Oración de una Madre necesitada por su hijo enfermo

La Oración de una Madre por su hijo enfermo es una guía que toda madre cristiana debe seguir para clamar a Dios por la salud de sus hijos. Cuando pides con fe, el señor te escucha y derrama sus poderes en las manos de quienes le atienden, logrando así alcanzar la ansiada sanación. A continuación podrás conocer algunas de esas oraciones.

Oracion de una madre por su hijo enfermo

Oración de una Madre por su Hijo Enfermo

La oración por un hijo enfermo es la plegaria para la sanación de alguien que queremos mucho. El Señor no se muestra impasible ante el pobre que implora humildemente.

Queremos entregarte estas oraciones por un hijo enfermo, un rezo para la salud del hijo, ya que quebranta un poco el corazón, cuando nos enfrentamos a una de las más dolorosas calamidades que le puede acontecer a los padres de familia: tener a un hijo enfermo de gravedad. El dolor te abriga, el frío te cubre el alma y la esperanza luce casi abatida.

¿Quién sabe como sanar a un Hijo?

De cualquier manera, y atravesando por esta penosa demostración, nuestra esperanza hemos de ponerla siempre en el Señor, quien sabe como aliviar, resguardar, amar y curar. De eso no nos debe quedar duda alguna, no hay dolencia que no quede sometida ante el poder de Dios, no hay estrago que no huya de espanto ante la portentosa luz que todo lo desvanece, por eso te convidamos a ser parte de la oración para la sanación de tu hijo.

Entendemos que la situación de contar con un hijo enfermo puede impactar en gran medida a muchos de los sentidos de la persona, es por ello que hemos de invocar a la fe, a los instantes de silencios con el Señor si hay la posibilidad para que te entregues en sus brazos de Padre.

El Poder de la Oración

La oración es el mejor modo de comunicarse con el Señor, ya que por medio de la súplica tenemos la oportunidad de manifestar nuestra gratitud, nuestra fe, como asimismo inquietudes y peticiones. La oración para niño enfermo se ha de tener presente en todo tiempo, no solo para implorar por las necesidades, sino igualmente para dar gracias a Dios por todo lo que nos obsequia: la existencia misma, un nuevo día, nuestra salud y familia y particularmente pedir por los que más requieren.

La oración de sanación es el arma de mayor poder de los cristianos, ya que nuestro padre divino es el escudo que nos protege y nos ampara de todo mal, y por la que confiamos a Dios, por medio de una plegaria, la salud de nuestro hijo.

Oraciones para la Sanación

Para su consideración y puesta en práctica, a continuación le dejamos de la oración de una madre por su hijo enfermo, algunas ejemplos para su sanación. Siempre hemos de tener presente que cuanto más esta oración surja desde el fondo de nuestros corazones más hondo calará en nuestra mente y en el poder de Dios para devolver la salud a nuestros hijos.

Oración de Sanación para un Hijo Enfermo

Padre, en tu poder esta la gloria perpetua, te ruego por la sanación de mi hijo, Dios mío, sé que en ti todo se puede lograr, envuélvelo con tus manos prodigiosas, para que sea hecho puro con tu sangre bendita.

Señor omnipotente, mis loas son en tu honor, Todos los que aquí nos encontramos, te rogamos con devoción por la salud de, (Pronuncia el nombre del enfermo de modo esperanzado), para que sea hecho puro con tu sangre bendita.

Mi confianza es total en ti, para quien no hay imposibles ni los inaccesibles, Adorado padre, pongo mi fe en ti, y quedo a tu merced, con apenas sanar a mi hijo, estaré colmado de alegría.

Consuela todos sus males y anuncia que será libre de toda dolencia, aplaca todo pesadumbre en el cuerpo de mi hijo, te imploro con todo mi amor, escucha nuestros rezos.

Oracion de una madre por su hijo enfermo

Tu poder es ilimitado, te rogamos, mi Dios, que poses tus manos curadoras sobre mi hijo, que repongas su salud y que se encuentre saludable y a salvo.

Señor, tenemos confianza en ti ya que inmenso es tu amor y tu conmiseración, defiéndelo de todo peligro, para que su existencia ya no esté expuesta a más riesgos y sea leal seguidor de tu obra.

Oración para la Salud de un Hijo Enfermo

El señor escucha a los humildes, a los que entregan su corazón y lo dejan abierto a su amor. El Señor señalo en cierta ocasión: «Permitan que los niños se aproximen a mí y no se lo imposibiliten», esta es una invitación para que los padres hagan que sus hijos sean conocidos por Dios.

Aquí podrás hallar la Palabra que Jesús hoy quiere darte en obsequio, a ti que pasas por esta aterradora prueba.

«Se dirigió, pues, Jesús de nuevo a Caná de Galilea, sitio en el cual había transformado el agua en vino. Existía en Cafarnaúm un funcionario del rey, cuyo hijo se encontraba enfermo.

