Una de las más importantes batallas que todo cristiano ha de enfrentar es su lucha contra el miedo. Los temores irracionales nos fuerzan a vivir existencias irresponsables o nos impiden realizar lo que es responsable y ser osados al compartir nuestra fe. El miedo a Dios es el único miedo que puede vencer todos los otros miedos. Aquí te dejamos a continuación esta oración para quitar el miedo.
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¿Cómo Orar Cuando Sientes Miedo?
Es humano sentir temor, por ello no ha de extrañarnos que hasta la persona más poderosa o más adinerada haya sentido miedo alguna vez en su vida y haya buscado como vencerlo. A continuación te ofrecemos una oración que te ayudara a superar tus miedos:
Dios, Hoy tengo la necesidad de hablar contigo con humildad de pobre, con corazón debilitado pero completamente leal.
Padezco, Señor, porque siento temor, mucho temor, más que alguna vez. Yo no entiendo por qué, o mejor, sí entiendo por qué: ya que Tú, Dios, amorosamente lo quieres. Y yo lo admito.
Pero igualmente oigo tu voz amistosa: «No tengas temor, no se consterne tu corazón.
Soy yo. Yo me quedare a tu lado hasta el fin.» Has de repetírmelo siempre Señor, y en los tiempos más dificultosos, acerca a mí alrededor almas muy humildes que me lo recuerden por ti.
Siento temor, Señor, mucho temor. Temor de no entender a mis hermanos y pronunciarles las palabras por ellos necesitadas.
Temor de no saber charlar, de no saber escoger bien a mis amistades, de no saber ordenar mi vida, de no saber organizarme, de dejarme someter por una u otra persona,
de no ser lo adecuadamente seguro, como lo de ser todo padre y esposo, de no saber enmendar a tiempo, de no saber padecer en silencio, de preocuparme demasiado por las cosas, y aún así, estoy claro de que algo irá mal. Por ello, Dios, te pido tu ayuda.Me hace bien sentirme humilde, muy poco, muy inservible y penitente. Ahora siento hondamente mis pecados. He faltado mucho en mi existencia y tú, Señor, continúas buscándome y adorándome.
Pero te reitero, sigo sintiendo temor, mucho temor. No lo sentiría si fuese más humilde.
Yo creo que temo la posibilidad de fracasar Temo equivocarme, particularmente, luego de que me aguardaron tanto. Pero no considero que Tú igualmente fracasaste,
que no todos admitieron tus enseñanzas. Muchos te abandonaron porque «les parecía duro» e ilógico tu proceder.
Jamás te fue bien, Señor: te fueron muy críticos siempre y quisieron despeñarte.
Si no te asesinaron antes fue por temor al pueblo que te secundaba. Pero te repudiaron los sacerdotes; te engaño Judas; te negó Pedro; te dejaron en abandono todos tus discípulos ¿y no padecías entonces?Y yo, ¿deseo ser más que el Maestro y ser más afortunado que mi Señor?
Jesús, has de enseñarme a decir que sí y a no dejarme vencer por el miedo.
Cuando un hijo se dirige a su padre con humildad y absoluta confianza, lo obtiene todo de él. Todos necesitamos seguridad y estamos en su búsqueda. Nos da temor cuando no hay certeza, al perder nuestras seguridades o cuando se ven desafiadas o disminuidas.
Te otorga confianza un buen trabajo, ser aceptado por los demás, las cosas con que cuentas, los amigos que te amparan, un ambiente conocido, tus destrezas, tu capacitación profesional, tus promociones, el dinero, obtener reconocimientos y dignidades, ser preguntado, recibir cuidados, tu casa, una apropiada salud, etc.
Cuando se colocan en peligro nuestras seguridades nos da temor. Se derriban o reducen nuestras seguridades y corremos el peligro de abatirnos. Al suceder esto nos hallamos en la posición del humilde, del que jamás ha poseído nada o del que lo ha dado todo por perdido y depende plenamente de la gratuidad del amor del Señor.
Oración para Liberarte del Miedo, la Angustia y el Dolor Emocional
Hoy más que ayer, los cristianos hemos de convencernos de que no se puede ser cobarde ni miedoso. Hemos de dar la batalla hasta que dejemos nuestro suspiro final. Hemos de ser personas capaces de encarar la prueba y de derrotarla. Para ello, Dios nos ha equipado a cada uno con talentos y competencias.
Todos nosotros contamos con la fuerza y el poder, otorgado por Dios, para superar todas las dificultades. Hemos de esforzarnos por derrotar ese problema y esa situación que nos está haciendo daño. Reflexiona: si son muchos los que han podido salir avante, ¡tú igualmente lo puedes alcanzar!
Únicamente se necesita creer en lo que el Señor puede hacer en tu existencia. Toma el control de tu vida en este instante, aprovecha las ocasiones que el Señor te ha otorgado. ¡Afiánzate a su amor!
