Respeto a la mujer un tema bastante polémico y una lucha desde hace muchísimos años por y para el género femenino para exigir sus derechos y sentirse libre en todo momento y combatir todo tipo de abuso. Si eres Padre o Madre, este artículo te interesa, y si eres joven, podrás tener una información valiosa a la mano que te permita comprender la importancia de la mujer, en rol en la casa y en la crianza de los hijos, así como su rol e importancia en la sociedad.
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Respeto a la mujer
Respeto a la mujer, esto no debe ser un acto altruista, ni creer que por respetar a una mujer se le está haciendo un favor, es un derecho que tienen las mujeres como individuos libres y maravillosos, que cumplen un rol sumamente importante dentro de la familia, en el campo laboral y en la sociedad en general.
El respeto a la mujer no se trata de sentirnos dioses por ser compasivos y tratar bien a un “ser inferior”, el sexo débil, como expresan muchos hombres, jóvenes y adultos.
La lucha para generar conciencia acerca del respeto a la mujer no ha sido nada sencilla, ha sido constante, difícil, en donde millones de mujeres han tenido que continuar alzando su voz, por aquellas que ya no están, por aquellas, que no supieron como escapar de sus abusadores y lamentablemente han perdido sus vidas en el proceso.
Por supuesto, el respeto a la mujer, al igual que muchas otras cosas es un tema más bien cultural, es una conducta repetida de otros, es algo que se aprende o no desde pequeño y que con el pasar de los años se adquiere como propio.
El respeto a la mujer debe ser un tema del cual se converse en casa desde que estamos pequeños y se inculque el respeto a la mujer, aunque también, el respeto hacia el hombre, porque ambos, son importantes y cumple un rol en la sociedad.
Para que se genere un verdadero cambio en la sociedad el padre y la madre son quienes pueden generar una influencia importante en los niños y niñas, para que estos se conviertan en hombres y mujeres de bien, y además, desarrollen un gran respeto a la mujer.
Los evangelios nos muestran infinitos episodios donde Jesús nos demuestra con su ejemplo que toda mujer debe ser respetada, y no solo eso, sino que además, debe defenderse su dignidad y derechos.
Cada vez que la religión o la sociedad castiga o señala a la mujer de manera injusta, Jesús nos muestra que debemos amarlas, respetarlas, valorarlas y cuidarlas.
Algunos ejemplo de estas mujeres que se nombran en la Santa Biblia y que además han cumplido un rol importante:
La Virgen María, quien asumió con responsabilidad el ser madre suya y madre de todos los hombres y criaturas sobre la tierra. Dios, la respeta al pedirle permiso para obrar a través de ella y cumplir con su voluntad.
Isabel, la madre de San Juan Bautista, a quien le anuncia que su vientre es bendito, al igual que el bebé que está esperando.
Ana, la mujer profetiza, quien acogió al niño Jesús en sus brazos y anunció que había nacido el mesías del que todos habían escuchado, había nacido el salvador de los hombres.
La suegra de su discípulo Pedro. Al Jesús enterarse de que esta estaba enferma no dudo ni por un segundo en sanarla y devolverle el bienestar.
La mujer pecadora, esa mujer que todos señalaban por ser “del pueblo”, pero que Jesús defendió y le devolvió su dignidad. En vez de señalarla como todos más bien la liberó de sus pecados expresándole que ella amaba mucho.
La hija de Jairo, una joven que se encontraba muy débil y enferma porque no comía y Jesús la sanó, probablemente de lo que se cree que era un grave cuadro de anorexia.
María Magdalena, de cuyo cuerpo había expulsado siete demonios.
Y la lista puede seguir, con muchísimos ejemplos donde Jesús nos demuestra con su ejemplo que las mujeres fueron, son y siguen siendo importantes, en la historia, en su vida y en la sociedad.
Fue una mujer quien le dio la vida, fue una mujer quien le enseño a rezar, fue una mujer la que le enseñó a amar a Dios, a orar con fe y a ser obediente.
Cuando una mujer es rechazada y abandonada por otros por sufrir de una enfermedad, Jesús le devuelve la salud y su dignidad, el vivir bien; cuando una mujer es despreciada por ser pobre, Jesús la exhibe como un modelo de generosidad, un ejemplo de esto, cuando una mujer pobre, ofreció a Jesús todo el dinero que tenía.
Mientras los hombres rechazaban a las mujeres porque tenían prohibido el relacionarse con ellas en público aunque fuesen sus esposas, Jesús Marcó la diferencia y se atrevió a tratarlas como iguales.
Ejemplos de ellos, las hermanas María y Martha o la mujer Samaritana que se encontró en el pozo, quién además, quedó asombrada porque Jesús le dijo todo cuanto había hecho, pero también porque la trataba siendo hombre y además Judío, es decir, Jesús rompió todas las reglas de la época.