Cuando fue oído por aquel que Jesús había arribado de Judea a Galilea, acudió a él y le imploró que bajara y curara a su hijo, que se encontraba a punto de perecer.

Fue cuando Jesús le apuntó: Si no ves signos y portentos, no lo creerás. El funcionario del rey le indicó: «Señor, baja antes que mi hijo fallezca». Jesús le afirmó: «Puedes irte, tu hijo está vivo».

El hombre confió en la palabra que Jesús le transmitió, y se retiró. Al ya él descender, sus sirvientes fueron a recibirle, y le notificaron diciendo: «Tu hijo está vivo».

Fue el momento cuando él les interrogó a qué hora había iniciado su mejoría. Le precisaron: «Ayer, a la hora siete, ya no tenía fiebre.

El progenitor entonces comprendió que aquel fue el momento en que Jesús le había indicado: «Tu hijo está vivo». Y así fue aceptado por él y toda su casa. (Juan 4, 46-53)

Tras haber repasado la Lectura del Evangelio de Juan, te convidamos a aguardar un instante de silencio para que la Palabra de Dios con su poder se adentre en su corazón y se sienta impulsado a un acto de fe.

El señor puede lograrlo de nuevo y en tu vida, al hacer una solicitud humilde con la plegaria para la salud de hijo enfermo, no debes olvidar que Él los adora, a ti y a tu hijo.

Oración para que un Hijo Enfermo Sane

Adorado Señor, tú sabes del corazón de tus hijos, y no te muestras insensible ante el pobre que te ruega.

Tú sabes lo que nos entristece el bienestar de nuestros hijos, tú entiendes la inquietud de los progenitores ante la dolencia de alguno de sus vástagos.

Mi Señor Jesús, acudo hoy, como el oficial real del Evangelio, a solicitarte que bajes y cures a nuestro niño(a) de todas los padecimientos emocionales, mentales y físicos que tienen efecto sobre su salud.

(Pronuncia aquí el nombre del niño(a) enfermo por quien se está suplicando)

A pesar de la inquietud que nos produce su enfermedad, desde el pesar y la confusión, si este padecimiento es algo  que tu puedes permitir, aceptamos este tiempo como oportunidad de purificación, de dejadez en tus manos, de ofrenda dadivosa de nuestras existencias.

Admitimos este instante como una situación para aunarnos desde el padecimiento a los dolores de Cristo por la redención del mundo

(Permítase unos instantes y, en paz, que su corazón se haga parte de lo que acaba de pronunciar con sus labios: «con este padecimiento, me uno, Dios, a tu pasión…)

En este momento, Señor Jesús, a ti que anhelas que contemos con una vida en riqueza, te imploro que, por el poder del enigma de tu infancia y tu vida secreta en el hogar de Nazaret, cures al niño(a) a quien tú conoces y adoras.

Resguarda su cuerpecito y su alma. Posa tu mano curadora sobre él para que sienta tu consuelo, tus atenciones y se reponga con prontitud, de acuerdo a tu voluntad. Cura sus dolencias emocionales y físicas.

Tú, quien fuiste receptor de las cariñosas atenciones de María y José, alivia y reanima a su papá y a su mamá, no permitas que caigan en la angustia, en la incertidumbre, en la depresión, sino que desde su pesar y su confusión acudan a ti como fuente de auténtica, plena, y permanente curación del cuerpo y del alma.

Te damos a conocer el sitio en el cual se halla el niño, recubre ese espacio con tu fortaleza y gracia. Aparta de allí todo lo que, física o espiritualmente, puedan ser un impedimento para su pronta recomposición.

Te damos a conocer a los profesionales galenos que cuidan al niño, cúbrelos con tu sabiduría, alúmbralos para que puedan acertar en el diagnóstico y hallen el remedio y tratamiento apropiado. Haz de ellos instrumentos de tu curación.

María, madre de Jesús y madre de nosotros, que con dedicación y constancia, atendías a tu niño, observa el corazón de la madre e inspírale confianza, para que igual ella, como tú, pueda contemplar cómo crece su hijo en altura, erudición y gracia, de cara a Dios y a los hombres.

Adorado San José, tú que fuiste el defensor de la Sagrada Familia, y la protegiste de todos las amenazas y hasta de morir seguramente al ser perseguidos por Herodes, te muestro al padres de esta criatura, media ante tu adorado Hijo Jesús, para que logre sustentarme con fortaleza aún en el pesar y la ansiedad. Que pueda lograr los medios requeridos para la debida atención de su hijo(a). Apóyalo para que no decaiga y a conservar su mente clara a la voluntad de Dios.

Dios, tu señalaste que creyésemos que ya hemos conseguido lo que te rogamos con fe en plegaria, ahora elevo mi voz y mis brazos y te agradezco por la salud que obtendrá este niño por el poder de tú querer que oye esta súplica confiada. Hemos de reconocer que ya estás actúas y con ello sanas. Te agradezco Jesús por tu amor curador.

