¿Cómo estudiar la biblia para un buen provecho cristiano?

¿Cómo estudiar la biblia? Esta es la pregunta que se hacen cristianos y personas que desean saber de Dios. Si deseas saber porque la Biblia es tan importante, cómo puedes aprender de ella, si es confiable o no, definitivamente tienes que leer este artículo.

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¿Cómo estudiar la biblia?

¿Cómo estudiar la biblia? Ya será una pregunta del pasado, porque aquí te explicaremos paso a paso como puedes estudiarla, qué técnicas te permiten una mejor comprensión de ella y cómo puedes sacarle el máximo provecho a esta guía de Dios para tu crecimiento espiritual.

Obviamente, todos hemos escuchado que debemos leer la Biblia, que en ella, está contenida la palabra de Dios, que la Biblia es el camino que Dios nos ha dejado trazado para que le sigamos y vivamos de acuerdo a su voluntad, pero ¿cómo estudiar la biblia?

La pregunta del millón, ¿Cómo estudiar la biblia católica? Estudiar la Biblia no debe ser una lectura por obligación o sin intención de aprender, sino más bien una lectura profunda, reflexiva, que nos permita aprender de ella, de la vida de Jesús y poder seguir su ejemplo.

¿Cómo estudiar la biblia? Sencillo, disponiéndonos y dedicándole un tiempo a Dios y a nosotros mismos para ello, para conocerlo cada día más, para escuchar su palabra y encontrar la fortaleza que necesitamos en los momentos de dificultad o cuando no encontramos claridad.

Existen muchísimos métodos que nos ayudan a comprender cómo estudiar la biblia cristiana y no morir en el intento. Explicaremos cada uno de ellos paso a paso más adelante y con el detenimiento y la importancia que cada uno merece.

Las opiniones sobre ¿Cómo estudiar la biblia? Son muy variadas, por lo que en este artículo te compartiremos una guía completa con diversos métodos para que de acuerdo a ellos decidas cual es la mejor opción para ti.

En realidad, no existe una manera “correcta” de leer la Biblia, como mencionamos anteriormente, debemos hacerlo como mejor se adapte a nosotros, como nos sintamos cómodos y nos permita aprender sobre nuestro Maestro Jesús y crecer espiritualmente.

Entonces ante la interrogante ¿Cómo estudiar la biblia? Simplemente ten presente que es un libro sin instrucciones, no nos expresa por donde comenzar pero sin duda hay que leerlo todo y con el detenimiento y la importancia que se merece.

Si nunca has leído la Biblia o eres nuevo en la fe, una de las mejores maneras en las que puedes estudiar la Biblia es empezando por el Nuevo Testamento. Quizás, has escuchado algunos versículos de la Biblia, has escuchado canciones, y te ha empezado a llamar la atención conocer a Jesús y su palabra.

Obviamente, esta nueva semilla de curiosidad que va creciendo viene acompañada de la pregunta ¿Cómo estudiar la biblia? Como mencionamos, una de las maneras más sencillas si nunca la has leído es empezar por el nuevo testamento, pero ¿cuál es la razón?

Cuando empezamos por el Nuevo Testamento, lo primero que nos vamos a encontrar es el libro de Mateo, el cual, nos habla de la genealogía de Jesús, ¿cuál es su origen? ¿cómo fue su nacimiento? ¿cuál es su ministerio y su evangelio?

Es decir, la creencia de todo buen cristiano, de todos los hijos de Dios, cuál es el fundamento de su fe. También nos revela, el como Jesús y el Padre nos aman de manera infinita y que a pesar de ser pecadores, Dios Padre nos envió a su hijo para que muriera por ti, por mí y por cada uno de los hombres en la tierra para salvarnos.

Gracias a ese sacrificio y a la demostración de su poder incluso ante la misma muerte, Jesús nos ha salvado y nos ha prometido vida eterna a todos aquellos que creamos en él, en su palabra, en su vida, en su muerte y en su resurrección.

Ahora, nosotros tenemos la opción de poder salvarnos, de no ser condenados por toda la eternidad, sino más bien de disfrutar una vida eterna junto a nuestro Padre, una vida eterna llena de gozo, felicidad y amor por toda la eternidad.

