La Encarnación: Historia en el Cristianismo ¿Qué es?

Si quieres tener información sobre la Encarnación, te invito a que continúes leyendo este artículo, aquí te estaremos hablando todo lo referente sobre este tema y mucho más, esperando que sea de tu total agrado.

LA ENCARNACIÓN

¿Qué es La Encarnación?

La Encarnación en la gran muestra del más profundo amor de Dios hacia todos los seres humanos, su nombre proviene del latín, para los diferente cristiano este es el momento en que el hijo de Dios reencarnó en su hijo Jesucristo, bajo el inmenso poder del espíritu santo, tomando como posesión su inmensa naturaleza humana, para así considerar a todos los seres pecadores de la humanidad.

Para los cristianos según su doctrina la única persona de Jesucristo tiene dos verdaderas voluntades, la cuales son la inteligencia dividida en dos y la naturaleza también dividida en dos.

El significado de la Encarnación es que Dios aparece en los seres humanos y luego viene el mismo Dios a trabajar en medio del ser humano de su creación, bajo una imagen de carne. La Encarnación, procedente del vocablo latino «incarnatio», es el acto y la consecuencia de encarnar. Pero cuando hablamos de la religión del cristianismo se puede decir que la Encarnación es la gran transformación que pudo llevar adelante el grandioso Verbo Divino al hacerse hombre, tratando de decir que, Dios se hace carne en su misma esencia y se hace hombre.

La obra de la Encarnación

En la obra de la Encarnación podemos decir que la asunción de la naturaleza humana de Cristo por la Persona del Verbo es obra de las tres Personas divinas. El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo, pero la Encarnación de nuestro padre celestial Dios solo fue del Hijo, no del Padre, ni del Espíritu Santo, pero se dice que esto fue obra de esta santísima trinidad.

Es por eso que, en la sagrada escritura (hablando de la biblia) podemos encontrar que en muchas ocasiones se refiere a la santísima trinidad, siendo esta El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo una misma persona que viene en representación de nuestro Padre creador de los cielos y tierra «Dios».

la encarnacion

Es entonces es este motivo el que lleva a señalar que la Encarnación es un acto  único común a las tres Personas divinas antes mencionadas, es por eso que la llegada de nuestro señor Jesús es considerado un acto totalmente divino de la santísima trinidad, que todo lleva al gran poder que tiene nuestro Dios padre celestial creador de todo el universo. La Encarnación del Verbo no afecta a la libertad divina, ya que nuestro Dios en su tiempo pudo haber decidido que el dichoso Verbo (encarnar) no se pudiera encarnar, o que se encarnara pero otra Persona que fuera divina.

Todo esto se trata de un acto muy misterioso que trata de suponer que el Verbo Divino (encarnar), o (como hijo de nuestro padre celestial Dios segunda persona de la Santísima Trinidad), pudo tomar carne humana mediante el vientre de la Virgen María gracias a la obra y gracia del Espíritu Santo. En un versículo de la biblia podemos encontrar «En el principio era el Verbo, la Palabra, y el Verbo estaba junto Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba junto a Dios en el principio…» Esto según Juan capítulo uno versículo uno al dos. El Misterio de la Encarnación de Jesús, es hoy en día el gran centro de nuestra fe cristiana.

Se trata de creer que nuestro Dios, vino en Encarnación a la tierra mediante la Virgen María por obra del Espíritu Santo, para vivir y morir por todos nosotros los pecadores. En otra parte de la biblia podemos encontrar que dice «Y el Verbo se hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria: la Gloria que recibe del Padre; lleno de gracia y de verdad», donde nos trata de revelar que Jesús es Dios mismo encarnado en el ser humano pero no nada más en carne si no en su gracia y obra. El cuerpo de Jesús no es un simple disfraz que le hace posible estar en el mundo sino que más bien es un elemento esencial de su ser, porque él es el Dios-hombre y el hombre-Dios.

 La Virgen María, Madre de Dios

La Virgen de la Santa María fue mucho antes ya predestinada para ser Madre de Dios desde toda la eternidad, bajo de la mano con la Encarnación del Verbo, se dice según el catolicismo que la Virgen María ya tenía existencia antes de la creación del mundo, ya que era ella la que fue escogida por el padre celestial para ser como Madrde su Hijo Jesús en la Encarnación, ya su vez, junto con el Padre también la escogió su Hijo, siendo este Jesús, confiándola eternamente al Espíritu de la santísima trinidad.