Como el oficial del Evangelio, nosotros igualmente hemos de reconocer que es en este mismo instante en que estas reponiendo salud y bienestar. Te ensalzo en fe. Te he de reconocer como Señor y Salvador de nuestras existencias, sin Ti estaríamos perdidos. Te adoramos Señor y hemos de reconocer tu grandeza. A Ti la gloria por la eternidad. Amén.

Ora un Padrenuestro, Ave María, Gloria. Aguardamos que la plegaria para la salud de un hijo enfermo te haya retornado las esperanzas. De ser posible, haz esta plegaria cada mañana al despertarte por 30 días seguidos y añádele esta modesta letanía al terminar.

Letanía y Oración de una Madre por su Hijo Enfermo

Dios, por tu conmiseración, dale salud a mi hijo enfermo.

Dios, por tu benevolencia, retórnale la salud a mi hijo enfermo.

Dios, por tu fortaleza, cura toda dolencia de mi hijo enfermo.

Con tu alivio, dale caricias a sus heridas,

Con tu delicadeza, limpia su corazón,

Con tus manos, palpa, percibe  y cura su cuerpo,

Te he de mostrar Dios el tamaño de mi creencia y sé que Tú me habrás de mostrar el tamaño de tus milagros.

Oración para que un Niño Enfermo Recupere la Salud Pronto

Venerable San Juan de Dios, alma bondadosa y noble, que, enaltecido por Dios con su Poder y sus Favores,
Fuiste parte de los padecimientos y aflicciones de los demás, ahora que te encuentras al lado del buen Jesús,
que te respeta y no te deniega nada.

Tu, nuestro mediador ante la salud y la dolencia, e imploro ruegues por la sanación de este niño-a enfermo
y hagas lo que se pueda para que sea curado-a lo antes posible… (pronunciar el nombre del niño-a enfermo).

Tú que otorgas favores entre todos los faltos de esperanza ruegan tu bondad y piedad, como lo certifica una serie continua de portentos obras tuyas en todos los siglos, países y gentes,
observa con compasión a este criaturita y proporciónale tu auxilio y afecto desde los Cielos.

Dale tu ayuda para que se libre de esta dura batalla, no le dejes en este momento de dificultad y angustia
y pon al lado de su cama al Arcángel San Rafael para que, como a ti a quien auxilió y protegió,
le de su amistad y compañía, lo proteja y cuide.

San Juan de Dios, venerable patrón de los que enfermos están, que escogiste a los más necesitados y a los que sufrían para entregarles tu amor y tus atenciones por representar ellos al Cristo sufriente, y te empeñaste en darles bondad y caridad.

Así como te empeñaste en mantenerles, vestir y sanar, acoge a ……….. con amor y compasión y ruega por el-ella,
para que en corto tiempo reponga su energía y fortaleza y sea un niño-a muy sano-a, feliz y afortunado-a.

San Juan de Dios, siervo de Jesús y María, ruega fervorosamente a la Santísima Virgen, que es nuestro ayuda y alivio, para que arrulle entre sus cariñosos brazos a ………

Y con sus caricias de madre calme sus dolores; ruega al Niño Jesús, que es vida y sanidad del enfermo, que con su ilimitado amor y conmiseración vacíe su cuerpo de toda dolencia física y mental.

Para que cure sus padecimientos y le retorne a la salud, para que pueda tener una prolongada y buena vida, nosotros le-la adoramos y requerimos a nuestro lado, …… es nuestra júbilo y colma de felicidad nuestras existencias.

San Juan de Dios, venerable y milagroso que nunca tus manos y corazón se distancien de esta criatura que padece y soporta; haz que los galenos y enfermeras que atiende a ……. reciban luz y rumbo del Señor Padre Omnipotente.

Para que sean eruditos para aplicar las medicinas apropiadas, danos fuerza a sus familiares y amistades para que nuestra esperanza no se pierda y conozcamos todo lo necesario y justo para hacer.

Y para encarar esta coyuntura con firmeza y sin abatirnos, y particularmente, ruego al Señor que desde el cielo
observe con ojos misericordioso, acuda y cure a su pequeño-a siervo-a ……. a quien tanto le hace falta.

Glorioso e ilustre San Juan de Dios, sé que lo que te pido llegara a tus oídos, y por ello te lo agradezco por adelantado, y me quedo aguardando con toda la ilusión y fe que así como mi alma, mi corazón puedan contener.

Oh Señor permítenos que, prosiguiendo lo alcanzado por San Juan de Dios portemos en el corazón y expresemos en la practica el amor a los humildes, a los que padecen y están faltos, y prolonga tu usual benevolencia sobre …….

Protege, atiende y cura a ……. que se halla dolorido por la enfermedad, Oh mi Dios, otórgale la ayuda de tu Poder
para que su dolencia se cambie por salud plena y la aflicción que ahora atribula se transforme en gozo.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

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