Entonces, ¿Cómo estudiar la biblia? Por el principio, conociendo a Jesús, su vida, obra y palabra. Comprendiendo que nos ama infinitamente y es misericordioso y que siempre podemos redimirnos, pedirle perdón por nuestros pecados, ser perdonados y recibidos con los brazos abiertos el día de nuestra muerte.

Que buenas nuevas el saber que Dios siempre está con nosotros, que no nos abandona y que no importa nuestros pecados o errores del pasado, Dios nos ofrece cambiar, seguir su ejemplo y tener una vida completamente diferente, una vida nueva.

Dios, a través del Espíritu Santo, nos permite renovarnos constantemente, nos permite tener una comunicación íntima con él, pedirle perdón, así como hacemos con nuestros Padres aquí en la tierra, y al igual que ellos él nos perdona y nos recibe amorosamente siempre.

En conclusión, ¿Cómo estudiar la biblia? De Mateo a Apocalipsis, porque los primeros libros del Nuevo Testamento son los evangelios y nos hablan del evangelio de la vida de Jesús, pero evidentemente desde perspectivas distintas porque son autores distintos quienes lo relatan.

Por supuesto, cada autor, le da su toque personal, su perspectiva y eso es lo que hace la Biblia tan rica y deliciosa de leer. Algunas personas también suelen anotar las diferencias y similitudes entre cada una de estas historias, dejándonos con ganas de más y seguir aprendiendo sobre Jesús.

Para estudiar la biblia lo único que necesitamos es disposición de entenderlo a profundidad, de dedicarle el tiempo suficiente a leerlo una y otra vez para comprender en cada nueva lectura algo distinto.

¿Qué es la biblia?

Antes de empezar a desarrollar a profundidad ¿Cómo estudiar la biblia? Es importante comprender ¿qué es la Biblia?

La Biblia es uno de los libros más influyentes de la historia, tanto es así que es considerado un libro sagrado. La Biblia, explora grandes interrogantes, por ejemplo ¿por qué existimos o cuál es nuestro origen?

La Sagrada Biblia ha inspirado a muchas personas a hacer cosas asombrosas y ha confundido a muchos otros. Probablemente, en tu casa o en casa de algún amigo haya guardada una por allí y surgido la pregunta ¿Cómo estudiar la biblia?

La Biblia posee sesenta y seis (66) libros y está dividida en dos: antiguo testamento (antes de Jesús) y nuevo testamento (después de Jesús).

El Antiguo testamento nos habla sobre la creación, ¿cómo fue el pueblo de Israel elegido? Nos habla también sobre las obras y profecías de Jesús que faltan por venir, personas que descienden del linaje de Jesús, sus antepasados.

También, el antiguo testamento está colmado de salmos, proverbios y hechos históricos, por decirlo de una manera más sencilla. Por otro lado, el nuevo testamento nos habla principalmente de la vida del Maestro Jesús.

El Nuevo testamento nos muestra profecías que se han cumplido, así como también algunas que aún no se han cumplido pero que sin duda, se cumplirán, pues son la palabra de Dios. Y nos habla sobre su vida, su ministerio, muerte y resurrección, ¿qué sucedió luego de Jesús y qué es lo que está por venir?

¿Sabes por qué Dios es misericordioso y bondadoso? Porque es nuestro Padre, porque nos ama, porque incluso cuando nos pone a prueba no lo hace por mal, sino para que aprendamos y seamos más fuertes, para que le demostremos nuestro amor y devoción.

Dios, es el camino para dejar de seguir atados a nuestro pasado, gracias a él, tenemos la oportunidad de surgir, de ser felices, de vivir plenamente y no encadenados a nuestros errores o a nuestros pecados, y eso, es una noticia que debemos compartir con gozo.

Gracias al sacrificio de nuestro amado Jesús ahora podemos restaurarnos, sanar nuestras heridas, disfrutar de un nuevo corazón y de una comunión con nuestro Dios Padre y la oportunidad de una vida nueva, y todo eso, podemos descubrirlo a través de la Santa Biblia, de la palabra de Dios.

Salmos que nos hablan sobre la Biblia

Existen diversos salmos que nos hablan sobre la Biblia, la palabra de Dios y sobre su palabra pura, sobre que estas enseñanzas y mensajes no pueden ni deben ser modificadas por ningún hombre.

