Peticiones Cristianas para la Misa de Difuntos

Cuando fallece un familiar próximo o alguien muy querido, la mejor manera de procurar consuelo es realizar Peticiones para la Misa por los Difuntos. El propósito es que mediante una misa cristiana sus allegados puedan, más que conseguir alivio propio, conmemorar la resurrección de los fallecidos, las misma que Cristo alcanzó. A continuación conocerás mucho más de estas peticiones.

Peticiones misa difuntos

Peticiones de Misa para los Difuntos

Las peticiones de misa en memoria de un difunto deben ser adecuadas por quien oficia el acto de acuerdo a la situación particular de lo que están padeciendo y sintiendo los solicitantes.

Monición Introductoria

Hermanos: Nos hemos congregado hoy ante el deceso de ……….., colmados con todos esos sentimientos de pesar, de asombro, de incapacidad total ante lo que es inevitable, que nos ocasiona toda muerte. Nos hemos congregado para dar compañía en su dolor desconsolado a estos amigos que se afrontan la partida absoluta de un familiar.

Si no contáramos con nuestra Fe, únicamente eso podríamos brindarles. Aun así por la Fe entendemos que podemos dar más. Somos creyentes en la ‘comunión de los santos”, somos creyentes en que la muerte no quebranta totalmente los lazos que nos ataban con los que se fueron. Podemos darles ayuda en su ingreso en el más allá con nuestras plegarias, si es que les hacen falta, así como igualmente aguardamos que ellos, que pronto estarán cercanos a Dios, siguen cuidando de nosotros.

Persuadidos de esta bella realidad, vamos, pues, a elevar nuestras oraciones al Padre por el reposo absoluto de ……….

Peticiones para la Misa para Difuntos: Saludo Inicial

Que el favor, la paz y el alivio de Dios nuestro Padre, de Jesucristo el Señor y la participación del Espíritu Santo, den compañía a ………. en su camino a la vida inmortal, y le acompañen siempre a todas y todos Uds. Y con tu espíritu.

Oración por el/la difunto/a:

Oremos: Señor, Padre Santo y Bueno, Dios omnipotente e inmortal, con humildad te rogamos por tu siervo(a) ………., a quien convocaste de este mundo a presentarse a ti; sírvete llevarlo(a) al sitio de reposo, de la luz y de la armonía. Déjale traspasar victoriosamente los umbrales de la muerte, para que more con tus santos en el cielo, en la luz que juraste a Abrahám y su prole.

Que se vea libre de toda tristeza y que, cuando se aproxime el tiempo de la resurrección y del premio, sea puesto/a entre los santos y escogidos, para que a Tu lado disfrute de la vida perpetua en el reino eterno. Por J.C.N.S. Amén

Salmo de la Esperanza

(Se procede a orar ahora el Salmo 22, que manifiesta nuestra confianza en la benevolencia y en el poder de Dios. Él, inclusive en los instantes más sombríos de nuestra vida y aún tras la muerte, vela por nosotros). Pronunciamos todos:

– El Señor es mi Pastor, nada me faltará.

– El Señor es mi Pastor, nada me faltará.

– El Señor es mi Pastor, nada me faltará.

en verdes campos el me hace reclinar.

– El Señor es mi Pastor, nada me faltará.

Me lleva hasta fuentes apacibles y repone mis fuerzas,

me lleva por el camino recto por el respeto de su nombre.

– El Señor es mi Pastor, nada me faltará.

Aunque deambule por cañadas sombrías, nada he de temer

porque tu me acompañas, tu vara y tu cayado me serenan

– El Señor es mi Pastor, nada me faltará.

Alistas ante mi una mesa, delante de mis enemigos

me untas con perfume la cabeza y mi copa se derrama

– El Señor es mi Pastor, nada me faltará.

Peticiones misa difuntos

Tu benevolencia y tu ternura son mi compañía

cada día de mi vida,

y viviré en la casa del Señor

por años sin fin,

– El Señor es mi Pastor, nada me faltará.

Oración por Quienes Lloran ante la Muerte

Procedemos a rezar ahora por nosotros mismos y de una modo muy particular por los familiares más próximos y amistades de ……….

Oremos: Padre de conmiseración y Dios de todo alivio, que nos atiendes siempre con amor y conviertes las sombras de la muerte en luz de vida, contempla a estos tus hijos que sollozan en su aflicción. Conviértete en nuestro albergue y fortaleza, Señor, y condúcenos desde la oscuridad del lloro y del dolor, a la tranquilidad de tu presencia.

