Señor de la Misericordia: Oración para pedir un favor

En el artículo de hoy, te hablaremos del Jesús misericordioso, cómo es su historia, te mostraremos algunas de sus imágenes y te enseñaremos algunas oraciones para que puedas solicitar su ayuda en momentos de dificultad o para realizar alguna petición específica que desees hacer. De esta forma, tendrás a tu disposición una poderosa arma que te ayudará a resolver tus problemas.

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Historia del Señor de la Misericordia

La historia del señor de la misericordia consiste en una devoción cristiana que fue iniciada por la iglesia Católica y que tienen como punto de foco la misericordia de dios junto con su poder. Es importante entender que la misericordia de dios fue el precio que pagamos para la purificación de nuestros pecados. Por este motivo, si somos capaces de tener fe y plena confianza en Jesús, podremos limpiar no solo nuestros cuerpos y almas, sino que además; conseguiremos el perdón eterno y el ingreso al cielo.

Para poder hacer culto y rendir devoción a la figura del Jesús misericordioso, tenemos que hacer actos tanto internos como externos. Por un lado debemos realizar rezos internos en comunión con nosotros mismos y con el señor. A nivel externo, debemos venerar la imagen de la divina misericordia, ir a la fiesta de la misericordia y realizar actos misericordiosos con el prójimo. En cuanto a la fiesta de la misericordia, se instituyo en el 30 de abril del año 2000 junto con la canonización de Santa Faustina. Para que se realice el primer domingo luego de la pascua.

De hecho, esta devoción surge y es divulgada por la misma monja Faustina Kowalska por medio del diario que dejo luego de su muerte, donde narra las distintas conversaciones místicas que tuvo con Jesucristo, quien por mandato suyo, le solicito que hiciera una pintura de él. Otro nombre con el que se conoce comúnmente a esta tradición es la coronilla a la divina misericordia.

Oración al Señor de la Misericordia

En los apartados posteriores te dejaremos con algunas de las oraciones más populares y útiles al señor de la misericordia, bien sea para solicitar un favor, pedirle ayuda por un problema, para que acuda en tu auxilio, para el amor, etc.

Oración al Señor de la Misericordia para Pedir un Favor

Esta oración es ideal para solicitar ayuda e intervención al señor de la misericordia en asuntos y problemas difíciles. Te aconsejamos que reces esta oración por un período de tres noches seguidas para obtener la gracia y ayuda del señor:

«¡Oh Dios de gran misericordia y bondad infinita!

Desde el abismo de su abatimiento, toda la humanidad implora hoy tu misericordia y tu compasión.

¡Oh Dios! Clama con la potente voz de la desdicha.

¡Dios de benevolencia, no dejes de escuchar esta oración de este exilio terrenal!

¡Oh señor! Bondad que escapa de nuestra comprensión, tú que conoces a fondo nuestra miseria y sabes que con nuestras fuerzas somos incapaces de elevarnos a ti.

Te lo imploramos: iluminamos con tu gracia y continúa aumentando tu misericordia en nosotros, para que podamos fielmente cumplir tu santa voluntad a lo largo de nuestra vida y a la hora de la muerte.

Que la omnipotencia de tu misericordia nos escude de las flechas que nos arrojan los enemigos de nuestra salvación. Así podremos con confianza y como hijos tuyos que somos, aguardar hasta la última venida, que solo tú sabes que día vendrá.

Esperamos conseguir lo que Jesús nos prometió a pesar de nuestra mezquindad.

Porque Jesús es nuestra esperanza y es a través de su corazón misericordioso, que podremos ingresar como él en el Reino de los Cielos«.

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Oración de las 3 de la Tarde

Esta es una de las oraciones de la divina misericordia más utilizadas, se puede emplear para realizar cualquier petición. Aunque debe repetirse por tres días seguidos y se tiene que hacer a las tres de la tarde para obtener la ayuda que deseas:

«¡Oh sangre y agua, que brotaste del corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, yo en ti confío!

Tu cuerpo terrenal habrá expirado señor Jesús. Pero la fuente de vida brotó inmensamente para todas las almas y el océano de misericordia se abrió por todo el mundo.

¡Oh fuente de vida! ¡Oh misericordia Infinita! Envuelve a todo el mundo y espárcete sobre nosotros.

¡Oh sangre y agua! que brotaste del santísimo corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, en ti confío.

¡Oh Jesús! te entregaste por nosotros con asombrosa pasión únicamente por amor.

La justicia de tu padre habría sido expiada con un solo suspiro tuyo y todos tus anonadamientos son actos de tu misericordia y tu inconcebible amor.

Cuando estabas muriendo en la cruz, en aquel momento sacrificaste por nosotros tu vida eterna. Al haber permitido que abrieran tu costado sacramental, nos abriste una inagotable fuente de tu misericordia; nos ofreciste lo más valioso que tenías, es decir; la sangre y el agua de tu corazón. He aquí la omnipotencia de tu misericordia, de ella toda gracia fluye a nosotros.

¡Oh Jesús! verdad eterna y vida nuestra; te suplico y me acerco a ti mendingando tu misericordia para los pobres pecadores.

¡Oh dulce corazón de mi señor Jesús! lleno de piedad y de misericordia insondable, te suplico por los pobres pecadores.

¡Oh corazón sacramental! fuente de misericordia de donde brotan rayos de gracias inconcebibles sobre toda la raza humana. Te suplico que ilumines con tu luz a los pobres pecadores.

