¿Como Rezar la Santa Novena al Espíritu Santo?

La Novena al Espíritu Santo, es una clase de oración que es realizada durante unos 9 días seguidos la cual va dirigida al Espíritu Santo de Dios para que sea él quien otorgue los dones del espíritu a los creyentes. En el siguiente artículo conoceremos todo lo referente sobre esta clase de Oración al Espíritu Santo.

novena al espiritu santo

Novena por la Unción del Espíritu Santo

Se puede llegar a pedir por una clase de poderosa efusión del Espíritu Santo. Nuestro señor Jesucristo murió en la Cruz del calvario para que todos los seres humanos sean transformados por el Espíritu en los hijos de Dios, siempre participando de su santidad. Sin embargo, deben de desearlo, pedirlo y disponerse a llegar a recibirlo.

Oración Inicial para todos los Días

¡Dios mío!, Dios de amor y de toda verdad. El autor de la santificación de cada una de nuestras almas, el cual yo postrado humildemente ante tu gran soberana Majestad, que detesto en la amargura de mi corazón todos y cada uno de mis pecados, como las ofensas hechas que han sido cometidas a ti, digno de llegar a ser amado sobre todas las cosas.

¡Oh la bondad infinita! ¡Quién nunca te hubiera ofendido! Te pido que me perdones, oh amado Señor, Dios de toda gracia y de toda misericordia, por favor perdóname mis seguidas infidelidades; el no llegar a haber tenido el valor para poder ejecutar cosa alguna que fuese buena, luego de que en tantas ocasiones tu misericordia y tu gracia me han solicitado, me han llegado a reprender, amenazado y también inspirado amorosamente.

Me pesa, en gran manera por lo que me arrepiento de la ingrata correspondencia y por la indigna ceguedad con que he llegado a resistir incesantemente a tus dulces y divinos llamamientos. Más en este día propongo de manera firme con tu auxilio de no ser ya rebelde a ti, de llegar a continuar en adelante tus inspiraciones tiernas con una suma docilidad.

A este fin, por favor alumbra, oh fuente de luz, lo que es mi entendimiento, por lo que te pido que fortalezcas mi voluntad, al igual que llegues purificar mi corazón, por favor arregla todos mis pensamientos, todos mis deseos y también los afectos, y llegues a hacerme digno de poder gustar los frutos que son bienaventurados que tus dones lleguen a producir en las almas que te poseen.

Por favor concédeme las gracias que te pido por medio de esta Novena, si han de llegar a ser para mayor gloria tuya, y para que yo te vea, te ame y te alabe sin fin en tu gloria. Amén.

Oración Final para Todos los Días

Entre las oraciones finales se encuentra un himno al Espíritu Santo el cual debe de ser realizado luego de las oraciones de comienzo, la oración correspondiente al día de la Novena al Espíritu Santo Completa. A excepción del último día.

Himno al Espíritu Santo

¡Ven, oh Criador Espíritu! nuestras almas visitad, los pechos, que Vos criasteis, llene gracia celestial.

Pues sois Paráclito Espíritu, Don del Padre celestial, fuente viva, sacro fuego, unción santa, espiritual.

En tus dones setiforrnes, tu promesa paternal, dedo eterno de Dios Padre nuestras lenguas inflamad.

Ilustrad nuestros sentidos, el corazón inflamad, nuestros cuerpos, que son flacos, con vuestra virtud armad.

Apartad los enemigos, danos la divina paz y siendo tú nuestra guía huyamos toda maldad.

Par Vos al Padre y al Hijo, en esta vida mortal conozcamos, y creamos siempre tu Divinidad.

A Dios PADRE sea gloria, al HIJO gloria inmortal y al Espíritu Santo por toda la Eternidad.