Por el contrario, las enseñanzas de Dios deben ser mantenidas y profesadas de generación en generación. Entre ellas, podemos destacar:

  • Salmo 12:6
  • Salmo 18:30
  • Salmo 119:89
  • Mateo 4:4
  • Juan 10:35

Estos salmos también nos expresan que la palabra de Dios debe obedecerse, no ser quebrantada bajo ningún concepto y que además, son nuestro alimento para el alma.

Así como alimentamos nuestro cuerpo para mantenerlo sano, fuerte y que funcione correctamente, también debemos alimentar nuestro espíritu, pues Dios nos pide que nuestra fe se mantenga fortalecida y la mejor manera de hacerlo es a través de su santa palabra.

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El Antiguo y Nuevo Testamento

La Biblia, es en realidad una pequeña biblioteca de libros que surgieron todos del antiguo pueblo de Israel, y en cierto sentido, ellos eran como cualquier otra civilización antigua, sin embargo, entre ellos, existían unas personas “especiales” conocidos como profetas.

Estos profetas, no veían la historia del pueblo de Israel como ordinaria, sino más bien como extraordinaria, como una parte esencial de lo que Dios estaba haciendo por toda la humanidad, además, estos profetas escribían en Hebreo historias fantásticas.

Eran maestros de la metáfora y la narrativa, por lo que utilizaron estas técnicas para explorar las preguntas más complicadas de la vida, acerca de la muerte y la vida y las luchas constantes como seres humanos, por lo que existen diversidades de autores en la Biblia.

Lo impresionante, no son las historias en los textos, sino en que estos, fueron escritos en un periodo de mil años, por lo que nos había manera de que conocieran sus respectivas narrativas y aun así, muchas de sus historias poseen cosas en común.

Empieza con los orígenes de Israel en Egipto, su reino, y luego, su primer templo. Estos, fueron conquistados por los Babilonios y fueron exiliados. Luego, muchos de los Israelitas regresaron a sus respectivos pueblos y empezaron a construir sus propios templos.

Con estos “segundos templos” empezaron a reformar su identidad y es en este punto cuando la escrituras judías empezaron a tomar forma como las conocemos hoy en día. Entonces, la biblia judía ¿qué hay en ella?

En Hebreo es conocida bajo el acrónimo Tanak, «Ta», de torak, en ocasiones conocida como “la ley”, esta incluye los primeros cinco libros con la historia del nacimiento de Israel: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.

Por su parte, la letra “N” es por Nevi’im, una palabra Hebrea que se traduce como “Profeta”. Esta sección contiene los libros históricos que cuentan la historia de Israel desde el punto de vista de cada uno de los distintos profetas: José, Samuel, Leyes.

Y luego, contiene, los mismos libros poéticos de los mismos profetas: Isaías, Jeremías, entre otros.

Finalmente, “Ak” es por Ketuvim, una palabra Hebrea que traducida significa “escritura” y contiene una colección diversa de libros poéticos, libros de sabiduría y libros con gran narrativa: Salmos, Proverbios, Job, Rut, Crónicas, entre otros.

Obras literarias del Segundo Templo

El pueblo Judío cree que a través de todas estas obras literarias Dios se comunica con nosotros. También, existían una gran cantidad de otras obras literarias que estaban siendo producidas durante el periodo del “segundo templo” y un grupo realmente diversos de textos.

Estas obras literarias (Macabeos, Tobías, Judith, Sabiduría, Sirácides, entre otros) eran también sumamente valoradas por las distintas comunidades judías, lo que a su vez, generaba un gran debate en estos tiempos antiguos.

Muchos se preguntaban si estos textos debían o no ser incluidos como parte de las escrituras contenidas en la Sagrada Biblia, por lo que podemos decir que existen diversos tipos de textos escritos en un periodo de tiempo bastante prolongado.

Cuando nos preguntamos ¿Cómo estudiar la biblia? Y empezamos a leer a partir del nuevo testamento empezamos entonces a conocer a Jesús, a su palabra, sus apóstoles y algunas profecías del Antiguo Testamento, por lo que poco a poco podemos ir atando cabos y comprendiendo mejor todo.

Es importante destacar, que la Biblia ha sido escrita por muchísimas personas y además en distintos tiempos, que luego fueron juntados en un único texto, el cual dio como resultado “La Santa Biblia”.