Puesto que tu Hijo, Jesucristo nuestro Señor, al morir destrozó el poder de la muerte y reviviendo nos dio nueva vida, permítenos proseguir sus pasos, para que al culminar nuestra vida podamos congregarnos con nuestros hermanos en aquel sitio donde serán secadas todas las lágrimas de nuestros ojos. Por N.S.J.C.

Peticiones para la Misa para Difuntos: Oración Comunitaria

(La plegaria llega a tener una fuerza singular cuando se efectúa de manera comunitaria, todos unidos como Pueblo de Dios, como familia de gran unión. Procedamos, pues, hermanos, a orar así unidos. Suplicaremos no solo por nosotros mismos y por nuestro hermano ………., sino igualmente por toda la Iglesia, por el sosiego del mundo y por nuestra redención. Por cada uno de los deseos, contestaremos todos, “Te lo suplicamos, Señor”):

+ Por todos los ministros de la Iglesia,

por aquellos que nos socorren en el camino de la redención,

para que lo que educan con su palabra

lo realicen igualmente con sus obras,

imploremos al Señor.

– Te lo suplicamos, Señor

+ Por aquellos que conducen el rumbo de los pueblos,

para que fomenten la justicia y la armonía,

imploremos al Señor.

– Te lo suplicamos, Señor

+ Por aquellos que padecen en el cuerpo o en el alma,

por los aquejados, por los afligidos, por quienes carecen de compañía,

por lo que no encuentran trabajo,

para que jamás se consideren abandonados de Dios,

imploremos al Señor.

– Te lo suplicamos, Señor

+ Para que el Señor se sirva libertar a su siervo/a ……….,

de los dominios de las sombras de la muerte,

imploremos al Señor.

– Te lo suplicamos, Señor

+ Para que se sirva ponerlo/a al lado de Él,

junto a los bienaventurados del Cielo,

imploremos al Señor.

– Te lo suplicamos, Señor

+ Para que el Padre Celestial

que se sirvió aceptar entre sus hijos a ………. el día del Bautismo,

en esta oportunidad lo/a acoja entre los Santos en la gloria,

imploremos al Señor.

– Te lo suplicamos, Señor

+ Para que quien otorga todo bien,

que en la fecha de la Confirmación le otorgó a ………. su Santo Espíritu,

en esta ocasión lo/a admita señalado/a por ese sello divino,

imploremos al Señor.

– Te lo suplicamos, Señor

+ Para que el Dios Bondadoso, que en tantas ocasiones perdonó

a este nuestro/a hermano/a

en el Sacramento de la Reconciliación,

descuide todas los pecados que pudo cometer,

imploremos al Señor.

– Te lo suplicamos, Señor

+ Para que Jesús que señalo “Quien se alimenta de mi carne y toma mi sangre,

no habrá de morir para siempre”

y que acudió en tantas ocasiones al corazón de ………. en la Eucaristía,

le concede ahora la vida perpetua,

imploremos al Señor

– Te lo suplicamos, Señor

(A pronunciar por un/a casado/a)

+ Para que Jesús,

que por medio del Sacramento del Matrimonio convirtió a ……….

en signo vivo de su alianza con la Iglesia,

lo/a junte eternamente con El,

imploremos al Señor.

– Te lo suplicamos, Señor

(A pronunciar por un/a joven)

+ Para que el Padre que quiso convocar a ……….

en el mejor tiempo de esta vida para darle una existencia más llena,

se la otorgue ahora con plenitud,

imploremos al Señor.

– Te lo suplicamos, Señor

(A pronunciar por un religioso/a)

+ Para que el Señor que se sirvió convocar a ……….

para que diese en la Tierra testimonio de los bienes eternos,

– Te lo suplicamos, Señor

(A pronunciar por un Sacerdote)

+ Para que el Señor que lo convocó

para ser siervo del pueblo de Dios

en todo lo que tiene que ver con la redención,

le deje abiertas las puertas del cielo

al que convocó en tantas ocasiones a sus devotos

imploremos al Señor

– Te lo suplicamos, Señor

+ Para que Él, Dios de todo alivio,

se sirva aliviar ahora

a los que sollozamos el deceso de ……….,

imploremos al Señor.

– Te lo suplicamos, Señor

+ Por todos aquellos parientes y amistades que han fallecido,

para que el Señor los acoja en la Congregación de los Santos,

imploremos al Señor.

– Te lo suplicamos, Señor

Oremos: Oye, Señor, nuestros ruegos y otorga a la Iglesia la lealtad a tu palabra, a la totalidad de los pueblos la armonía en la justicia, a los fallecidos la conmiseración y el perdón que siempre anhelaron, y a nosotros el alivio que requerimos. Te lo suplicamos por N.S.J.C.