Ante el abandono hacia las mujeres, Jesús fue compasivo y misericordioso y no permitió que aquella mujer viuda perdiera a su único hijo, por lo que le devolvió la vida y alivió su dolor.
En una sociedad en donde las mujeres no eran tomadas en cuenta, tratadas y además, ocupaban el último lugar, Jesús las coloca en primer lugar, al mostrarse frente a María Magdalena, una mujer de la “mala vida” y expresarle que había resucitado y se lo comunicase a sus discípulos.
Las mujeres, son las que crían los hijos, ayudan a inculcar valores sólidos, que junto al Padre y el refuerzo del colegio hacen de sus hijos hombres y mujeres de bien, respetuosos, amorosos, serviciales y dispuestos a amar al prójimo tal y como el Padre nos lo ha encomendado.
Prejuicios desde el hogar
El respeto a la mujer o la ausencia de este nace desde el hogar y no existe mayor prueba de ello que el sentir de las mujeres que deben gustar, deben ser buenas, deben tener como único propósito de vida vivir para sus esposos, de acuerdo a su voluntad, criar a los hijos y olvidarse de ellas.
Todo aprendizaje inicia en casa y este no es la excepción. A las mujeres, desde que son niñas se les condiciona y se les hace pensar que son “inferiores” a los varones, que deben ser perfectas, coquetas, que deben actuar determinada manera porque de lo contrario, es mal visto por la sociedad.
Cuando una mujer desea expresarse, opinar, tomar decisiones, atraviesa un fuerte proceso entre lo que le han dicho toda su vida que es o debe ser, cual debe ser su postura, su rol, su tono y hasta su actuar (sumisión) y entre lo que ella cree que es, o sabe que es, pero no sabe como expresar, puesto que toda la vida ha vivido limitada y reprimiendo sus sentimientos, ideas y opiniones.
Constantemente, se expresa de distintas maneras a las niñas que son inferiores a los varones, que poseen menos fuerza, menos inteligencia, que deben ser obedientes porque el hombre siempre tiene la razón, y mil cosas más, que en realidad, no son más que mitos.
Las mujeres son tan o incluso más capaces que los hombres de lograr lo que sea, siempre y cuando se lo propongan, y sí, quizás, tengan menos fuerza a nivel físico, pero poseen una fuerza única y mágica, la fuerza de dar vida, de criar a los hijos y de entregarse en cuerpo y alma.
Algo que debemos comprender es que mujeres y hombres somos muy distintos, sin embargo el respeto a la mujer siempre debe de prevalecer ante todo. Como seres humanos, somos seres inteligentes y capaces, con diferencias, que nos hacen seres únicos, más allá de nuestro género, edad, condición o destrezas.
Para evitar estas creencias machistas y además, completamente erradas, es importante educar para el respeto a la mujer, tanto como individuo como un ser importante en la familia, en la sociedad y para sí misma.
Eduquemos desde el amor propio, para que las mujeres comprendan que no son lo que otros expresan de ellas, sino que pueden ser todo lo que crean de sí mismas y que no valen por su cuerpo, los kilos cuanto maquillaje traen encima, sino lo que las hace valiosas es su esencia, lo que son, desde adentro.
¿Por qué debe juzgarse a las mujeres tan duramente? Es decir, a los hombres no se les exige de la misma manera, en cambio, a las mujeres se les juzga por su apariencia física, y esto posee mayor peso que incluso la inteligencia o las habilidades, ¿acaso esto tiene algún sentido?
Las mujeres no buscan ser o sentirse superiores a los hombres, simplemente desean que se les respete y valore por lo que son, por sus habilidades y no por cuan pequeña es su cintura o el resto de sus atributos físicos.
Respeto a la mujer ¿acaso es demasiado pedir? No se trata de dominar, sino de sentirse iguales y capaces, de dejar de creer que son inferiores o que deben defender sus derechos con uñas y dientes. Ya basta de tanto maltrato, de creer que las mujeres son menos o no son capaces de tomar decisiones importantes.
Las mujeres solo desean ser escuchadas y no existe mejor manera que hacerlo que educando desde casa, para que nuestros hijos más allá del género comprendan que todos somos importantes y que los roles que nos impone la sociedad no deben ser una regla.
Por ejemplo, ¿por qué un hombre no puede criar de los hijos, ser bueno cocinando y hacer los quehaceres de la casa? ¿es acaso estas responsabilidades y roles debe asumirlo únicamente una mujer? La respuesta es No, esto es completamente absurdo.
Respeto
Como hemos mencionado anteriormente, el respeto a la mujer nace y se desarrolla desde el hogar, con la familia, sin embargo, también existe un factor adicional como el trabajo en donde la mujer es expuesta y denigrada en muchos casos, no tomada en cuenta o menor remunerada a pesar de que haga el mismo trabajo que un hombre.