El Nuevo testamento nos habla también sobre el fin de los tiempos, de los sucesos previos a esos últimos días. Luego de haber leído el Nuevo Testamento, regresa al Antiguo Testamento y simultáneamente lee una vez más el Nuevo Testamento, esto te dará una nueva perspectiva y te ayudará a comprender mejor cada suceso.

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¿Qué contiene la biblia que conocemos hoy en día?

Luego del Nuevo Testamento, al final de los evangelios nos relata sobre las cartas que los apóstoles escribían a las primeras Iglesias y fueron quienes de alguna manera fundaron las bases del cristianismo como lo conocemos hoy en día.

Después de la venida de Jesús llega el cristianismo, y con el, una especie de “acceso especial” en el que cualquier persona puede empezar cuando desee a conocer a Dios, conversar con él, y no es exclusivo de los Israelitas.

La pregunta del millón es: ¿por qué juntaron los libros de la manera en la que lo hicieron? Porque cada uno de ellos cuesta una historia bastante épica, en la que nos muestra de diversas maneras como Dios obra para atraer orden y belleza al caos de nuestro mundo.

Todo este caos, se dice que finalizará con la llegada de un líder, un mesías, que vendría a transformarnos desde el corazón y a renovar nuestras vidas y toda la creación, sin embargo, el tanak termina y este “líder” nunca llegó.

Siglos después, un profeta llamado Jesús de Nazaret entra en escena y afirmaba que estaba continuando la historia inconclusa del tanak, así que realizó milagros y compartió sus enseñanzas, para finalmente, morir en la cruz.

Sus seguidores, afirmaban que Jesús había resucitado de entre los muertos y que en realidad, él era ese líder, ese mesías del cual todos habían escuchado y esperaban desde hace siglos con gran fe y devoción, por lo que sus primeros seguidores, los apóstoles, escribieron e incluyeron nuevas obras literarias sobre Jesús, su vida, obras y enseñanzas.

A estas obras, las llamaron “buenas nuevas” o evangelios, e incluso, conformaron un libro llamado “Hechos”, que nos habla sobre como el movimiento de Jesús se extendió por todo Israel y fuera de este. Posteriormente, compartieron cartas a las diferentes comunidades de Jesús a lo largo y ancho de todo el mundo antiguo.

Los apóstoles, consideraban estos escritos y cartas como parte de las escrituras sagradas y escribieron todo esto como el cumplimiento de esta historia épica que encontramos en el “Tanak”, y además, estaban continuando la historia que siglos atrás había quedado inconclusa.

Con el genio literario de la tradición judía, estos también creían que era una manera de Dios para comunicarse con su pueblo a través de estos textos, al igual que por las escrituras de Israel, así que esto es un pequeño resumen de todo lo que podemos encontrar en el Antiguo y en el Nuevo Testamento.

Sin embargo, existían algunas diferencias de opiniones respecto a estos libros, por lo que podemos decir que existe el tanak o Antiguo Testamento (Arameo y Hebreo), tenemos otras obras del segundo tiempo (Griego y Hebreo) y finalmente, las escrituras de los apóstoles (Griego) o Nuevo Testamento sobre la vida de Jesús.

Evidentemente, esta es demasiada literatura, entonces ¿qué hay realmente en la Biblia que conocemos en la actualidad?

Durante más de dos (2000) mil años el movimiento cristiano ha tomado formas y caminos diferentes, sin embargo, desde el inicio, todos los cristianos conocen tanto el tanak como las escrituras del Nuevo Testamento.

Es por ello, que durante siglos, mucha de la literatura que contenía el periodo del segundo templo era contenida en la tradición bíblica. La Iglesia Católica por ejemplo, eventualmente, la hizo oficial y llamó algunos libros de esta colección “libros Deutero-canónicos”.

Algunas Iglesias ortodoxas, utilizaron incluso más libros de la literatura del segundo templo. Luego, en el siglo XVI durante la reforma, los cristianos protestantes, quisieron regresar a las escrituras más antiguas de los profetas y apóstoles, por lo que aceptaron únicamente el Antiguo y Nuevo Testamento.

¿Podemos confiar en lo que dice la Biblia?

La respuesta es sí y existen miles de evidencias que lo comprueban, pero sin duda la prueba más verídica de que podemos confiar plenamente en todo lo que dice la Biblia es que es inspirada por el Espíritu Santo.