Para que la virgen María fuera la Madre del señor Jesús, esta tuvo que ser muy dotada por Dios, dándole este, grandiosos dones a la medida para que ella pudiera llevar a cabo esta gran misión, la cual era y fue muy importante. La Virgen María de la Encarnación, es la advocación más grande del catolicismo, la cual tiene como finalidad encargarse de la representación de la Virgen María en el instante de la ya mencionada Encarnación, bajo en nombre del Espíritu Santo.

Por otra parte podemos apreciar que El arcángel San Gabriel, en el preciso momento de la pronunciación, saluda a la virgen María como «llena de gracia» en la biblia, en Lucas capítulo uno versículo veintiocho. Antes de que el dichoso Verbo se encarnara, la Santa Virgen María era ya, por su correspondencia bendecida por los dones divinos, llena de gracia. Esta gracia que recibió la Virgen María la hace aún más grata hacia los ojos de Dios y la prepara para ser la Madre virginal de su Hijo Jesús.

La santísima virgen María logró llegar a ser la Madre de nuestro señor Jesús y, pudo aceptar de todo corazón la voluntad divina de la salvación, sin dejar que ningún ser humano pecador se lo pudiera impedir, María se entregó a sí misma bajo su propósito a la persona y a la obra del Hijo, para así lograr servir, en su dependencia y con él, bajo la gracia de nuestro padre celestial Dios, al Misterio de la gran Redención. María ha sido redimida desde su concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX.

Es por todo esto que El 25 de marzo es recordada la gran Virgen María en el gran Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios en el seno purísimo de esta apreciada virgen. María fue siempre Virgen, y por tal motivo se recuerda siempre hoy en día , en especial en esta fecha siendo esta, el día más grande y exaltante para la Virgen María madre de Jesús, porque Dios logró irrumpir en su vida con su presencia y con su poderosa gracia.

Hace 2000 años atrás aproximadamente , el Arcángel Gabriel, fue enviado por Dios a Nazaret, siendo ésta considerada como la «ciudad blanca» a donde una doncella muy joven, quizás de unos 15 años de edad, llamada María, Le dijo el ángel Gabriel: «Alégrate, llena de Gracia sobreabundante, el Señor es contigo y bendita tú eres entre tanta mujeres». La llegada de Jesús se trató de una Nueva Creación, del Nuevo Adán, aquel que salvará toda la humanidad. Sólo Dios será su gran Padre y María, su gran Madre. Por eso todos los que tienen a Dios por Padre, tendrán a María por Madre, esto según el catolicismo.

La profunda realeza de la virgen María se fundamentó en su preciosa maternidad divina, llena de gracia y en su asociación a la obra de la Redención. El 1 de noviembre de 1954, el Padre Pío XII instituyó la fiesta de Santa María Reina, siento esta consagra y librada de toda mancha de pecado, según la religión católica, aunque en realidad debería continuar siendo un misterio, ya que científicamente no es algo comprobado, y por tal motivo hoy en día se pone en duda dicho fundamento para ciertas personas.

La grandiosa y Santa María es la más hermosa de la mujeres siendo esta la  Madre de Dios, en efecto, aquel que ella concibió como hombre, por la obra y la gracia del Espíritu Santo, y que logró verdaderamente hacer a Jesús, su Hijo según la carne, siendo este el Hijo eterno del Padre Celestial, creador de los cielos y la tierra, y la segunda persona de la Santísima Trinidad. La Iglesia católica llegó a confesar que la virgen María, es la verdaderamente Madre de nuestro padre celestial Dios.

María fue asunta al Cielo, lugar donde fue perdonada por todo sus pecado y se volvió pura, y por tal motivo se convirtió en la Inmaculada Virgen María madre de Dios y madre de todos lo ser humanos en la tierra, una vez que ella terminó su propósito en la tierra fue llevada al cielo, y por el nombre de Dios fue posesionada al trono celestial, como la gran Reina del Universo. La virgen María de la Encarnación se fundamenta en su preciosa maternidad divina y en su asociación a la obra de la gran Redención.