Monición antes de la Lectura de la Palabra

Procedamos ahora a oír la Palabra del Señor, para que ella de luz a los tiempos que estamos viviendo y haga crecer nuestra fe.

Lecturas Bíblicas

A continuación se presentan una serie de lecturas bíblicas cuyos textos sirven de apoyo a la hora de agregar contenido a las peticiones por los difuntos.

Antiguo Testamento

1.- Lectura del Libro de Job.- Fue así como dijo Job: – “!Yo sé que mi Salvador se encuentra vivo y que al llegar el fin me levantará sobre el polvo!. Luego de que se me acabe la piel, ya sin cuerpo alguno, contemplaré a Dios; yo mismo lo contemplaré y no otro, mis mismos ojos le observarán”. Palabra de Dios.

2.- Lectura del Libro de Job.- Una voz celestial me señalo: “redacta esto: alegres desde ahora los difuntos que han fallecido en el Señor”. Sí, así señala el Espíritu, que reposen de sus agobios, ya que sus obras bondadosas les  hacen compañía. Palabra de Dios.

3.- Lectura del Libro de la Sabiduría.- La existencia de los bondadosos se encuentra en manos de Dios y no padecerán de tormentos. Los imprudentes creían que fallecían, estimaban su paso como una desdicha, su ida de entre nosotros, como una calamidad; pero ellos se encuentran en paz. La gente creía que eran condenada, pero ellos aguardaban con seguridad la inmortalidad.

Padecieron por cierto tiempo, obtendrán enormes premios, ya que Dios los colocó a prueba y los consiguió dignos de sí: los comprobó como oro en el crisol, los acogió como un sacrificio grato.

El día final ellos brillarán cual chispas que encienden por un cañaveral. Los que se fían de Él sabrán la verdad, y los leales se quedarán con Él en el amor, ya que los escogidos hallarán gracia y conmiseración. Palabra de Dios.

4.- Lectura del Libro de la Sabiduría.- La gente honesta, aunque fallezca, se regocija en el reposo. La vejez digna no radica en tener una prolongada vida, ni se calcula por la cantidad de años. La genuina ancianidad es la sensatez, y la madurez, es una vida sin tacha. La persona honesta supo complacer a Dios, que lo adoró y ahora lo condujo con Él. Palabra de Dios.

(Dirigido a un joven).- El honesto, aunque perezca precozmente, obtendrá reposo. Complació a Dios y Dios lo adoró; era parte de una sociedad penitente, y Dios lo llevó consigo, para que la maldad no corrompiera su conciencia. Hecho maduro en escasos años, colmó mucho tiempo. Como su espíritu era grato, lo sacó de prisa de entre el mal. Palabra de Dios.

5.- Lectura del Libro Segundo de los Macabeos.- En aquel tiempo, Judas, el jerarca de Israel, realizó una colecta y remitió lo recaudado al templo de Jerusalén, para que se brindase un sacrificio por los fallecidos, actuando de manera recta y noble, meditando en la resurrección. Si no hubiese aguardado la resurrección de los caídos, hubiese sido vano y ridículo orar por los muertos. Es una idea benévola y santa implorar por los difuntos para que sean librados de todo mal. Palabra de Dios.

Nuevo Testamento

1.- Lectura de la Carta de San Pablo a Filipenses.- Hermanos: nos consideramos ciudadanos del cielo, de donde esperamos un Redentor, el Señor Jesucristo, el Mesías. El convertirá la insignificancia de nuestro ser, de acuerdo el patrón de su situación gloriosa, con ese poder con que cuenta para sojuzgar y controlar todas las cosas. Palabra de Dios.

2.- Lectura de la Carta de San Pablo a los Romanos.- Uds. han obtenido un Espíritu de hijos adoptados que nos hace pronunciar ¡Abba!. Dicho Espíritu y nuestro espíritu otorgan igual testimonio: que nos consideramos hijos de Dios; y si lo somos, igualmente heredamos de Dios y coheredamos con Cristo. Estimo que los trabajos de este tiempo son casi nada, meditando en la gloria que un día se nos revelará. Palabra de Dios.

3.- Lectura de la Carta de San Pablo a los Efesios.- ¡Bendito es Dios, Padre de Cristo Jesús nuestro Señor, que nos dio la bendición desde el cielo junto a todo tipo de bendiciones espirituales. En Cristo Dios nos escogió previo a la creación del mundo, para mostrarse en su presencia sin falta ni tacha. De la eternidad decidió que fuésemos sus hijos adoptados por intermedio de Cristo Jesús. Eso es lo que Él anheló y lo que más le agradó. Palabra de Dios.