¡Oh Jesús! recuerda tu amarga pasión y no permitas que se pierdan las almas redimidas con tu hermosa y santa sangre tuya.

¡Oh Jesús! cuando considero el alto precio de tu sangre, me regocijo en su inmensidad porque una sola gota habría bastado para salvar a todos los pecadores.

¡Oh Jesús qué alegría! pues hoy arde en mi corazón al contemplar tu bondad inconcebible.

¡Oh Jesús mío! deseo traer a todos los pecadores a tus pies para que glorifiquen tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén«.

Una vez finalizada la oración se debe culminar rezando tres Padre Nuestro y tres Glorias.

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Oración Jesús en ti Confío

Esta es otra oración muy utilizada para hacer la devoción al señor de la divina misericordia. Te servirá para encontrar la paz y la claridad frente a los momentos difíciles y complejos. Por ende; es muy útil rezarla cuando te encuentres atravesando situaciones duras o en todo caso, cuando desees pedir ayuda para una persona enferma o que se encuentre atravesando un momento difícil en su vida:

«¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida? Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor. Cuando te entregues totalmente en mí, será el día que todo se resolverá con tranquilidad según mis designios. No te desesperes, no me digas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos del alma y dime con calma: ¡Jesús, en ti confío!

Evita las preocupaciones, angustias y los pensamientos sobre lo que pueda suceder después. No estropees mis planes, queriéndome imponer los tuyos. Déjame ser dios y actuar con libertad. Abandónate y confía en mí, deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente: ¡Jesús, en ti confío!

Lo que más te hiere es querer resolver las cosas a tu manera. Cuando me dices: ¡Jesús, en ti confío! no seas como el paciente que le pide al médico que lo cure, pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo… ¡Yo te amo!

Si crees que las cosas pueden empeorar o se complican a pesar de tu oración; no dejes de confiar en mí. Cierra los ojos del alma y confía. Continúa diciéndome a toda hora: ¡Jesús, en ti confío! Necesito las manos libres para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones inútiles. Satanás quiere eso: agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Confía sólo en mí y abandónate en mí.

Así que no te preocupes, confíame todas tus angustias y duerme tranquilamente. Dime siempre: ¡Jesús, en ti confío! y veras grandes milagros. Te lo prometo por el amor que te tengo.

Se acerca la fiesta de la divina misericordia y el señor nos pide que depositemos toda nuestra confianza en Él. Aún en las pruebas más difíciles o en los momentos de dolor, cuando nos asalta la duda o nos pesa el sufrimiento. Solo tenemos que abandonarnos totalmente en él y decir: ¡Jesús, en ti confío…! «.

Oración de Protección de la Divina Misericordia

La siguiente oración al señor de la misericordia sirve para el amor y para la protección:

«Veneremos al señor de la misericordia, hoy te ofrecemos esta plegaria por las personas que se encuentran sin trabajo, por las personas enfermas de cuerpos, mente y alma, por los más pobres y necesitados, por las madres y bebes en los vientres maternos, para que no sean abortados, para que encontremos el amor y sigan tus enseñanzas; por todas y cada una de tus necesidades. Amén«.

Oración de Promesa a la Divina Misericordia

Esta oración es ideal para aquellas personas que están en su lecho de muerte o próximos a fallecer. Funciona para que aquellos que la digan encuentren el perdón por los pecados cometidos envida antes de que llegue su último aliento:

«Reza hasta más no poder esta coronilla. Todo aquel que la rece recibirá gran misericordia al momento de llegar su final en este mundo terrenal. Los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como la última tabla de salvación. De modo que hasta el pecador más empedernido, si reza esta coronilla una sola vez de todo corazón y entregándose al señor Jesús, recibirá de él la misericordia infinita«.

Imágenes de Jesús de la Misericordia

Cuando se instauró la celebración de la divina misericordia, esta se comenzó a esparcir entre los fieles a una gran velocidad. En parte, debido a la imagen que develó Santa Faustina en el año de 1931, y que se hizo popular al pasar de los años. La historia detrás del cuadro es muy interesante, ya que Jesús se le aparece a la hermana y le da instrucciones para que realice una pintura del encuentro que tuvieron.

En principio Faustina intento realizar el cuadro por sus propios medios, pero en vista de que carecía de las capacidades y el entrenamiento artístico, se da cuenta que ella no podrá realizar la obra y habla con el padre para llamar a un pintor y ordenar que realice el cuadro según las instrucciones de Faustina. La gente no le prestaba mucha atención, pero fue tanta su insistencia que el padre al final cedió y mando a llamar al pintor Eugenio Kazimirowsky en el año de 1934.

Este pintor comienza a realizar el cuadro supervisado muy de cerca por la hermana Faustina y el padre. Cuando lo termina, se convierte en una de las obras más visitadas de la época. Lamentablemente, el cuadro queda muy deteriorado al ser víctima de un incendio que se da durante la insurrección de Varsovia.

Tiempo después aparece un segundo pintor con el nombre de Adolfo Hyla que se ofrece a realizar una pintura como agradecimiento a Cristo por haber vuelto con vida de la guerra. Las hermanas de la congregación le solicitan que pinte otro cuadro del Jesús misericordioso, pero este lo realiza tomando sus propias decisiones artísticas. Por lo que el cuadro queda un tanto diferente al original. La pintura fue terminada en el año de 1943.

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