Pero  basándonos en la región del cristianismo católico, tendría mucho significado para estos creyentes, y es por tal motivo se dio a la creación de un rezo especialmente para ella, donde claramente sea expresada como madre de Dios, y de tal manera los diferente creyente pudiera pedir cualquier petición o ofrecer un ofrenda hacia ella, convirtiéndose hoy en día en uno de los rezos más reconocido y dicho por las diferente personas, siendo este de mucha importancia para la fe cristiana, a continuación de dejamos dichas oraciones.

Oraciones para recordad a la Madre de la Encarnación María

«Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tú vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén«. Oración que se le hace a la virgen María para recordar el motivo de su existencia en la tierra.

Oración para recordar su pureza

«Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial princesa, Virgen sagrada, María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. ¡Mírame con compasión! ¡No me dejes, Madre mía¡»

La salve

«Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén»

La virgen María es la madre de nuestro señor Jesús, y por tal motivo es madre de todos notros, es por eso que en el mes de la Encarnación es muy importante recordar su nombre, para que esta siempre nos cubra con su poder divino, y pueda ser un intercesor ante los, ojos de nuestro Dios. Por tal motivo a la virgen María de la Encarnación se le debe recordar de tal manera en una hermosa oración.

«¡Madre de Dios y Madre mía María! Yo no soy digno de pronunciar tú nombre, pero tú que deseas y quieres mi salvación, me has de otorgar, aunque mi lengua no es pura, que pueda llamar en mi socorro tú santo y poderoso nombre, que es ayuda en la vida y salvación al morir. ¡Dulce Madre, María!. haz que tú nombre, de hoy en adelante, sea la respiración de mi vida. No tardes, Señora, en auxiliarme cada vez que te llame. Pues en cada tentación que me combata, y en cualquier necesidad que experimente, quiero llamarte sin cesar; ¡María! Así espero hacerlo en la vida, y así, sobre todo, en la última hora, para alabar, siempre en el cielo tú nombre amado»

«¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!. ¡Qué aliento, dulzura y confianza, qué ternura siento
con sólo nombrarte y pensar en ti! Doy gracias a nuestro Señor y Dios, que nos ha dado para nuestro bien,
este nombre tan dulce, tan amable y poderoso. Señora, no me contento con sólo pronunciar tu nombre, quiero que tu amor me recuerde que debo llamarte a cada instante, y que pueda exclamar con san Anselmo, ¡Oh nombre de la tú eres el amor mío!»

«Amada María y amado Jesús mío, que vivan siempre en mi corazón y en el de todos, vuestros nombres salvadores. Que se olvide mi mente de cualquier otro nombre, para acordarme sólo y siempre, de invocar vuestros nombres adorados. Jesús, Redentor mío, y Madre mía María, cuando llegue la hora de dejar esta vida, concédeme entonces la gracia de deciros. Os amo, Jesús y María. Jesús y María, os doy el corazón y el alma mía. Madre de Dios, Amén»

Figuras de la Encarnación

El simple motivo de Persona de la Santísima Trinidad, sin dejar de ser Dios, asumió de mejor manera la naturaleza humana como inefable, es decir, que esto no es adecuadamente expresado y no hay absolutamente ninguna otra realidad como esta. Es entonces que de allí toda comparación es posible y toda figura es totalmente inadecuada, aunque, podemos decir que a su manera, en lo que se asemejan iluminan esta realidad en lo inefable.

Dios no abandonó al hombre sino que les prometió un principal Salvador. Las grandiosas y principales figuras del impresionante Redentor expresadas en el Antiguo Testamento, son el inocente Abel, el sacrificio de Isaac, José vendido por sus hermanos, el cordero pascual, el sumo sacerdote Melquisedec, la serpiente de bronce levantada por Moisés en el desierto y el profeta Jonás.

Cruz de la Encarnación

La Cruz de Encarnación es el Rol, cuyo propósito de este personaje en esta vida. Donde nos hace entender que tú eres la Conciencia más grande que se manifiesta en esta hermosa vida a través de este vehículo, el cual sería el cuerpo y mente que ya es este el que logró estar programado desde el nacimiento tuyo. Por otro lado podemos encontrar la cruz de la Encarnación en el diseño humano, donde el diseño Humano es principal inherente dual, el cual  te ayuda a desvelar la gran programación de este apreciado vehículo con el que te has logrado identificar y que por tal motivo logras creer que eres él.