Oración

¡Oh Espíritu Santo! El Divino consolador de mi alma, el fuego, la luz y celestial ardor de los corazones humanos, si es para la gloria de tu santa Majestad que yo llegue a conseguir lo que deseo y lo que te pido en este día, dígnate oh amado señor en concedérmelo benignamente; y si no, dirigid mi petición, dándome las gracias que ha de ser para tu mayor gloria y bien de la salvación de mi alma. Amén.

Ahora cada uno se va a recoger interiormente y pedirá lo que es la gracia que más necesite. Una vez realizada la petición, se concluirá todos los días con una antífona, un verso, respuesta y una oración de las siguientes que se encuentran en la antífona.

Oración por los 7 dones del Espíritu Santo

Oh, amado Señor Jesucristo, que antes de llegar a ascender al cielo tú prometiste que ibas a enviar al Espíritu Santo para de esa manera llegar a completar tu obra en las almas de tus Apóstoles y también de tus discípulos, por favor dígnate en llegar a concederme el mismo Espíritu Santo para que sea Él el que perfeccione en mi alma la gran obra de tu gracia y de tu amor.

Por favor concédeme el Espíritu de la Sabiduría para que pueda llegar a despreciar las cosas que son perecederas de este mundo y solamente aspirar a las cosas que son eternas, también te pido el Espíritu de Entendimiento para poder iluminar mi mente con la luz de tu divina verdad, te pido el Espíritu de Consejo para que pueda llegar en todo momento elegir el camino más seguro para llegar a agradar a Dios y ganar el Cielo.

Te pido el Espíritu de Fortaleza para que pueda llegar a lleva mi cruz contigo y de esa manera sobrellevar con coraje todos los obstáculos que se me opongan a mi salvación, el Espíritu de Conocimiento para que yo pueda llegar a conocer a Dios y también conocerme a mí mismo y poder crecer en la perfección de la ciencia de todos los santos.

Te pido al Espíritu de Piedad para que pueda llegar a encontrar el servicio a Dios tan dulce y amable, y por último te pido el Espíritu de Temor de Dios para que pueda llegar a ser lleno de toda reverencia amorosa hacia el Dios Padre y que tema en cualquier manera llegar a disgustarlo. Por favor márcame, amado Señor, con la señal de tus discípulos verdaderos y llega a animarme en todas las cosas con tu Espíritu. Amén.

Por Los Siente Dones del Espíritu

Esta es una oración detallada que debe de ser realizada en cada uno de los días de la Novena al Espíritu Santo, es decir, que en cada uno de los días desde el primero hasta el noveno debe de realizar esta oración luego de la oración del día correspondiente. La oración dice así:

«Ven, Espíritu Santo, por favor llena a todos los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama de tu amor. Oh, Dios, que con la luz del Espíritu Santo llegues a iluminar todos los corazones de tus fieles, llega a concedernos que una vez guiados por el mismo Espíritu, podamos disfrutar de lo que es recto y nos podamos gozar con su consuelo celestial.

Ven, Espíritu Santo, por tu gran don de Sabiduría, te pido que sea tú concediéndonos la gracia de poder apreciar y llegar a estimar los bienes del cielo y que nos muestres los medios para llegar a alcanzarlos. Gloria

Ven, Espíritu Santo, por tu gran don de Entendimiento, que llegues a iluminar nuestras mentes con respecto a los misterios de la salvación, para que podamos llegar a comprenderlos de manera perfecta y llegar a abrazarlos con fervor. Gloria

Ven, Espíritu Santo, por tu gran Don de Consejo, llega a inclinar nuestros corazones a tener que actuar con una buena rectitud y de justicia para el beneficio de todos nosotros y de nuestros semejantes. Gloria

Ven, Espíritu Santo, por tu don de la Fortaleza, te pido que nos fortalezcas con tu gracia contra todos los enemigos de mi alma, para que siempre podamos llegar a obtener la corona de la victoria. Gloria

Ven, Espíritu Santo, por tu gran don de Ciencia, te pido que nos enseñes a poder vivir entre las cosas terrenales para de esa manera no perder las eternas. Gloria

Ven, oh Espíritu Santo, por tu gran don de Piedad, te pedimos que nos inspires a vivir sobria, justa, y piadosamente en esta vida terrenal, para poder alcanzar el cielo en la otra vida. Gloria.