¿Qué quiere decir que la Biblia está inspirada en el Espíritu Santo?Que muchísimas personas la escribieron en distintos tiempos, y no solo eso, sino que muchos antes de la llegada de Jesús ya muchas personas predicaban su palabra.

Evidentemente, los primeros cristianos que leyeron la Biblia podían afirmar, e incluso, dar fe de que lo que contenían dichas escrituras eran ciertas, pero luego de siglos, en estos tiempos modernos puede surgir la duda.

Por ello, a continuación,compartiremos tres motivos irrefutables, que nos confirman que la Biblia es absolutamente real y confiable.

Pruebas de que la Biblia es fiable

Como mencionamos anteriormente, existen tres pruebas que resultan irrefutable y que fortalecen la fe de todo cristiano o persona que desee aprender sobre Dios.

  1. La cantidad de textos o manuscritos
  2. La calidad de dichos textos o manuscritos
  3. El intervalo de tiempo entre los primeros textos conocidos o «textos originales» y los más recientes.

A pesar del lapso de tiempo, poseen muchas historias en común ¿cómo se puede explicar esto? Solo de una manera: fueron inspirados por el espíritu santo y por tanto son verídicos y fiables.

Sobre las traducciones

Muy pocos pueden decir que saben leer Griego o Hebreo, por lo que quizás, esto puede generar algunas dudas sobre si las traducciones son o no fiables de todo, sin embargo, lo más importante es tener la disposición de aprender sobre Dios y su palabra.

Maneras de estudiar la Biblia

Como mencionamos al inicio de este articulo existen diversas maneras para comprender ¿Cómo estudiar la biblia? A continuación, explicamos algunos métodos que pueden ser de tu interés.

Algo que debemos tener siempre presentes es que la Biblia no debe leerse solamente, sino comprenderse, leerse a profundidad y de manera reflexiva, así como poner en práctica cada uno de sus aprendizajes.

No se trata de leer y profesar, sino de aplicar en nuestra vida, es una teoría llevada a la práctica, por decirlo de manera más sencilla.

El objetivo de estudiar la Santa Biblia es y debe ser escuchar a Dios, interiorizar los mensajes que desea transmitirnos en cada texto y comprender el contexto en que se expresa.

Si te has preguntado ¿Cómo estudiar la biblia? entonces no te preocupes, que te compartiremos diversos métodos para hacerlo.

Estrategia general

Este primer método es bastante simple pero no por ello deja de ser efectivo. Solo deberás seguir los siguientes pasos:

Plan de Estudio

Inicia creando un plan de estudio, es decir, estableciendo un horario, lugar y días específico para ello. Puedes utilizar un calendario si prefieres para que te planifiques muchísimo mejor y nada interrumpa ese momento entre Dios y tú.

Para que sea mucho más efectivo el estudio de la Biblia, te recomendamos tener un diario, puede ser un cuaderno que dediques a ello y anotes todo lo que te parece importante: salmos, versículos, historias, palabras que no comprendas, e incluso dudas.

Esto te servirá a modo de registro personal y hará el estudio mucho más dinámico, generando en ti esa sensación de continuar aprendiendo cada día más, conociendo más a Jesús, su vida y el amor de este y su Padre a sus hijos.

Consigue una Biblia

Por supuesto, debemos tener nuestra propia Biblia para poder llevarla con nosotros a donde deseemos y poder leerla o encontrar incluso las palabras adecuadas en ella.

La Biblia es un libro sagrado, maravilloso, en el que no importa si aún no lo conoces, en donde lo abras Dios tiene un mensaje para ti, para esa circunstancia que estás atravesando.

Importante, antes de escoger cualquier Biblia seamos cuidadosos. Evitemos Biblias que no hayan sido traducidas del Hebreo o Griego, ya que estos son los idiomas originales- Aquellas traducidas directamente del latín, no son tan confiables a nivel de traducción.

Otra recomendación, es asegurarnos de haber comprendido completamente el plan de Dios, cada pasaje, cada palabra, además de comprobar que este correcta.

Por ejemplo, si hay un versículo, pasaje, salmo o cualquier otro que nos haya llamado la atención, verifiquemos antes en internet que este correcta la traducción y que sea el mismo mensaje.