 

Todos los seres humanos nos encontramos sobre cruces, todo esto se trata al entorno cósmico dentro del cual vivimos actualmente. El universo donde nos encontramos es un binario, el cual debemos logra entender, para saber cuál es el exterior de nuestras vidas.

La creación

En la grandiosa creación Dios se trata de revelar, y se manifiesta «Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras, su poder eterno y su divinidad» esto según la biblia en romanos uno al veinte. Es por esto que pasa a hacer una las más apreciada obras de Dios. Recordando que todo lo creado pasa a ser bajo el poder divino de Dios.

La obra artística

De una u otra forma, el ser humano «encarna» su grandioso espíritu en la obra de arte, sea esta expresada en la palabra, materia, color, figura, sonido, en la técnica y en la fiesta. A pesar de la estrecha relación entre el autor y su obra en la que de alguna manera logra estar presente, esa unión está a distancias de la que se da en Jesucristo entre la divinidad y la profunda humanidad unidas en las diferentes Personas.

 Los nombres de Cristo

Actualmente podemos encontrar mucho nombre diferente cuando nos referimos a Cristo, los cuales se los atribuyen las diferentes personas, especialmente los teólogos y los autores espirituales en lo que sería los largos de los siglos. Podemos encontrar que unos se toman del Antiguo Testamento, y en diferentes ocasiones, del Nuevo. Algunos son muy utilizados o por su diferencia aceptado por nuestro Jesús mismo, pero otros le han sido colocados por la Iglesia a lo largo de los tiempos. A Continuación te presentaremos algunos de sus nombres más utilizados y reconocidos de la actualidad.

Jesús

Jesús tiene cómo significado en el hebreo «Dios Salva» este tiene junto con «Emmanuel» atributos salvíficos. En las investigaciones realizadas pudimos encontrar que los diferentes cristianos han logrado unir un significado teológico a lo que sería al nombre de Jesús desde los primeros tiempos de su desarrollo (el cristianismo). Por otro lado podemos encontrar que en el momento de la anunciación, el ángel Gabriel le otorgó cómo un nombre propio, el ya mencionado nombre de Jesús que, este expresa a la vez su identidad y su gran misión.

Por otra parte lo que se quería lograr hacer entender es que el nombre de Jesús lograba expresar el Nombre mismo de Dios, y que este está totalmente presente en la persona bajo el nombre de su Hijo. El hermoso nombre de nuestro señor Jesús está ubicado también en el corazón de las hermosas plegarias cristianas, y podemos recordarlo haciendo una bella oración hacia él de la siguiente manera.

«Señor Jesús, que me conozca a mí y que te conozca a Ti, Que no desee otra cosa sino a Ti. Que me odie a mí y te ame a Ti. Y que todo lo haga siempre por Ti. Que me humille y que te exalte a Ti. Que no piense nada más que en Ti.

Que me mortifique, para vivir en Ti. Y que acepte todo como venido de Ti. Que renuncie a lo mío y te siga sólo a Ti. Que siempre escoja seguirte a Ti. Que huya de mí y me refugie en Ti. Y que merezca ser protegido por Ti. Que me tema a mí y tema ofenderte a Ti.

Que sea contado entre los elegidos por Ti. Que desconfíe de mí y ponga toda mi confianza en Ti. Y que obedezca a otros por amor a Ti. Que a nada dé importancia sino tan sólo a Ti. Que quiera ser pobre por amor a Ti. Mírame, para que sólo te ame a Ti.

Llámame, para que sólo te busque a Ti. Y concédeme la gracia de gozar para siempre de Ti. gracias Señor Jesús Amén».

Cristo

El nombre Cristo viene de la traducción griega que significa «Mesías», este espectacular nombre pasa a ser nombre propio de Jesús, ya que logra cumplir perfectamente la gran misión divina y celestial que esa palabra tiene como significado, enciendo énfasis en Dios. El nombre dado cómo Cristo está total y estrechamente asociada a Jesús de una manera muy profunda que, hace evidenciar que para los primeros cristianos no existía la necesidad de afirmar que Jesús era el mismo Cristo, lo cual logró ser ampliamente considerado entre ellos.