Ven, oh amado Espíritu Santo, por tu eterno don de Temor de Dios, y sea tú el que hieras nuestros cuerpos con tu gran temor para de esa manera trabajar por la salvación de nuestras almas. Gloria»

Oración

Oh Dios mío, que has llegado a unir las naciones en la confesión de tu nombre, por favor concédenos que los que han llegado a renacer por medio del agua del bautismo, logren tener la misma cantidad de fe en sus corazones y también la misma piedad en sus acciones.

Oh Dios, que llegaste a enviar al Espíritu Santo a los apóstoles, por favor te pido que oigas las oraciones de tus devotos para que lleguen a gozar de la verdadera paz, a quienes, por tu gracia, han logrado recibir el don de la verdadera fe. En este día te pedimos, oh Dios, que tu Santo Espíritu prenda en nuestros corazones esa misma llama que Cristo llegó a traer a la tierra y deseó de forma ardientemente fuera encendida.

Inflama, oh mi Señor, cada uno de los corazones con el fuego del Espíritu Santo, para que te puedan llegar a servir castos de cuerpo y limpios de todo corazón. Por favor enriquece, oh amado Señor, nuestros corazones derramando con gran plenitud tu Santo Espíritu por la cual cuya sabiduría llegamos a ser creados y por la cual cuya providencia es que somos gobernados.

En este día te rogamos, oh Dios Todopoderoso y también eterno, que tu Santo Espíritu sea el que nos defienda y el que habite en nuestras almas, para que al fin, podamos llegar a ser los templos de su gloria.

Te pedimos, oh Santo Señor, que en este día de acuerdo a la promesa de t Hijo, el Espíritu Santo sea el que nos lleve al conocimiento pleno de toda la verdad que es revelada. Por Cristo Nuestro amado Señor. Amén.

Novena al Espíritu Santo

Esta novena se comienza realizando la señal de la cruz, luego se reza la oración Señor mío Jesucristo. Esta oración se encuentra dirigida al Espíritu Santo para que sea él el que otorgue a las personas los dones del espíritu.

Novena-al-Espíritu-Santo-9

Una de las primeras oraciones que se debe de realizar en cada uno de los días de la novena es el acto de consagración al Espíritu Santo.

Acto de Consagración al Espíritu Santo Diario

Oh Espíritu Santo recibid, la consagración absoluta de todo mi ser, que en este día te hago para que te dignes de llegar a ser en adelante, en cada uno de los momentos de mi vida, en cada una de las acciones que tenga, para que sea mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza, y también todo el amor de mi Corazón.

Me abandono sin ninguna clase de reserva a tus divinas operaciones, y quiero en todo momento ser dócil a tus santas inspiraciones. ¡Oh Santo Espíritu! Por favor dígnate oh santo espíritu formarme, de acuerdo al modelo de tu amado hijo Jesús. Gloria al Padre Creador, Gloria al Hijo Redentor, Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén.

Invocación al Espíritu Santo

Oh Espíritu Santo ven a nuestras almas ¡Oh Espíritu Santo! y del cielo envía de tu luz un rayo. Ven, oh padre de pobres, ven, de los dones franco, ven, de corazones lucido reparo. Ven, oh consolador, dulce y soberano, el huésped de las almas, el suave regalo. En los diversos contratiempos descanso al trabajo, la templanza en lo ardiente consuelo en el llanto.

Santísima luz de todo hombre cristiano, lo íntimo del pecho, el cual llena de mucho amor casto. En el hombre nada se encuentra sin tu amparo, y nada haber puede sin Ti, puro y santo Espíritu. Con tus aguas puras lava todo lo manchado, también riega lo que es seco pon lo enfermo sano.

