaciones de Jesús se refieren a las diferentes situaciones a las cuales se vio sometido nuestro Señor durante su vida en la Tierra. Las cuales intentaron a toda costa desviarle de su misión que la había sido encomendada por Dios, nuestro creador y padre de Jesús.

Con respecto a las tentaciones de Jesús, se puede decir que el hijo de Dios fue tentado de tal manera que tuvo que recurrir a la liturgia para evitar liberarse de las incitaciones que les podían conducir a cometer actos impuros que lo alejaran de la gran misión encomendada para la remisión de los pecados de cada uno de los hombres en la faz de la tierra.

Por otra parte, vale decir que las personas iracundas y el propio diablo se negaban a toda costa a aceptar a Jesús como Mesías y salvador de todos los hombres de la Tierra, por ello idearon muchas formas de tentarlo a cometer hechos que le impidieron cumplir con la tarea impuesta.

las tentaciones de Jesús

Entre las tentaciones de Jesús se pueden resaltar:

Tentaciones de Jesús por el diablo en el desierto

El diablo o Satanás hizo varios intentos por inducir a Jesús a cometer actos que le desviaran de su misión divina y espiritual para conducirlo hacia  al plano terrenal y humano.

Fueron tres las tentaciones de Jesús  propiciadas por el diablo en el desierto, las cuales tenían como objetivo principal lograr que el Mesías se rebajara al plano humano para actuar a su favor y beneficio, más que como ser omnipotente y benefactor espiritual de la humanidad. Tales tentaciones a Jesús se refieren a continuación:

Tentación de convertir las piedras en panes

Satanás tienta a Jesús para cometer actos del hombre y no de un Mesías, por ello le solicita que convierta las piedras en panes, señalándole que después de un ayuno tan extenso debe saciar su hambre.

El diablo le instó a Jesús de la siguiente manera: – Jesús tú que te crees el hijo de Dios, porque no haces el milagro de cambiar las piedras a pan y así todos nuestra hambre podemos saciar.

Pero en esta de las tentaciones a Jesús, nuestro Señor respondió: – En verdad te digo, que no solo del pan vive el hombre, porque el amor a  nuestro padre y vivir bajo sus leyes es el acto más sagrado para la humanidad.

Tentación de Jesús para la vanidad y la soberbia

Otra de las tentaciones a Jesús fue inducirlo a la vanidad y la soberbia, acá el diablo solicita a nuestro Señor que le pida a su padre Dios que le otorgue un milagro donde nadie dudara de que era el hijo de Dios.

En este caso, busca que Jesús se sienta vanidoso al intentar ganar prestigio a costa de la intervención divina del creador. Así que le motiva a lanzarse del sitio más alto del templo para que Dios lo salvara a través de un milagro.

Poder político

El poder político sobre los reinos se constituye en una de las tentaciones a Jesús ofrecidas por el  Diablo. Así pues, Satanás le ofreció a nuestro Señor convertirse en el soberano de todo el reinado judío.

Pero, Jesús con toda su bondad que le caracteriza como hijo de Dios, negó rotundamente esta posibilidad, al contrario, responde al Diablo de la forma siguiente: –Vete Satanás, acá no eres bienvenido y no necesito reinado, para saber que mi padre es el creador de todo el Universo.

Las tentaciones a Jesús ejecutadas por el Diablo, se van a suscitar a lo largo de la trayectoria terrenal de nuestro Señor, el hijo de Dios, pero él en todo momento se mantiene puro, sin desviarse de su cometido divino que le había asignado el padre como mesías de los hombres, a quienes debía salvar.

En este aspecto, las tentaciones a las cuales se veía sometido debía evitar porque él era, por una parte el Mesías de la humanidad y por la otra, tendría que mantener su creencia, su fe cristiana y todo lo que con ello trae implícito, incluso el sacrificio al cual fue sometido para alcanzar que los planes de nuestro Creador se cumplieran.

Tentaciones de Jesús por los  fariseos

Otras tentaciones a Jesús fueron las inducidas por los fariseos, quienes solicitaban al hijo de Dios un milagro, es decir, un hecho concreto como testimonio y fe de que era el Mesías, aunque su intención no era para creer en él, sino para hacerle caer en tentación. Según lo cita la Biblia en el libro de Mateo, capítulo 12, versículo 39.

Entre otra de las tentaciones a Jesús, incitadas por los fariseos en unión con los seguidores de Herodes fue intentar que el Hijo de Dios asumiera una postura política cuanto éstos le solicitaban una respuestas sobre el César, en el aspecto, que si se debe o no pagarle tributos.

En este sentido, le invitaban a asumir como líder político adoptando una postura en ese contexto social. La respuesta ofrecida por Jesús a esta tentación es citada en el Libro de Lucas, capítulo 20, versículo 25, donde señala que: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.

Tales frases ofrecidas por Jesús ponen de manifiesto que existen dos planos uno terrenal y otro celestial, donde la relación entre estado e Iglesia deben existir en completo equilibrio.

Sin embargo, la salvación que él le ofrece al hombre es la divina, la bondad y la espiritual. Por ello, sus acciones no se enmarcan de ninguna manera en un orden político.

Convertirlo en rey

Otras tentaciones a Jesús, se pueden visualizar cuando el pueblo motivado a la multiplicación de los panes que había realizado nuestro señor para calmar el hambre de todos, consideraron que este hecho era un milagro y por ende, él era el Mesías.

Lo tentaron señalando que él sería para toda la humanidad fuente inagotable de felicidad para los fariseos, es decir, le ofrecían poder político.

En este aspecto, también el rey Herodes  le tienta invitarlo a que haga algo maravilloso que nadie haya realizado, incluso los parientes deseaban que se manifestara con obras espectaculares.

las tentaciones de Jesús

A todas estas ofertas Jesús se niega rotundamente, porque sabe que su misión en la Tierra es cumplir con los designio de Dios, sin querer asumir un reinado que lejos de ser un aspecto terrenal que le compete al hombre, ser político en este caso sería un hecho vanidoso impropio de un ser celestial.

Tentación de los discípulos

Jesús cuando es tentado por sus discípulos les hace entender a ellos, que él no es el mesías terrenal, sino el hijo de Dios. Por ello, cuando estos le invitan a salvarse él deja claro que  su misión es salvar a la humanidad. Por ello, salvar de otra forma es obra del Diablo no de Dios

Tentación en la Cruz

Una de las tentaciones a Jesús más difíciles de  vencer por el hijo del Creador debido a los embates que había padecido en su tránsito terrenal, más aún en los últimos momentos, fue  en la Cruz, cuando según señala el Libro de Mateo capítulo 27, versículos del 40 al 43,  se le tienta  de la siguiente manera: “Si eres Hijo de Dios, baja de la cruz y creeremos”

A pesar de la humillación total, padecida por Jesús en la Cruz, el dolor insoportable que sólo él por ser el mesías fue capaz de aceptar. Cristo, ser omnipotente lleno de luz, sin olvidar su misión terrenal soportó hasta la muerte para enseñar al ser humano a actuar sobre el camino del bien.

Te invitamos a visitar los siguientes enlaces:

Quinto misterio: El joven Jesús perdido en el templo

Historia de Jesús y la Samaritana

Enseñanzas de Jesús de Nazaret en la Biblia

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