Enmanuel

Enmanuel tiene cómo significa «Dios con nosotros» y proviene de hebreos, este se puede referir a Isaías, más este no aparece en ningún lugar del nuevo testamento. El nombre Enmanuel trata de indicar que nuestro Jesús siempre está con los más fieles hasta el final de los siglos.

Señor

Según el catolicismo este nombre proviene desde el momento en la traducción griega de los libros del Antiguo Testamento, el nombre correcto con el cual nuestro Dios se logró revelar hacia a Moisés. Podemos encontrar que los primeros cristianos pudieron ver a Dios como «Señor», el cual tiene cómo significado Dios, maestro o Señor, este nombre lo podemos encontrar en el nuevo testamento con más de setecientas apariciones en él.

La caminata de la Encarnación

La caminata de la Encarnación es una ofrenda que se le hace a santísima virgen de la Encarnación , donde se dirige hacia ella en nueve meses, siendo estos los meses que mantuvo ella a nuestro Jesús, durante este tiempo se debe rezar a nuestra Señora de la Encarnación diariamente. Durante todo este lapso, las personas acostumbran normalmente pedir tres gracias, las cuales catalogan cómo las más especiales, a continuación te mostraremos cómo se debe pedir estas tres gracias especiales:

Oración a la virgen de la Encarnación paso a paso

Muchas veces llegamos a llegar a dudar de los grande poderes de nuestro Dios,  sin pensar que cualquier desafío sobrepasa al poder Cristo, debemos recordar que él siempre está presente en cada momento de nuestras vidas, pero es necesario recordarlo en cada instante, y no dejar a un lado a este ser de inmenso poder celestial. Es por eso que es casi imposible encontrar a personas que no sean devotas a su gran madre, la virgen María. Por tal motivo hoy te traemos unas bellas súplicas a la Virgen de la Encarnación.

Paso uno: Primero se comienza por un Ave María «Dios te salve Reina y Madre de Misericordia, vida dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea pues, Señora Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima!, ¡oh piadosa!, ¡oh dulce Virgen María! Ruega  por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén».

Paso dos: Luego se hace una oración de la siguiente manera: » Oh Virgen de la Encarnación, mil veces te saludamos, mil parabienes te damos por el gozo que tuviste cuando Dios en ti encarnó, porque  eres tan poderosa oh Virgen y Madre de Dios, concédeme lo que te pido por el amor de Dios, por el Amor de nuestro Dios». Luego en esta parte se le pide la primera gracia especial, pero primero se debe someter a una meditación profunda y si procedes a pedir la gracia, luego se hace la oración.

Paso tres: Se reza la segunda Salve María «Dios te salve Reina y Madre de Misericordia, vida dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea pues, Señora Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima!, ¡oh piadosa!, ¡oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén».

 

Paso cuatro: Se medita nuevamente y se pide la otra gracia, y continuas con la oración «Oh Virgen de la Encarnación, mil veces te saludamos, mil parabienes te damos por el gusto que tuviste cuando Dios en ti encarnó, pues eres tan poderosa oh Virgen y Madre de Dios, concédeme lo que te pido por amor de Dios, por amor de Dios»

 Paso cinco: Se reza la tercera Salve María» Dios te salve Reina y Madre de Misericordia, vida dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea pues, Señora Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima!, ¡oh piadosa!, ¡oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén».

Paso seis: Se medita y se pide la tercera gracia, se hace nuevamente la oración «Oh Virgen de la Encarnación, mil veces te saludamos, mil parabienes te damos por el gusto que tuviste cuando Dios en ti encarnó, pues eres tan poderosa oh Virgen y Madre de Dios, concédeme lo que te pido por amor de Dios, por amor de Dios»

Paso siete: Se hace la última oración ya para así finalizar «Acordaos Oh piadosísima  Virgen María que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya  sido desamparado.  Animado por  esta  confianza,  a vos acudo, Oh Virgen de la Encarnación. Madre de mi señor Jesucristo y gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vos, Oh Madre de Dios, no desecheis mis súplicas, antes bien escuchadlas y acogedlas misericordiosamente,  oh Madre mía, por el Misterio de tu Santísima Encarnación  y por el amor de Dios».