Al corazón duro te pido que doblegue tu mano, que y ablandes las almas que manchó el pecado. Vuelve al buen camino a todo aquel que esta extraviado, y al helado enciende por medio de tu fuego santo. Por favor concede a tus fieles en ti confiados de tus elevados dones sacro setenario. Aumento en virtudes haz que todos los hombres merezcamos, del eterno gozo el feliz descanso. Amén.

Después de esta oración se debe de comenzar con las oraciones correspondientes de cada uno de los días.

Primer Día (Viernes)

El primer día de la novena se debe de realizar un día viernes, por lo que comenzamos de la siguiente manera:

¡Oh Espíritu Santo! ¡El Señor de Luz! ¡Por favor en este día Danos, desde tu clara altura celestial, tu más puro radiante esplendor! Te lo pedimos oh amado Espíritu Santo de Dios.

El Espíritu Santo

Solamente una cosa es importante: La Salvación Eterna. Por lo tanto, sólo por esto1 cosa es la que hay que temer: al pecado. El pecado llega a ser el resultado de la ignorancia, también de la debilidad y de la indiferencia. El Espíritu Santo es el Espíritu de la Luz, de la Fuerza y del Amor.

Con sus 7 dones es que ilumina la mente, además fortalece la voluntad, y también inflama el corazón con el amor de Dios. Para poder asegurarnos lo que es la salvación por lo que debemos invocar al Divino Espíritu diariamente, porque es “el Espíritu que viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo llegar a pedir para orar como conviene; más el Espíritu mismo intercede por nosotros” Romano 8:26.

Oración

Oh Dios Omnipotente y eterno Creador, que has llegado a concebir para regenerarnos con el agua y con el Espíritu Santo, y nos has llegado a dar el perdón de todos los pecados, por favor permite enviar del cielo sobre cada uno de tus hijos los 7 dones de tu Espíritu, el Espíritu de la Sabiduría y del Entendimiento, el Espíritu del Consejo y también de la Fortaleza, el Espíritu de Conocimiento y de Piedad, y por favor llénanos con el Espíritu del Santo Temor. Amén.

Segundo Día (Sábado)

Seguimos con el segundo día de la Novena que se realizará el día Sábado la cual comenzamos de la siguiente manera:

¡Ven, Oh Padre de los pobres! Ven, los tesoros que sostienes. ¡Ven, la Luz de todo lo que vive!

El Don del Temor

El don del Santo Temor de Dios es el que nos llena con un gran soberano respeto por Dios, y nos llega a hacer que a nada temamos más que a llegar a ofenderlo por el pecado. Es un tipo de temor que se alza, no desde el pensamiento del infierno, sino más bien del sentimiento de la reverencia y la filial sumisión a nuestro Padre Celestial.

Se trata de un temor del principio de la sabiduría, que nos llega a apartar de los placeres mundanos que nos podrían de cierta manera separar de Dios. “Los que temen al Señor tienen corazón dispuesto, y en su presencia se humillan” (Eclesiastés 2:17).

Oración

¡Ven, Oh bendito Espíritu de Santo de Temor, por favor penetra en lo más íntimo de todo mi corazón, que te tenga, mi Señor y mi Dios, ante mi rostro para siempre, por favor ayúdame a huir de todas las cosas que te puedan llegar a ofender y por favor hazme merecedor ante los ojos puros de tu Divina Majestad en el Cielo, en donde Tú vives y también reinas en la unidad de la siempre Bendita Trinidad, ¡Dios en el mundo que no tiene fin! Amén.

Tercer Día (Domingo)

Este tercer día de la novena debe de ser realizada el día Domingo, ya que comenzamos el día viernes con el primer día. La oración es la siguiente: «Tú, de todos los consoladores eres el mejor, por favor visítanos al corazón turbado, da la gracia de la placentera paz».