4.- Lectura de la Carta de San Pablo a los Tesalonicenses.- Hermanos: no deseamos que desconozcan la fortuna de los muertos, para que no se entristezcan como los desesperanzados. Puesto que sí consideramos que Jesús falleció y renació, del igual modo, a los que han fallecido en Jesús, Dios los conducirá con él. Y allí nos hallaremos siempre con el Señor… Esto se lo señalamos como si lo dijes el Señor. Palabra de Dios.

Salmos Responsoriales

Salmo Responsorial 1.- (Al Salmo contestaremos todos)

Mi espíritu tiene deseo de Dios

Oh Señor, tu eres mi Dios, por ti amanezco

Mi espíritu está sediento de ti;

mi carne te anhela,

Al igual que tierra seca, marchita y sin agua

Mi espíritu tiene deseo de Dios

¡Cómo te observaba en el templo

mirando tu energía y tu gloria!

Tu favor vale más que la existencia,

Mis labios pronunciaran tu elogio

Mi espíritu tiene deseo de Dios

Toda mi vida te daré bendiciones

y elevaré mis manos evocándote.

Me hartaré con exquisitos manjares

Y mi boca te cantará de júbilo

Mi espíritu tiene deseo de Dios

Ya que tu fuiste mi apoyo,

bajo la sombra de tus alas canto complacido;

Mi espíritu te acompaña

y tu diestra me sustenta.

Salmo Responsorial 2.- (Al Salmo contestaremos todos):

Andaré en presencia de Dios

en la nación de la vida

El Señor cuida a los humildes:

cuando me hallaba débil me salvó

Andaré en presencia de Dios

en la nación de la vida

Contaba con fe aun cuando señale: “qué desdichado soy»

Yo pronunciaba en mi angustia “los hombres son engañosos”

Andaré en presencia de Dios

en la nación de la vida

Bastante le importa al Señor la muerte de sus devotos.

Señor, yo soy tu sirviente, partiste mis cadenas

Andaré en presencia de Dios

en la nación de la vida.

Salmo Responsorial 3.- (Al Salmo contestaremos todos)

Qué felicidad cuando me fue dicho

“Acudamos a la casa del Señor”

Qué felicidad cuando me fue dicho

“Acudamos a la casa del Señor”

Ya están hollando nuestro píes tus entradas, Jerusalén

Qué felicidad cuando me fue dicho

“Acudamos a la casa del Señor”

Jerusalén está construida como una ciudad firme,

Allí asciende el pueblo, el pueblo de Dios

Qué felicidad cuando me fue dicho

“Acudamos a la casa del Señor”

De acuerdo a la tradición de Israel,

a conmemorar el nombre de Dios,

Allá se encuentran los tribunales de Justicia,

en el castillo del Rey

Qué felicidad cuando me fue dicho

“Acudamos a la casa del Señor”

Imploren la paz para la casa del Señor

a los que viven en ese sitio.

En el hogar del Señor nuestro Dios,

Mis deseos para ti son de bienestar

Qué felicidad cuando me fue dicho

“Acudamos a la casa del Señor”

Salmo Responsorial 4.- (Al Salmo contestaremos todos):

Mi espíritu está sediento del Dios vivo;

¡Cuándo contemplare tu cara Señor!

Al igual que busca la cierva arroyos de agua,

así mi espíritu busca por ti, mi Señor

Esta sediento de Dios, del Dios vivo:

¿Cuándo llegaré a ver la cara de Dios?

Mi espíritu está sediento del Dios vivo;

¡Cuándo contemplare tu cara Señor

Remite tu luz y tu verdad: que ellas me orientan

Y me lleven hasta tu casa

Mi espíritu está sediento del Dios vivo;

¡Cuándo contemplare tu cara Señor

Que me aproxime al sitial de Dios,

al Dios de mi regocijo

Que te agradezca ejecutando instrumentos,

Dios, Oh mi Señor

Mi espíritu está sediento del Dios vivo;

¡Cuándo contemplare tu cara Señor

 

 

Peticiones para la Misa para Difuntos: Evangelios

1.- Lectura del Santo Evangelio Según San Juan.– En ese tiempo, elevando su mirada al cielo, Jesús imploró diciendo: – “Señor, esto es lo que te solicito: que los que me encomendaste estén a mi lado, en el lugar en el que me encuentro yo, y observen mi gloria, la que me entregaste, ya que me amabas, antes de la creación del mundo”. Palabra de Dios.

2.- Lectura del Santo Evangelio Según San Juan.– En ese tiempo señalo Jesús: –“Soy el pan viviente descendido del cielo: el que se alimente de este pan vivirá eternamente. El pan que voy a entregar es mi Cuerpo para que el mundo se mantenga vivo”.