«Dios Padre Misericordioso, que con la cooperación del Espíritu Santo, preparaste el cuerpo y el alma de la gloriosa Virgen y Madre María para que fuese merecedora de ser digna morada de tu Hijo; concédenos que, pues celebramos con alegría el misterio de la Encarnación, por su piadosa intercesión seamos liberados de los males presentes y de la muerte eterna. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén».

Paso ocho: Se reza un Ave María en nombre de la persona propagadora de la caminata «Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén«.

Paso nueve: Se hace el Sacramento a Jesús» Gracias Señor por todo el bien que de Ti recibo todos los días, Gracias porque derramas en mi alma la dulzura infinita de tu piedad. Gracias por que me dejas sentir tu perdón por mis múltiples faltas. Gracias por que con ello me demuestras que nunca me abandonas. Gracias por las alegrías que me ofreces. Gracias por los dolores que me envías. Gracias también Señor porque conservas para mi alma la esperanza y la fe».

Paso diez: Ya para finalizar todo el proceso de debe decir «Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar en el cielo, en la tierra y en todo lugar Amén«, por tres veces consecutivas, y así darás por terminado tu hermosa caminata a la virgen de la Encarnación.

 Jesucristo Verdadero Mediador entre Dios y los hombres

Nuestro señor Jesucristo es el grande y verdadero Dios, convirtiéndose en el verdadero hombre en la única unidad de su Persona conocida como la divina, por esta razón Jesús es el único y gran mediador entre Dios y los seres humanos, según el catolicismo.  En las creencias se cree que hay un solo Dios existente, quien es el mismo Jesús que encarnó en el vientre de la Virgen María, para venir a la tierra y luego morir en la cruz, para perdonar a todos los pecados de los seres humanos en la tierra.

Jesucristo al llegar a la tierra se convirtió en nuevo profeta quien se encargaría de guiar a las personas existentes en ese momento. Pero nuestro señor Cristo es más que profeta,  Él es el Maestro, que encargó Dios para enseñar su propia doctrina, con una autoridad totalmente desconocida hasta entonces, que dejaba sorprendidos a todas esas personas que lo escuchaban en ese momento de su existencia en carne en la tierra.

Cristo es un gran sacerdote y un rey no sólo en cuanto Dios, sino también en cuanto hombre. La mediación hacia nuestro señor Jesucristo es una mediación sacerdotal según la creencia católica, lugar donde presenta a este cómo el Sumo Sacerdote de la Nueva Alianza, mediante un único sacrificio que fue dando por este mismo en la cruz. El reino de Dios es un lugar espiritual y eterno, siendo este lleno de mucha santidad y justicia, de paz y sobre todo amor. Es muy importante lograr entender que Cristo, Rey y Señor del universo, se hizo el servidor de todos, no habiendo él a no servir a nadie, sino que vino a ser servido y dar su vida por el perdón de todos nosotros.

Todos los grandes y fieles seguidores de este grandioso cristianismo haciendo énfasis en estas tres funciones de Cristo redentor, son participante de todo este proceso y tienen las grandes responsabilidades de misión y de servicio que se derivan de esta.

Vida sobre Cristo redentor

En lo que se refiere a la grandiosa vida de nuestro señor Jesucristo, el espectacular símbolo de la fe, nos logra hablar sobre a lo más importante, que es la Encarnación de este ser en el vientre de María. Es por eso que toda la vida de Cristo es muy redentora y en cualquier acto humano, que sea suyo posee un valor trascendente de salvación de las personas. En Belén nació el gran redentor del mundo, quien vino a librarnos de todos los pecados que estábamos después de Adán y Eva, llegó a sufrir infinidades de tortura solo para así conseguir su objetivo principal, el cual era lograr la gran salvación de las personas.

La cual no trajo ninguna fórmula mágica, porque sabe que la dicha salvación que ofrece debía ser pasada por los corazones de gente, por tal motivo Dios hizo que el momento de su existencia en la tierra fuera como el de cualquier ser humano, es decir por eso permito que encarnara en el vientre de María, para vivir como cualquier persona, y así logra que sus seguidores mantuvieran su profunda fe hacia él. Los muchos años de la vida oculta de nuestro señor Jesucristo no son, sin ninguna duda una simple preparación para lograr su ministerio público, sino que son auténticos actos redentores, los cuales son orientados hacia la consumación del gran Misterio Pascual.