El Don de Piedad

El don de Piedad es el que suscita en todos los corazones una clase de filial afección por el mismo Dios como a nuestro amorosísimo Padre. Nos inspira, por el mismo amor a Él, a llegar a amar y respetar a todas las personas y a las cosas a Él consagradas, de esa manera como todos aquellos que se encuentra envestidos con su autoridad, su Santísima Madre y con los Santos, la Iglesia y su cabeza visible, nuestros padres y superiores, nuestra nación y sus gobernantes.

Quien se encuentra lleno del don de Piedad no encuentra la práctica de la religión como tiene que haber pesado sino como el deleitante servicio. Donde existe amor no hay trabajo.

Oración

Ven, Oh Santo y Bendito Espíritu de Piedad, toma posesión de todo mi corazón. Prende dentro mío tal amor por el Dios Todopoderoso que encuentre la satisfacción sólo en su servicio, y por el amor a Él me someta de manera amorosa a toda clase de legítima autoridad. Amén.

Cuarto Día (Lunes)

El cuarto día de la Novena corresponde al día Lunes. La oración es la siguiente: «Tú, en la fatiga dulce alivio, refresco placentero en el calor, solaz en medio de la miseria».

El Don de Fortaleza

Por el don de Fortaleza el alma se llega a fortalecer ante el miedo natural y llega a soportar hasta el final el desempeño de una obligación. La fortaleza es la que le imparte a la voluntad una especie de impulso y de energía que la mueve a llevar a cabo, sin tener que dudarlo, las tareas más arduas, a llegar a enfrentar los peligros, a estar por encima de lo que es el respeto humano, y también a soportar sin tener que quejarse el lento martirio de la tribulación aún de toda una vida.

“El que persevere hasta el fin, ese se salvará”, Mateo 24:13.

Oración

Ven, Oh Espíritu de Fortaleza, por favor alza mi alma en los tiempos de turbación y de adversidad, por favor sostiene todos mis esfuerzos de santidad, también fortalece mi debilidad, además te pido que me des valor contra todos los asaltos de mis enemigos, que nunca llegue a ser yo confundido y me separe de Ti, Oh mi Dios y mi máximo Bien. Amén

Quinto Día (Martes)

El quinto día corresponde al día Martes. La oración es la siguiente: «¡Luz inmortal! ¡Divina Luz! ¡Visita estos corazones tuyos y llena nuestro más íntimo ser!».

El Don del Conocimiento

El don del Conocimiento es el que le permite al alma poder llegar a darle a las cosas creadas a su verdadero valor en su relación con Dios. El conocimiento es el que desenmascara la simulación de las criaturas, revela lo que es su vacuidad y es la que hace notar sus verdaderos propósitos como los instrumentos al servicio de Dios.

Nos llega a mostrar el cuidado amoroso de Dios aún en lo que es la adversidad, y nos llega a llevar a glorificarlo en cada una de las circunstancias de la vida. Por favor te pido que seamos guiados por tu luz para damos prioridad a las cosas que deben de tenerla y también apreciamos la amistad de Dios por encima de todo. “El conocimiento es fuente de vida para aquel que lo posee” (Proverbios 16:22).

Oración

Ven, Oh Bendito Espíritu del Conocimiento, y por favor concédeme que pueda llegar a percibir la voluntad del Padre; por favor muéstrame la nulidad de las cosas de la tierra, que llegue a tener idea de su vanidad y las utilice sólo para tu gloria y para mi propia salvación, en todo momento por encima de ellas mirándote a Ti y también a tus premios eternos. Amén.

Sexto Día (Miércoles)

El siguiente día es el miércoles el cual corresponde al día sexto de la Novena al Espíritu Santo. La oración es la siguiente: «Si tu apartas tu gracia, nada puro va a permanecer en el hombre, todo lo que es bueno se va a volver enfermo».

El Don del Entendimiento

El Entendimiento, como el don del Santo Espíritu, es el que nos ayuda a poder aferrar el significado de las verdades de la santa religión. Por la fe es que las conocemos, sin embargo, por el entendimiento es que llegamos a aprender a apreciarlas y también a apetecerlas.