Los jerarcas judíos polemizaban acaloradamente: –“¿Cómo se le ocurre a éste alimentarnos de su carne?”Fue así que Jesús les agregó: –“Se lo garantizo; si no han de comer el cuerpo del Hijo del Hombre no habrá vida en ustedes. Quien ha de comer de mi cuerpo y toma mi sangre tiene vida perpetua y yo le reviviré en el día final”. Palabra de Dios.

3.- Lectura del Santo Evangelio Según San Juan.– Al llegar Jesús a Betania, Lázaro tenía unos cuatro días de fallecido. Al saber Marta de que arribaba Jesús, fue a su encuentro y le indicó: –“Señor, si te hubieses encontrado aquí, no habría fallecido mi hermano. Empero aún ahora conozco que lo que implores a Dios, Dios te lo dará”.

Jesús le señalo: –“Tu hermano revivirá”.

Marta contestó: –“Sé que revivirá en el día final”.

Jesús luego le indica –“Soy el quien concede resurrección y vida; el son creyentes en mí, aunque haya fallecido vivirá. Y el que aun vive, y son creyentes en mí no fallecerá para siempre ¿Tu lo crees?”

Ella respondió–“Sí, Señor: yo considero que tu eres el Mesías, el Hijo de Dios que debía de llegar a este mundo”. Palabra de Dios.

4.- Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo.– En ese tiempo, Jesús respondió señalado: –“!Bendecido seas, Dios, Señor del cielo y de la tierra, ya que has ocultado estas cosas a los eruditos y entendidos y se las has confesado a la gente humilde! Sí, Padre, bendecido seas por haberlo considerado bien así.

Acérquense a mí todos los que están fatigados y agobiados, que yo les consolare. Lleven mi yugo e instrúyanse de mí, que soy simple y humilde, ya que mi yugo es blando y mi carga leve”. Palabra de Dios.

5.- Lectura del Santo Evangelio Según San Lucas.– Jesús Se encontraba dentro de una vivienda circundado de gente y arribaron su progenitora y sus hermanos y hermanas. Al no poder adentrarse, le mandaron este mensaje: –“Oye, tu madre y tus hermanos se encuentran fuera y quieren saber de ti” El respondió: –“¿A quienes debo llamar mi madre y mis hermanos?”

Y viendo a los que se encontraban a su derredor, señalo: –“A estos si los llamo mi madre y mis hermanos. Todo aquel que realiza la voluntad divina, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre”. Palabra de Dios.

6.- Lectura del Santo Evangelio Según San Lucas.– Al mediar el día, se escondió el sol y toda la región permaneció en tinieblas hasta llegar las 3 de la tarde. En ese instante la cortina del templo, se rompió por la mitad., y Jesús gritó con fuerza: –“Padre, en tus manos entrego mi alma”. Inmediatamente, con estas palabras, falleció. Palabra de Dios.

Memorial de la Última Cena

El Señor esté con ustedes…

Elevemos el corazón…

Concedamos gracias al Señor, nuestro Dios…

Dios de la vida y de la muerte,

te agradecemos

ya que has fundado un mundo con amor eterno

y por tu enorme bondad nos has convocado a la vida.

Te agradecemos, particularmente,

ya que has mandado a tu Hijo al mundo

y nos has aceptado como su familia.

Ofrendó toda su existencia a nuestro servicio,

advirtió la Buena Nueva a los humildes,

trató de brindar alivio a los tristes

y aplacar el dolor a los enfermos.

Falleciendo en una Cruz destrozó la muerte para siempre,

y Resucitando, nos otorgó una nueva vida.

Por todo ello, y por cuantiosas cosas más,

colmados de felicidad y esperanza,

te hemos de cantar un himno de elogio…

pronunciando: Santo, Santo, Santo…..

Consagración

Te ensalzamos, Señor Santo, ya que te encuentras con nosotros

en el sendero de la vida,

particularmente, cuando tu Hijo Jesús

nos reúne para la Cena Pascual de su Amor

y nos hace parte del vino y el pan.

Te rogamos, Padre, que mandes tu Espíritu

a posarse en este pan y vino,

de modo que se materialice en ellos

la aparición de tu Hijo-Jesús con nosotros.

El mismísimo Jesús, el día anterior de su Pasión y Muerte,

cuando estaba congregado a la Mesa con sus compañeros,

cogió un pan, lo dio bendiciones,

y lo hizo repartir entre ellos, señalando…

-Tomen y beban todos de él ……

E igual hizo con una Copa de vino:

al finalizar la cena, elevó una copa,

quiso brindar por la victoria a su Padre del cielo,

y se la traspasó a sus amigos, indicando…

-Tomen y beban todos de ella ……

Este es el secreto de nuestra fe……..