Nuestro señor Jesucristo también realiza su redención durante los muchos años de trabajo de su grandiosa vida oculta dando así, todo su sentido divino en la historia, hablando sobre ella en la salvación a la labor cotidiana de las diferentes personas cristianas y devotas a él, y de miles y millones de hombres de buena voluntad. Dios durante todo el proceso de la vida y después del momento de la llega de él sobre la tierra, nos hace entender que la existencia humana es un gran acto de acción divina, el cual nos los regaló él mismo.

Oración de Jesús antes de morir en la cruz

Hoy en día nos encontramos en el hermoso mes, en cual debemos recordar con mucha devoción a nuestro padre celestial, tenemos que tener siempre presente el sacrificio que hizo él por morir por nosotros en la cruz, simplemente para librarnos de los pecados, a continuación te mostraremos unas hermosas plegaria que hizo Jesús al cielo antes de morir, la cual podemos encontrar en el evangelio de Juan.

«Padre, los seguidores que tengo me los diste tú, y quiero que estén donde yo voy a estar, para que vean todo el poder que me has dado, pues me has amado desde antes de que existiera el mundo. »Padre, tú eres justo, pero los de este mundo no conocen tu justicia. Yo sí te conozco, y los que me diste saben que tú me enviaste. Les he dicho quién eres, y no dejaré de hacerlo, para que se mantengan unidos a mí, y para que amen a los demás como tú y yo nos amamos». En esta hermosa súplica, podemos apreciar el hermoso corazón que tenía Jesús cuando murió por nosotros en la cruz.

Oración a la sangre de Jesús en la Encarnación

«Señor Jesús, en tú nombre y con el Poder de tú Sangre Preciosa sellamos toda persona, hechos o acontecimientos a  través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño. Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno, y en el mundo en el cual nos movemos hoy».

«Con el Poder de la Sangre de Jesús rompemos toda interferencia y acción del maligno. Te pedimos Jesús que envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo a la Santísima Virgen acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael y toda su corte de Santos Ángeles. Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestra casa, todos los que la habitan (nombrar a cada una de ellas), las personas que el Señor enviará a ella, así como los alimentos y los bienes que Él generosamente nos envía para nuestro sustento. Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, paredes,  pisos y el aire que respiramos, y en fe colocamos un círculo de Su Sangre alrededor de toda nuestra familia».

«Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos los lugares en donde vamos a estar este día, y las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar (nombrar a cada una de ellas). Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los negocios de toda nuestra familia, y los vehículos, las carreteras, los aires, las vías y cualquier medio de transporte que habremos de utilizar».

«Con tú Sangre preciosa sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes y dirigentes de nuestra Patria a fin de que Tú Paz y Tú Corazón al fin reinen en ella. Te agradecemos Señor por Tú Sangre y por Tú Vida, ya que gracias a Ellas hemos sido salvados y somos preserva desde todo lo malo.  Amén.»

Oración de Sanación a Jesús

«Padre Dios Todopoderoso, fuente de la salud y del consuelo, que has dicho «Yo soy el que te da la salud». Acudimos a ti en este momento en el que por la enfermedad experimentamos la fragilidad de nuestros cuerpos. Ten piedad Señor de los que están sin fuerza, devuelves la salud y quedarán sanos. Has efectivos los tratamientos médicos».

«Líbranos de los efectos secundarios de la medicina y haz que lo que la medicina no puede hacer. Realiza un milagro de tú amor y concédeles la salud del cuerpo, la paz en el alma, para que libres de toda enfermedad y recobradas las fuerzas, puedan servirte mejor a ti y a nuestros hermanos. Lo pedimos en el nombre de tú Hijo Jesucristo, con la Virgen María nuestra madre, orando en la fuerza del Espíritu Santo, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén».

Si fue de un total agrado para ti, el precioso contenido de este artículo, y deseas continuar leyendo más oraciones, e información relacionada al tema, te invito a que ingrese en los siguientes enlaces que te estaré dejando a continuación.

Conoce la Oración de la Santa Cruz

El Bien Común

Parte de la Santa Misa

(Visited 683 times, 1 visits today)

Deja un comentario