Es la que nos permite penetrar el profundo significado de las verdades que son reveladas y, por medio de ellas, el llegar a avivar la novedad de la vida. Nuestra fe es la que deja de ser estéril e inactiva y también inspira una manera de vida que da un testimonio elocuente de la fe que existe en cada una de las personas. Comenzamos a “caminar dignos de Dios en todas las cosas complaciendo y creciendo en el conocimiento de Dios”.

Oración

Ven, Oh Espíritu de Entendimiento, e ilumina nuestras mentes, que podamos conocer y creer en todos los misterios de la salvación, y que por fin podamos merecer ver la eterna luz en la Luz, y en la luz de la gloria tener una clara visión de Ti y del Padre y del Hijo. Amén.

Séptimo Día (Jueves)

Por favor señor sana nuestras heridas, también renueva nuestra fuerza. En nuestra aridez derrama tu rocío. También Lava las manchas de la culpa.

El Don de Consejo

El don de Consejo dota al alma de prudencia sobrenatural, permitiéndole juzgar con prontitud y correctamente qué debe hacer, especialmente en circunstancias difíciles. El Consejo aplica los principios dados por el Conocimiento y el Entendimiento a los innumerables casos concretos que confrontamos en el curso de nuestras diarias obligaciones en tanto padres, docentes, servidores públicos y ciudadanos cristianos. “Y por encima de todo esto, suplica al Altísimo para que enderece tu camino en la verdad” Eclesiastés 37:15.

Oración

Oh Ven, Espíritu de Consejo, por favor ayúdame y también guíame en todos mis caminos para que siempre haga tu Santa Voluntad. Inclina mi corazón a aquello que es bueno, apártame de todo lo que es malo y dirígeme por el sendero recto de todos tus Mandamientos a la meta de la vida eterna que yo anhelo. Amén.

Octavo Día (Viernes)

Dobla la voluntad y también el corazón de la persona obstinada, funde lo que se encuentra congelado, calienta lo que se encuentra frío. ¡Guía los pasos que se han desviado!

El Don de Sabiduría

Llegando a abarcar todos los otros dones, como la caridad que llega a abrazar a todas las otras virtudes, la Sabiduría suele ser el más perfecto de todos los dones. De la Sabiduría se encuentra escrito:

“Todo lo bueno vino a mí con Ella, y riquezas innumerables me llegaron a través de sus manos”.

Es el don de la Sabiduría el que llega a fortalecer nuestra fe, la que fortifica la esperanza, el que perfecciona la caridad y es el que promueve la práctica de la virtud en el más elevado grado. De acuerdo a las palabras del Salvador:

“Toma tu cruz y sígueme, porque mi yugo es dulce y mi carga ligera”.

Oración

Ven, Oh Espíritu de Sabiduría y revela a mi alma los misterios de las cosas celestiales, su enorme grandeza, poder y belleza. Enséñame a amarlas sobre todo y por encima de todos los gozos pasajeros y las satisfacciones de la tierra. Ayúdame a conseguirlas y a poseerlas para siempre. Amén.

Noveno Día (Sábado)

Tú, en todos aquellos que en todo momento más te llegan a confesar y te adoran, en tus 7 dones, desciende. Dales el alivio en la muerte. Dales la vida contigo en las alturas. Dale los gozos que no tienen fin. Amén.

Los Frutos del Espíritu Santo

Los dones del Espíritu Santo son los que perfeccionan las virtudes sobrenaturales al llegar a permitirnos poder practicarlas con una mayor docilidad a la divina inspiración. A medida que las personas van creciendo en el conocimiento y en el amor de Dios, bajo la dirección del Santo Espíritu, el servicio se torna mucho más sincero y también generoso y la práctica de las virtudes más perfecta.