 

Estudia la Biblia con actitud de oración

Así como nos disciplinamos en la oración, en comunicarnos con Dios, así debe ser la lectura de nuestra Biblia, lectura, oración y práctica. Una tarea diaria, un nuevo hábito incorporado a nuestra vida. Pide a Dios que te permita comprender su palabra, su mensaje, que te de la sabiduría para comprenderle.

Empieza por el Nuevo Testamento

Ya hemos explicado anteriormente el porqué. Primero, debemos conocer su vida, su obra y palabra, para luego comprender el porqué de cada una de las circunstancias y personas involucradas en cada historia, en cada hecho.

Empieza por la lectura de Juan

Dentro del nuevo testamento empieza por el libro de Juan, este es el evangelio más sencillo de leer si nunca has tenido la oportunidad de leer la Biblia. Es como una preparación para las otras lecturas.

Puedes leer cada día al menos tres capítulos. Haz de la lectura y la oración un hábito en tu vida cotidiana.

Elige temas a estudiar

En mucha Biblias el índice de temas puede ser un gran aliado para nosotros. Luego de decidir el tema con el que deseas iniciar dale una hojeada general, lee de manera fluida, sin análisis, solo lee, y luego, cuando hayas leído completamente, analiza uno a uno.

Técnicas de estudio

Este segundo método de ¿Cómo estudiar la biblia? Se enfoca un poco más en esas dudas que pueden surgir de la lectura, por ejemplo, palabras que no comprendamos, personajes desconocidos, dudas sobre alguna historia. Anota todo lo que consideres relevante al respecto.

Un diccionario a la mano

Tener un diccionario a mano puede ser un gran aliado para este método de estudio. Úsalo, cada vez que no comprendas alguna palabra, esto te dará una mayor y mejor comprensión de tu lectura.

Consigue una libreta de apuntes

Una vez más, anotar todo lo que consideremos relevante es una manera de poder guiarnos y tener un registro diario de tu progreso, de lo que vas comprendiendo, es similar a un diario personal, pero este es un diario de los aprendizajes de Dios.

En esta libreta también puedes hacer preguntas que consideres, por ejemplo, ¿quién era “x” personaje? ¿cuál era su rol? ¿qué mensaje transmitía?

Subraya cosas importantes o que te llamen la atención en tu Biblia

Esto puedes hacerlo directamente en la Biblia o utilizar tu cuaderno de apuntes. Entendemos que muchas personas no les gusta rayar libros, así que una vez más, cobra importancia tener nuestro libro de apuntes.

Utiliza las referencias cruzadas y las notas a pie de página si tu Biblia las tiene

Algunas Biblias poseen ciertas referencias cruzadas, es decir, un mensaje que podemos encontrar en Mateo por ejemplo, lo encontramos también en Jeremías.

La Biblia nos muestra estas referencias con números que podremos buscar y comprobar que efectivamente, es un mismo mensaje.

Ejemplo: 9a Rom 3:25, 9b Rom 1:18 y así sucesivamente.

En cuanto a los pies de página, podemos encontrarlas al final de una página, y estas pueden contener ideas, historias o conceptos con sus respectivas explicaciones.

Sigue la referencia de estudio de tu Biblia hasta llegar nuevamente al punto inicial

Quizás el título es un tanto extenso y puede generar confusión, pero dicho de manera simple, es que una vez que hayas decidido el tema de estudio, lee de manera rápida y sin análisis alguno ese libro y luego, regresa nuevamente al inicio de este.

En esta segunda lectura, si nos tomaremos el tiempo necesario para realizar todas nuestras anotaciones y realizar un análisis de todo lo que ese libro desea transmitirnos.

Escribe diariamente

Tu cuaderno o libreta de apuntes está allí para que le saques el máximo provecho. Anota todo lo que consideres importante y en tu oración diaria agradece a Dios por cada nuevo aprendizaje o pídele perdón si consideras que cometiste alguna falta.

Evita las distracciones

Recuerda que este es un momento especial, íntimo y sagrado para ti y para Dios, para que nada interrumpa este momento, apaga tu celular o colócalo en vibración y dedícate ese tiempo para ti, para aprender de Dios, adiós al celular, a la tv y todo aquello que te pueda interrumpir ese momento sagrado.