A continuación, explicaremos cada uno de esos factores y el cómo influye en nuestra vida más allá del género, la edad y nuestra condición de “iguales”.
En la familia y el hogar
Una molestia expresada por muchas mujeres (sean o no mamás) es que sus esposos e hijos en la mayoría de los casos no valoran todo el trabajo y esfuerzo que día a día realizan de manera silenciosa en casa, sin quejas ni reproches de ningún tipo y además sin remuneración alguna.
Para muchos hombres, e hijos, el que sus esposas y madres mantengan la casa limpia, a los hijos alimentados y bien vestido, todo en orden es algo normal, algo que deben hacer porque son mujeres y para eso están, cuando en realidad, todos deberíamos colaborar en estas responsabilidades y valorar el esfuerzo de esposas y madres.
Muchos hombres, no comprenden que todos estos quehaceres no son tarea sencilla, y que además, es incluso más fuerte que un trabajo, porque no hay descansos, es estar comiendo mientras se atiende a los niños, o intentar medio maquillarse mientras se va camino al trabajo.
Es importante entonces criar en igualdad, en donde ambos participen de manera activa y compartan responsabilidades y estos valores, inculcarlos en los hijos, demostrar con el ejemplo el significado de respeto a la mujer.
En el trabajo
Cada día, las mujeres continúan sumando espacios, tomando decisiones y asumiendo mayor liderazgo, y el campo laboral es un espacio que no han parado de conquistar, sin embargo, por su género, en ocasiones, es menor valorada, remunerada y hasta blanco de acoso.
Para nadie es un secreto que una mujer exitosa puede ser un golpe a su ego masculino, cuando en realidad, una mujer no desea más que superarse, tanto a nivel personal como profesional.
Ser mujer en carreras donde el género masculino posee gran influencia no es sencillo, sin embargo, no es imposible, siempre que se esté dispuesta a crecer y aprender constantemente, ni el cielo es el límite.
Una mujer, no debe ser cuestionada o sentirse presionada por estudiar una «carrera de acuerdo a su género», perfectamente puede ser ingeniera, arquitecta, o cualquier otra que desee, y más importante aún no debe ser blanco de abusos, insinuaciones sexuales o de ningún otro tipo, solo por el hecho de ser mujer.
Claves para fomentar en adolescentes el respeto en la mujer
A continuación, explicaremos brevemente, algunos consejos que los padres pueden poner en práctica para criar jóvenes con gran respeto hacia el género femenino.
El rol de la familia
La familia, cumple un rol sumamente importante ya que esta es la base de la sociedad. Los niños, no conocen de malas intenciones o discriminación, diferencias de género o roles, por lo que es nuestra responsabilidad como padres procurar que nuestros hijos se sientan importantes, cada uno desde lo que es y las habilidades que posee, indistintamente de si es niño o niña.
La mujer: mucho más que un cuerpo
Las mujeres son mucho más que un cuerpo, son seres hermosos, especiales, que merecen ser tratados con amor y para nada valorados o abusados de ninguna manera.
Educar desde la igualdad, el respeto y el amor hacia el otro no solo es un derecho fundamental de nuestra infancia, sino que también es una herramienta que nos permitirá ayudar a erradicar la violencia en un futuro no muy lejano.
Una mujer puede vestir como quiera
Una mujer puede vestir como quiera y ello no quiere decir que merezca que se le falte el respeto de ninguna manera posible.
Vestirse de acuerdo a su gusto no es expresar ningún tipo de deseo, provocación ni ningún otro mensaje que pueda malinterpretarse, es simplemente expresar su gusto y punto.
No te obsesiones con ejercer control sobre ella
Esto del control es un tema bastante delicado y extenso, del cual se puede expresar muchísimo, especialmente porque por este punto es que empieza el control, que poco a poco se va transformando en violencia emocional, distanciamiento de la familia, hasta alcanzar la violencia física, e incluso tragedias.
Las mujeres, son y deben ser seres libres, independientes, que traten, se vistan y expresen a su manera, sin restricciones, limitaciones ni controles de ningún tipo, así que a ti joven que nos lees, no te obsesiones con tu chica, permítele ser y expresarse con libertad.
No, significa No
Probablemente una de las frases de respeto a la mujer más cliché, sin embargo, nunca debemos obligar a una mujer a hacer cosas que no desea, el respeto, debe prevalecer siempre.
Solicita Ayuda profesional
Si consideras que por más consejos que recibas, artículos que leas esto parece superarte y sientes obsesión o necesidad de controlar a otros, no puedes evitar ser irrespetuoso, entonces quizás, lo mejor sea buscar ayuda profesional para que te oriente de la mejor manera en ese proceso y puedas disfrutar de una buena vida en pareja.
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