Estos frutos, a su vez, hacen la práctica de las virtudes más activa y se vuelven un poderoso incentivo para esfuerzos aún mayores en el servicio de Dios.

Oración

Ven, Oh Santo Espíritu Divino, por favor te pido que llenes mi corazón con tus frutos celestiales:

  • Caridad
  • Gozo
  • Paz
  • Paciencia
  • Benignidad
  • Bondad
  • Fe
  • Mansedumbre
  • Templanza

Que nunca jamás esté yo cansado en el servicio de Dios sino que, más bien por continua y fiel sumisión a tu inspiración, llegue a merecer estar eternamente unido Contigo, en el amor del Padre y del Hijo. Amén.

Antífona

El señor ha dicho por medio de su palabra que no nos dejará huérfanos; Él va y viene a nosotros; y se va a alegrar nuestro corazón, aleluya, aleluya. Por favor señor envía oh amado padre a tu Santo Espíritu y serán creados. Y renovaréis la faz de la tierra.

Oración

Oh Santo Dios, que has llegado a instruir a todos los corazones de los fieles devotos con la ilustración del Espíritu Santo, por favor danos el sentir de manera recta con este mismo Espíritu, y el de llegar a gozar en todo momento de su consolación. Por el Jesucristo Señor nuestro, tú Hijo amado, que vive junto a ti y que reina en la unidad del mismo Espíritu Santo, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.

Primer Día

Se debe de empezar con las oraciones preparatorias para todos los días.

¡Oh Espíritu Santo! La Fuente viva de las divinas aguas que, en la creación del mundo, llegaste a santificar a las inmensas que rodeaban el mundo y de las aguas del Jordán en el bautismo del señor Jesucristo, El Dios nuestro; yo en este día te suplico que seas en mi espíritu, tan árido y seco, la Sagrada fuente de aguas vivas, que jamás se agote y salte hasta la vida eterna; y la gracia que os pido en esta Novena al Espíritu Santo, si es para la mayor gloria tuya y para el bien de mi alma. Amén.

Segundo Día

Se debe de empezar con las oraciones preparatorias para todos los días.

¡Oh Espíritu Santo! Que haciendo sombra con vuestra virtud, y llenándola al mismo tiempo de gracia, obraste de una manera inefable y omnipotente la obra infinita de la Encarnación del Verbo eterno, en el seno virginal de tu celestial Esposa: haced sombra a mi alma y concédeme la gracia necesaria para que yo sea digno de recibir al mismo Verbo divino hecho hombre y sacramentado por mi amor, y también la especial que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria vuestra, y bien de mi alma. Amén.

Tercer Día

Se debe de empezar con las oraciones preparatorias para todos los días.

¡Oh Espíritu Santo! La Celestial paloma que, abriendo de par en par los cielos, llegaste a bajar sobre nuestro amado señor Jesús ya bautizado en el Jordán, simbolizando: que desde el momento en que tomó la naturaleza humana, ya habitaba en él la plenitud de la Divinidad.

Baja sobre la mía pobre y miserable y llénala del don de sabiduría de consejo, de entendimiento y fortaleza, de ciencia, piedad y temor de Dios; y dame oh señor mío la gracia que pido en esta Novena, si es para mayor gloria tuya y para el bien de mi alma. Amén.

Cuarto Día

Se debe de empezar con las oraciones preparatorias para todos los días.

¡Oh Espíritu Santo! La Nube lúcida que haciendo en el Tabor sombra a Jesús transfigurado y glorioso, ilustraste aquel Santo monte, y amparaste en su excesivo temor a los Apóstoles, comunicándoles después de la Ascensión de su Divino Maestro mucha luz, fervor y gracia; ilustrad, protege y fecundad mi alma para que yo sea digno discípulo de Jesús, y dame de la gracia que te pido por medio de esta Novena, si es para mayor gloria tuya y para el bien de mi alma. Amén.

Quinto Día

Se debe de empezar con las oraciones preparatorias para todos los días.