Con otros

Este tercer método de ¿Cómo estudiar la biblia? es quizás uno de los preferidos por los jóvenes, ya que se torna un tanto más dinámico y entre todos los involucrados, puede ayudarse y aportar ideas sobre lo que aprendieron, y esto hace que la lectura sea mucho más enriquecedora.

Encuentra tu grupo de estudio

Por supuesto, el primero paso lógico de este método para estudiar la biblia es definir nuestro grupo de estudio. La Biblia puede ser bastante extensa y un tanto complicada de comprender cuando se lee por primera vez, así que contar con otros, te dará perspectivas distintas y te mantendrá motivado.

Comparte con tus compañeros de estudio tus aprendizajes y experiencia

Somos seres sociales y como tal, el compartir con otros lo que nos ocurre, especialmente esas experiencias maravillosas como el conocer a Dios deben con mayor razón compartirse.

También, puedes conversar con aquellos miembros que ya hayan leído la biblia varias veces y tengan más experiencia, aprende de ellos y consulta tus dudas, estarán encantados de apoyarte y orientarte.

No tomes literal lo que otro diga sobre una lectura

Recuerda que son opiniones, puntos de vista y no de una realidad, la única realidad y verdad está contenida en la Biblia. Toma la experiencia y palabra de otros como guía, pero nunca como un hecho irrefutable.

No existe nada más enriquecedor que aprender de otros, compartir nuestras ideas y que exista una sinergia, una retroalimentación, eso es maravilloso, pero todas nuestras experiencias, creencias y compresión de una lectura, son justamente eso, perspectivas, opiniones personales, generadas desde nuestra propia experiencia.

Una de las cosas que hace tan rica a la Biblia es que está redactada de tal forma que cada persona que la lee siente que fue escrita para ella, que puede ayudarnos a solucionar nuestros problemas, que cada mensaje de Dios es para nosotros, y en cierto punto, es así.

No debemos caer en el error de tomar literal lo que digan otros. La única verdad es la palabra de Dios.

Programa tu lectura

Finalmente, llegamos al método número cuatro, el último método el que te explicaremos como puedes leer y estudiar la biblia, aprender de ella y aplicar todo lo aprendido en tu día a día.

Decide el orden

El primer paso para que este método sea exitoso es definir cuál será nuestra lectura inicial. Puedes iniciar desde el Antiguo o el Nuevo Testamento, algún libro que te haya llamado la atención, lo importante, es que definas tu propio orden.

Quizás, estás atravesando un momento difícil y necesitas encontrar consuelo o fortaleza, Mateo 5:4, Corintios 1:3-4, Romanos 8:26, podrás encontrar alguno de ellos.

Tal vez, tienes problemas familiares, alguna dificultad personal o cualquier otra dificultad que puedas tener, en la Biblia, siempre podrás encontrar esa motivación y las palabras adecuadas para resolverlo.

Sanar, también es parte de este proceso de aprendizaje y de conocer a Dios, de renovar nuestros corazones y vidas.

Es importante tener siempre presente que cada versículo contenido en la Biblia destaca una parte de la vida de Jesús, una vez más desde su perspectiva personal.

Mateo, habla de Jesús como un Rey, Marcos, lo define más bien como un Maestro (muchos investigadores e historiadores creen que Marcos es en realidad, el hijo de Pedro).

Lucas, revela a Jesús como hombre, como uno más de nosotros aunque con cualidades inexplicables. Y Juan, nos habla de Jesús como un Dios.

Como vemos, cada uno de ellos percibe a Dios de manera distinta y revela una faceta de él en base a su experiencia o a su profesión, como el caso de Lucas quien fue un médico muy reconocido.

Juan, fue el último evangelio que fue escrito y los evangelios de Lucas y mateo son considerados “evangelios sinópticos” ya que poseen una historia bastante similar, cada uno de ellos nos revelan aspectos distintos de la vida y obra de Jesús.

El evangelio de Juan es un libro bastante completo y rico, que incluye cantidad de detalles que Mateo, Lucas y Marcos no incluyeron en sus textos.

Es por ello, que en muchas ocasiones, se recomienda empezar por aquí, para tener una visión mucho más general de Jesús, su vida y obra.

Hechos luego de Juan

Mejor conocido como “hechos de los apóstoles” es una especie de recopilación de todos los hechos de la vida y obra de Jesús.