Padre bueno, deseamos conmemorar el triunfo de Jesús

mediante nuestra acción de gracias.

Conocemos que su Resurrección de entre los difuntos

es signo de nuestra misma Resurrección

cuando terminen los tiempos.

Él ha regresado a Ti

para alistarnos a nosotros a dicho encuentro.

Deseamos ser conscientes de nuestro compromiso

de guiar a los otros

en los momentos difíciles y sombríos de cada día.

Te rogamos que seas piadoso

con aquellos que han fallecido.

Los que han aguardado en la Resurrección,

acéptalos Tú en la Casa del Cielo por la eternidad.

Señor Bueno, otórganos igualmente a nosotros,

la existencia en tu Reino y la paz en tu seno,

al lado de nuestra Madre, la Virgen María,

los Apóstoles, los Mártires y la totalidad de tus Santos,

para conmemorar la Gran Fiesta del Cielo.

Mientras arriba ese día, esperado por todos

hemos de brindar con el Pan y la Copa,

que son Cuerpo y Sangre de Jesús,

pronunciando…Por Cristo, con Él y en Él …….

Peticiones para la Misa para Difuntos: Homilías

He aquí unas homilías o sermones breves, los cuales son platicas destinadas a los fieles para explicar resumidamente el significado de los textos bíblicos en lo concerniente a las peticiones para los fieles difuntos.

En Recuerdo de Nuestros Difuntos

Nos hemos congregado, en esta fecha, en esta Iglesia de ………….. ya que deseamos tener un recuerdo cariñoso para nuestra familia y amistades que quisimos tanto. El vacío que han dejado en nuestras existencias aun esta allí, pero deseamos colmar ese hueco con estas plegarias y estos recuerdos en unión de Dios.

Nos alivia que se encuentran en las manos de Dios. Conocemos igualmente que tenemos ahora con su intermediación y su apoyo desde el cielo: su nueva tierra. Señor, Tú has señalado: «el que es creyente en Mi no perecerá para siempre; y todo el que existe y es creyente en Mí, aunque haya fallecido, vivirá».

Tenemos confianza, Señor, en tu Palabra. Conocemos que reviviste y existes ya para siempre. Tu amor era más potente que la misma muerte y derrotaste al poder de la muerte en su propio terreno. Nuestros seres amados están ya disfrutando de la felicidad al lado de Dios. Su existencia en la tierra ha concedido ya el fruto y disfrutan del cariño y la amistad divina.

Nuestra creencia de cristianos, prosélitos de Jesús, nos indica que la vida de los que somos creyentes en Dios no finaliza, se convierte. Jesús, con su Muerte y Resurrección nos dejo las puertas abiertas del Cielo, de la vida de manera perpetua. Así como has fundado este mundo y esta vida humana, has fundado igualmente un Paraíso, un Nuevo Mundo y una Nueva Vida para tus descendientes.

Así de benévolo eres con nosotros. No deseas que nada ni nadie se encuentre perdido. En esta conmemoración vamos a continuar unidos, rogando juntos por nuestra familia y amistades.

Homilía Día de Difuntos: Resurrección

Para quienes somos creyentes, ante el pesar y la muerte, siempre existe una luz de esperanza y de alivio. Y es debido a que nosotros somos creyentes en un Dios que ha padecido y ha muerto, pero particularmente somos creyentes en un Dios que ha revivido, y que ahora se encuentra a nuestro lado.

Nuestro Señor en el somos creyentes, no es un Dios alejado de las circunstancias humanas. Ha vivido en su propia carne, las inconvenientes y dolores de la existencia humana. Ha deseado compartir con nosotros, ha deseado conocer lo que significa ser persona y ha deseado corroborar la severa tensión que se muestra entre nosotros.

Él ha sufrido, padecido y pereció ejecutado en una cruz. Pero adoró a todos, inclusive a sus ejecutores. Su amor ha sido más grande que la muerte misma y por eso ha revivido y existe ahora entre nosotros. Existe para darnos ánimo a nosotros a continuar su ejemplo de adoración y servicio a los otros.

Existe para enseñarnos que sí tenemos la capacidad de ir derrotando las dificultades y faenas de la vida; para mostrarnos que, sí tenemos la capacidad de auxiliar a los demás y de compartir las aflicciones y alegrías, como Él; siendo así igualmente nosotros estaremos por encima de la muerte.