¡Oh Espíritu Santo! Suave viento que llenó el Cenáculo y dio fuerza y valor a los corazones de cuantos os esperaban, orando fervorosamente unidos con una alma y un corazón: ocupa ¡oh Espíritu de vida y amor! toda la casa de mi pequeño espíritu, mi memoria, entendimiento y voluntad: y dame la gracia que os pido por medio de esta Novena al Espíritu Santo, si es para mayor gloria tuya y para el bien de mi alma. Amén.

Sexto Día

Se debe de empezar con las oraciones preparatorias para todos los días.

Oh Espíritu Santo! Luz clara que ilustró el entendimiento de los santos Apóstoles, comunicándoles, como Sol divino, toda la luz que necesitaban para su perfección y para la conversión del mundo: llenad ¡oh luz bella! todos los senos tenebrosos de mi interior, para que os conozca y dé a conocer a todo el mundo; y la gracia que os pido por medio de esta Novena al Espíritu Santo, si es para mayor gloria tuya y para el bien de mi alma. Amén.

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Séptimo Día

Se debe de empezar con las oraciones preparatorias para todos los días.

¡Oh Espíritu Santo! Sagrado fuego que apareciendo visible sobre los Apóstoles el día de Pentecostés, inflamasteis divinamente sus corazones para que, abrasados en vuestro amor, encendiesen después a todo el mundo en las mismas sagradas llamas:

Encended en vuestros santísimos ardores mi corazón helado, para que, abrasado mi espíritu en ellos, encienda en vuestro divino amor a cuantos tratare; y dadme la gracia que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria tuya y para el bien de mi alma. Amén.

Octavo Día

Se debe de empezar con las oraciones preparatorias para todos los días.

¡Oh Espíritu Santo! Llama ardiente de caridad que con el fuego de vuestro amor inflamando el corazón de los santos Apóstoles y de todos los hombres Apostólicos, les comunicasteis el don de lenguas para la conversión del mundo.

Inflama con el sagrado fuego de amor a mi corazón y mi lengua para que siempre hable gobernado por vuestro Espíritu, y fervoroso en la caridad, inflame a todos para que observen fielmente vuestros divinos mandamientos; y dame la gracia que pido a través de esta Novena al Espíritu Santo, si es para mayor gloria tuya y para el bien de mi alma. Amén.

Noveno Día

Primero se debe de comenzar con la oración de preparatoria para cada uno de los días.

¡Oh Espíritu Santo! Caridad esencial que, difundida en los corazones humanos, los divinizaste comunicándole todas las divinas gracias que se incluyen en nuestros siete dones, y comprenden cuanto necesita la vida espiritual, propia de cada uno, y la que deseáis se comunique a todos los hombres: difundirlos, ¡oh Caridad santísima! en mi corazón tan pobre de tus 7 dones, y que con ellos publique tus grandezas. Amén.

Después de esta clase de oración, en lugar de la antífona, del verso, de la respuesta y de la oración de todos los días, se dirán las siguientes oraciones:

Antífona para el Día Noveno

En este día se completaron ya los 9 días de Pentecostés; hoy se llegan a producir los felices gozos, cuando el Espíritu Consolador descendió sobre sus Apóstoles; hoy, rayando el resplandor del divino fuego, fue que reposó el Espíritu Santo en forma de lenguas repartidas sobre cada uno de ellos; hoy se les hace fecundos en las palabras, les inflama de su amor y también les llena de sus innumerables carismas, aleluya, aleluya.

Oración

Oh Santo Dios, que habéis llegado a instruir en este día a todos los Corazones de los fieles con la clase de ilustración del Espíritu Santo, por favor dame el sentir de manera recta con este mismo Espíritu, y poder llegar a gozar en todo momento de su consolación. Por el señor Jesucristo amado, tú Hijo, que vive junto a ti y que reina en la unidad del mismo Espíritu Santo, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.

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