Este “Hecho de los apóstoles” contiene ese origen de la Iglesia, el cómo se formó, cuál es su esencia más real y de la cual se ha ido desarrollando todas las doctrinas que conocemos en estos tiempos modernos.

El autor de este libro fue Lucas, quien obviamente, también redacto el evangelio de San Lucas y nos narra toda la historia e inicios de la Iglesia Cristiana, descrita en el Nuevo Testamento.

Lee las cartas de Gálatas hasta Filemón

Estas cartas son un total de seis (6), tres (3) de Pablo a algunas congregaciones que había tenido la oportunidad de visitar, y otras tres (3) a sus compañeros Filemón, Tito y Timoteo.

Podemos iniciar leyendo la carta a los Romanos, la cual, nos relata el camino a nuestra salvación. Luego, continuamos con las cartas a Corintios, esta nos habla sobre el Espíritu Santo, sus dones y bendiciones, el cómo se desarrolló la doctrina hacia este.

Finalmente, terminamos con las cartas de los Hebreos a Judas, que nos enseñan el camino que Dios ha trazado para sus hijos cristianos para mantener fortalecida nuestra fe y revelarnos la verdadera esencia del cristianismo.

Si ya has leído la Biblia anteriormente, puedes incluir Revelación, por el contrario, si has decidido leerla por primera vez entonces deja esta parte para después, puedes conversarlo o consultar con una persona que ya tenga experiencia y conozca a profundidad la Biblia.

Ahora vamos con el Antiguo Testamento

Puedes comenzar leyendo en grupos de tres (3) capítulos para que no resulte tan pesado. Tanta información, puede más bien saturarnos y no es la idea. Vayamos poco a poco.

Podemos iniciar con el libro del Génesis, luego, continuar desde el Éxodo hasta Deuteronomio, continuar con Josue y seguir hasta Ester, y finalmente, los grupos de libros que incluyen poesías y sabiduría.

Luego, podemos seguir con los siguientes textos:

El libro de Job: Conocido como el libro más antiguo y nos revela con cantidad de detalles la relación entre Dios y el hombre. También contiene gran cantidad de prácticas que podemos aplicar en nuestro día a día para mejorar nuestra relación con Dios y vivir de acuerdo a su voluntad.

Los Salmos: Son las escrituras sagradas de Dios para su amado pueblo de Israel, son estas escrituras o leyes que hoy en día han sido adaptadas a los tiempos modernos.

La canción de Salomón: Mejor conocida como “El cantar de los cantares”. Escrita por el mismo rey Salomón en su juventud. Este Rey llegó a ser considerado el hombre más rico y sabio de todo el mundo, pero joven estuvo perdidamente enamorado y de allí nace esta canción.

Los proverbios: También escritos por el Rey Salomón, sin embargo, estos fueron redactados cuando ya era Rey e incluyen toda su sabiduría.

Eclesiastés: Escrito a puño y letra por el Rey Salomón, en donde nos muestra su debilidad como ser humano, como pecador.

En estos textos nos relata su vida como hombre, como un hombre que bebía mucho vino, se aprovechaba de las mujeres, las utilizaba como objetos para su propio placer, pero que en un punto comprende que esto no es más que vanidad en su estado más puro.

Por tanto, Eclesiastés también nos muestra todo aquello que nos aleja del camino de Dios y debemos evitar para no desobedecer su palabra.

Libros de sabiduría y poesía: Inician con los conocidos como “profetas mayores”: Lamentaciones, Isaías, Ezequiel, Jeremías y Daniel. Luego, vienen otros doce (12) “profetas menores” finalizando el Antiguo testamento.

Recomendaciones Finales

No te sientas frustrado(a) si al inicio no puedes leer la Biblia todos los días, es normal, no te presiones, simplemente trata de ser lo más disciplinado que puedas.

Más importante del tiempo es el compromiso y dedicar el tiempo suficiente a comprenderla y estudiarla.

Es importante aprender de la palabra, pero también aplicarla en nuestra vida.

Antes de iniciar cualquier lectura de la Biblia, pídele a Dios que te de sabiduría para comprender su palabra y dale gracias por permitirte aprender de él, de su vida, de su ejemplo e inspirarte a ser mejor cada día.

Comprométete con la lectura.

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