Oración para Quitar el Miedo
Señor, sé claridad en mi mente, sosiego en mi corazón, erudición en mis decisiones, amor en mis relaciones. Me haces falta, sólo Tú tienes el poder de aplacar mis penas. Sólo en Ti he depositado mi esperanza, sólo en Ti habré de hallar un lugar donde ampararme y así no dejarle espacio al miedo y a las diferentes formas del mal.
Numerosos miedos son los que me agreden a diario. Por ello, hoy, he de reconocer ante Ti que estoy colmado de miserias, y asisto a Ti como amigo y hermano, para que me colmes de tu alegría y tu regocijo para que renueves esa energía esperanzadora que eleva del suelo a todos aquellos que confían en Ti para buscar ayuda.
Señor mío, Tú sabes que todos mis vaciedades únicamente pueden ser colmados por tu merced y tu presencia. Mis temores, mis angustias, mis dolores, mi caos, sólo pueden hallar soluciones y curación en Ti. Entiendo que con tu ayuda podré vencer todos esos temores que no me permiten avanzar.
Conmuéveme con tu Santo Espíritu. Tú me haces compañía y me otorgas valor para encarar tales circunstancias que hacen temblar mis rodillas. Me sustento leal a Ti, ya que estoy seguro de que no me fallarás. Te entrego mi vida Señor, te entrego mi mente y mi corazón y conviérteme en un leal discípulo de tu amor.
Tú me otorgas la seguridad de una esperanza sosegada y colmada de gozo cuando, en muchas oportunidades en tu Evangelio, señalas “No tengan miedo”. Quien es creyente en Ti nunca se defraudará y no habrá miedo alguno que haga sucumbir su fe.
Quiero permitir que te aproximes siempre a mí, existir en comunión contigo toda mi existencia, que mis pecados nunca me alejen de tu amor ya que siempre busco tu absolución. Todo temor que hay dentro de mí se esfuma cuando te acepto y mi boca pronuncia confiada: “Creo en Ti, Dios mío”.
Palpa mi corazón, cúralo, libéralo del temor y de las situaciones contrarias que lo hacen inquietar. Eres mi fuerza y estoy confiado de que tu amor y tu conmiseración no se separan de mi espíritu.
He de confiar en tu promesa leal, y en tu Palabra que me reanima. Quiero que igualmente a mí me pronuncies esas palabras de optimismo que le dijiste a Josué “No sientas temor ni te acobardes, ya que Yo, tu Señor y Dios, estaré a tu lado donde sea que vayas.” (v 1,9)
Sopla Dios mío, sopla con fuerza, sopla las bendiciones sobre mí que llevan consigo tu Espíritu Santo para que me auxilies a creer y a entregar un auténtico testimonio de tu amor al mundo, sin miedo y sin temor.
Conmuéveme, Jesús mío, con tu Santo Espíritu, que me haga compañía siempre en todos mis desafíos y en aquellos instantes de desamparo y de debilidad que en ocasiones siento que me tiran al piso y me hacen incapaz de proseguir la batalla por ser cada día mejor.
Otórgame la fortaleza y tu poder para superar los miedos y estar libre de intranquilidades. Orienta mi corazón y mi mente con el Espíritu Santo, esa aparición poderosa comprendida en tus tres divinas personas que alumbra nuestras existencias y nos hace ser personas resueltas y valerosas en la fe.
Te adoro Jesús, y me fío en que en este instante, Tú estás quebrantando con todas esas cadenas que me tienen sujeto a la desesperanza, y pese a que camine por caminos sombríos, ya no dudaré ni temeré, ya que tu fuerza y tu poder se encuentran conmigo y me infunden confianza. Amén
¡Confía en el Señor tu Dios! Ya abandona esos temores y osa con valentía a pelear contra esos sentimientos que quieren desalentarte y hacerte sentir que nada vales. ¡No lo permitas! ¡Eres hijo de Dios! Todos los empeños que hagas en el vigoroso Nombre de Jesús tendrán sus resultados de un momento a otro.
Tu Dios es potente, grande y colmado de amor. Él puede lograr que lo imposible sea posible. Ruégale a Dios en este momento que actúe en tu existencia y en tu familia. Ruégale que torne tus aflicciones e inconvenientes en júbilo y oportunidades.
Oración para Repetir Durante el Día
Señor, al estar colmado de inquietudes, tus alivios me colman de alegría (Salmo 94,19) Yo puedo superar todos los temores y pesadumbres del camino, ya que a tu lado voy, Contigo soy y Contigo vivo. Amén”
El Señor te bendiga y te libre de los temores y pesadumbres y se lleve toda aflicción emocional de tu alma. En el nombre poderoso de Jesús.
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