Asimismo nosotros nos despojaremos del yugo de la muerte y reviviremos como Jesús. Esa es nuestra fe, esa es nuestra promesa. Eso es lo que nos otorga energías para continuar viviendo pese a las complicaciones de la vida. Y eso es, igualmente, lo que nos da fortaleza para admitir la muerte de un ser querido.

Entendemos que si nos juntamos a Jesús, en vida, igualmente Él nos aceptará y nos asociará a su Resurrección. Únicamente así tiene significado nuestra vida. Únicamente así tienen significado los padecimientos y dolores. Únicamente así tiene significado el trabajo en favor de los otros.

Si todo no culmina con la muerte, sino que transitamos a vivir al lado de Dios, tiene significado nuestra existencia; tienen significado nuestros empeños, tiene significado el cooperar para que, igualmente en este mundo se viva cada vez con mayor prosperidad.

Vamos a proseguir conmemorando esta Eucaristía. Vamos a proseguir implorando a Dios que ha admitido ya a su lado a nuestros hermanos y para que el asunto por el que nos ha convocado aquí, nos siga conservando juntos y solidarios en la faena de la vida.

Homilía Día de Difuntos

Nos hemos congregado, en esta fecha de los fieles difuntos, para conmemorar y ser parte de la Resurrección de Cristo. Los cristianos no conmemoramos la muerte, ninguna de ellas, nosotros conmemoramos la Resurrección de nuestros fallecidos.

La Eucaristía es la reunión con Cristo Resucitado que nos convida a todos a ser parte de su nueva vida. Esa vida novedosa que se nos ha otorgado en semilla en el Bautismo y hemos de ayudar a su crecimiento y conceder frutos que permanezcan para siempre. Nuestros adorados difuntos han sido parte ya completamente de la Felicidad. Su vida  terrenal ha otorgado ya el fruto y ahora disfrutan de la Amistad y acompañamiento de Dios.

Nuestra fe nos señala que la vida de los que son creyentes en Dios, no culmina, sino que se convierte y al descomponerse nuestra morada en la tierra, hemos de adquirir un palacio eterno en el cielo. Por ello, aunque la certidumbre de amor nos conmueva, nos alivia la Promesa de la Felicidad eterna.

Oración de los Fieles

Vamos a rememorar con cariño a nuestros hermanos, a la totalidad de nuestra familia y amistades fallecidas que se han marchado de este mundo. Así conservamos viva la ilusión de reunirnos algún día, todos, en la morada del Padre.

1.- Te suplicamos, Señor, por ………., tu hijo y nuestra amistad, que ha marchado de este mundo, para que exista alegre en tu Reino de Amor y de Armonía… Te lo suplicamos Señor.

2.- Por aquellos que perecen en la soledad, apartados del cariño de los suyos, para que jamás se vean abandonados por el Señor. Imploremos al Señor.

3.- Por aquellos los que padecen prolongada enfermedad, para que siempre encuentren una mano amiga y tierna que les auxilie y les alivie. Imploremos al Señor.

4.- Por aquellos los que nos hemos congregado aquí, para que no dejemos en soledad y en abandono a nuestros seres amados cuando más nos requieran, particularmente en la enfermedad. Imploremos al Señor.

Oremos: Padre Bueno, otorga a nuestra familia y amistades,  y a todos los fallecidos, esa Felicidad que siempre anhelamos. Te lo suplicamos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

Preces Litánicas

Roguemos colmados de confianza y fe en el Señor que tiene piedad y misericordia de los vivos y de los muertos para quienes traemos estas preces por los difuntos.

-Dios, se piadoso con nosotros

Dios, se piadoso con nosotros

-Cristo, se piadoso con nosotros

Cristo, se piadoso con nosotros

-Dios, se piadoso con nosotros

Dios, se piadoso con nosotros

-Tu que convertiste el agua en vino,

Dios, se piadoso con nosotros

-Tu que aplacaste la tormenta del mar enfurecido,

Dios, se piadoso con nosotros

-Tu que aliviaste a la viuda de Naín,

Dios, se piadoso con nosotros

-Tu que sollozaste ante las sepultura de tu amigo Lázaro,

Dios, se piadoso con nosotros

-Tu que convocaste al paraíso al ladrón bondadoso,

Dios, se piadoso con nosotros

-Tu que oyes nuestras plegarias,

Dios, se piadoso con nosotros

-Tu que eres el alivio de los que sollozan,

Dios, se piadoso con nosotros

-Santa María Madre de Dios,

Implora por nosotros

Santo Ángel Guardián de ……….,

Implora por nosotros

San/ta ………., patrono/a de ………. quien uso tu nombre,

Implora por nosotros

Oremos: Señor que eres piadoso con nosotros, otorga a ………. el reposo perpetuo y a nosotros el alivio que te rogamos por J.C.N.S.

Padrenuestro

Hermanos, oremos ahora como Jesús nos enseño, la plegaria de los hijos de Dios. Nos agarramos de las manos y pronunciamos todos juntos: Padrenuestro…

(Se rocía el cuerpo de ………. con el agua bendecida en memoria de su Bautismo)

Bendición

Otórgales, Señor el reposo perpetuo … Resplandezca para ellos la luz eterna

Que los espíritus de los devotos difuntos, por la conmiseración de Dios, reposen en paz…

Que la bendición de Dios omnipotente haga compañía a nuestro hermano(a) difunto(a) y quede siempre con todos Uds.; En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén

Despedida

Antes de finalizar, concédanme unas palabras de gratitud, a nombre de todos la familia de ……….: particularmente queremos dar gracias por sus plegarias, que nos hagan compañía en este instante de dolor, trayendo el alivio de compartir la creencia en la resurrección de ………..

Su presencia aquí manifiesta, en primera instancia, la consideración de la que el/la difunto/a y su familia eran merecedores. Con su acompañamiento y su rezo nos han traído el alivio de compartir la fe en la resurrección.

Que las almas de los devotos difuntos, reposen en paz, Amen.

Reflexiones Cristianas sobre la Muerte

La vida de los hemos creído en ti, Dios,

No finaliza, sino que se convierte.

Al descomponerse nuestra morada terrenal,

Se nos obsequia un castillo en el cielo

Tu disposición, Padre del cielo, nos otorgó la vida

Y tus preceptos la rigen.

El pecado nos retorna a la tierra

de la que alguna vez fuimos creados

Empero Jesús deseo dar su vida en la Cruz,

Para que alcanzásemos la vida perpetua.

Te agradecemos, Dios,

Porque al salvarnos por el fallecimiento de tu Hijo,

tu disposición redentora nos da una nueva vida,

para que seamos parte de la resurrección de Cristo.

Ya que Jesucristo es la redención del mundo,

la existencia de todos, el renacimiento de los muertos.

Venturosos los difuntos que fallecen  en el Señor

 

Si existimos, para el Señor somos vida

Y si fallecemos, lo haremos para el Señor

Dense consuelo unos a otros con estas palabras

Nota acerca de las Peticiones para la Misa de Difuntos

Las plegarias, lecciones y otros presentados en este folleto no son las preces de la Liturgia formal de la Iglesia. Constituyen una especie de paraliturgia o oficio de la palabra fundamentadas, sí, en las plegarias de la Litúrgicas  pero ajustadas para ser oradas en nuestros velatorios.

Se han concebido para que el que oficia la celebración las acomode a las situaciones específicas de lo que se está experimentando en cada caso concreto y particular. Por dicho motivo, debe escoger entre las preces y lecciones del folleto, a las que de acuerdo a su sentido pastoral, su información acerca del difunto y su afinidad con lo que están padeciendo y sintiendo los presentes, le indique como más apropiadas para el instante.

Al no ser preces litúrgicas, no sólo está permitido, sino que se han de adaptar según los presentes. Tal vez sea conveniente igualmente señalar que, de modo muy general, no es apropiado hacer algo muy extenso. Todo ello presupone que el folleto es de previo conocimiento del oficiante y que antes de comenzar el rezo, tenga elegido lo que se va a orar con los devotos.

Se puede señalar que estas preces han sido extensamente puestas a prueba y que han llevado alivio a numerosas familias cristianas, pero, de acuerdo a lo señalado, el resultado es dependiente de que el que oficia el rezo sepa armonizar con los presentes y de su significado pastoral.

Misa Memorial: Difuntos

Jesús nos señalo que el grano del trigo ha de morir bajo tierra para poder transformarse en espiga; igualmente nos indicó que a todo árbol que conceda provechosa cosecha hay que podarle con frecuencia para que prosperen sus frutos. Lo refirió como ejemplo de cómo iba a ser su existencia y cómo ha de ser la nuestra: la renuncia a nosotros mismos hace que florezca una nueva vida.

En esta Eucaristía se acostumbra rememorar a un hermano difunto, en la cual hay que tener presente el fallecimiento y la Resurrección de Jesús. Con ella vamos a conocer lo que esto quiere decir para nosotros y comprender que todos hemos de superar esta prueba: la más compleja pero igualmente la más segura, la que nos da la certeza de una existencia futura.

Para quienes somos devotos de Jesús, el morir únicamente tiene significancia si la contemplamos a la luz de la mañana de Resurrección, cuando comienzan a brotar las semillas que hemos sembrado en la tierra y a emerger las ramas del árbol caído.

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