Todos somos humanos pero nos diferencia el género, así lo quiso Dios. Y con ellos tenemos ciertas características del hombre y la mujer, que desde los comienzos de la historia humana hasta el día de hoy son muy distintivos, ya que cada uno cumplía un rol específico que con el paso del tiempo fue evolucionando. Estos hechos puede que nos encasille en dos categorías pero el verdadero asunto es; al aprender y comprender que nos puede complementar con el uno al otro.
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Características del hombre y la mujer
Todo ha cambiado. Desde el momento en que las bases de nuestra historia empezaron a tomar curso. El hombre tenía el rol de proteger y buscar alimento para su familia. La mujer se encargaba de procrear y de cuidar a sus hijos en todas sus necesidades básicas. Y esto no quería decir que uno era más importante que el otro. Todos somos hijos de nuestro creador.
Las características del hombre y la mujer se han vuelto más físicas en cuanto a diferenciar. Ya que ahora han estado trabajando juntos para que el esfuerzo mutuo sea igualitario. Lo importante de estar consciente de estas distinciones es que nos van a ayudar a entender y aceptar todo tipo de relaciones; de familia, de amistad y sobretodo de pareja. Y esto conlleva a fortalecer dichas relaciones.
Aparato reproductor
Estamos creados por Dios por lo tantos somos seres perfectos. Esto quiere decir que todo cumple su propósito. La primera diferencia física seria como están dispuestos estos órganos. El del hombre se encuentra en la parte externa de su cuerpo (El pene). El de la mujer se localiza en la parte interna (La vagina). Estos se comienza a desarrollar en la pubertad e incluso también se diferencian en cuanto a edad. Los hombres entre los 12 o 14 años. Y la mujer desde los 10 o 13 años de edad.
Estructura física del cuerpo
Como ya mencionamos antes, en la antigüedad los hombres cazaban y las mujeres procrearon por lo tanto su aspecto físico era diferente y esto no ha cambiado en absoluto. Desde la pubertad el cuerpo comienza hacer distinciones. El hombre empieza a ensanchar la espalda y mejorando la masa muscular que hay en todo su cuerpo, teniendo en cuenta que producen más vello corporal que las mujeres. En promedio suelen ser más altos y toda la grasa que acumulen se suele dirigir hacia el área del estómago y esto tiene un propósito, servía y puede aún servir para proteger los órganos internos de cualquier eventualidad.
La mujer comienza en la pubertad a agrandar las caderas para así tener la tarea más fácil de engendrar. No se desarrolla muy bien el índice de masa muscular. Y la acumulación de grasa es más evidente a través del cuerpo femenino ya que en la antigüedad no tenía que recurrir a la caza o trabajos duros. Se acumulan en los pechos, las caderas y la parte baja del estómago, el vientre para conservar el área reproductiva.
Capacidad reproductiva
La pubertad es la que influye en todos los aspectos físicos que hemos mencionado. Estos pasa también con las células de los aparatos reproductores del hombre (Espermatozoides) y el de la mujer (Óvulos). La mujer tiene una capacidad limitada de óvulos desde el momento en que nace y cuando cumple entre los 40 a 50 años está agota su capacidad alcanzando la menopausia.
En cuanto al hombre esta es ilimitada. Los espermatozoides siempre están en constante reproducción desde que este alcanza la pubertad hasta el momento de su muerte. Aunque con el tiempo va disminuyendo su capacidad en cuanto a la calidad de estos y la movilidad alcanzando la andropausia pero nunca se agota totalmente.
Rendimiento físico
El cuerpo masculino quema muchas más caloría que el cuerpo femenino por tener un índice de masa muscular más alto. Y sus órganos internos como los pulmones y el corazón son más grandes elevando el consumo de oxígeno. Todas estas características demuestran que el hombre por cualidades físicas tiende a tener mejor rendimiento físico que el de la mujer.
Resistencia de la piel
La piel del hombre tiende a ser más resistente a los cambios de temperatura, como el frió. Por el aumento de colágeno en la piel que le da más firmeza y del almacenamiento mucho más notable del sebo en los hombres que en las mujeres.
Apreciación sensorial
En cuanto a la parte sensorial del ser humano ya se han realizado múltiples estudios que han corroborado las diferencias entre el hombre y la mujer en cuanto a los sentidos. Las mujeres se desempeñan muchos mejor en el sentido auditivo y al identificar las variedades de colores. También tienen mejor habilidad en la visión nocturna.
Los hombres tienen más orientación. Se especializa al mirar a distancia y con profundidad en los objetos o paisajes, identificando mejor las cosas. Su visión se adapta muchísimo mejor en el día que en la noche.
Variación de las hormonas en el organismo
Las características del hombre tienen efectos en su comportamiento gracias a los andrógenos que segrega el cuerpo como; la testosterona, responsable de la máxima productividad de los glóbulos rojos. Elevando así su condición de accionar. Como ya veníamos mencionando esto se debe a las conductas que tenían nuestros antepasados.
En cambio la mujer está regida por la progesterona, que es una hormona que regula y condiciona la eficiencia intelectual sobrepasando la acción física. Y que esta varía desde el comienzo de la pubertad hasta la menopausia.
Administración de la información
A veces nos preguntamos como por ejemplo las mujeres pueden hacer tantas cosas a la vez y que recuerdan cada pequeño detalle de cualquier situación. Esto se relaciona al hecho de que la mujer en el cerebro hay una zona que se llama esplenio, que se encuentra mucho más grande en cuestión de tamaño que a los hombres. Encargada del rendimiento de la ondas cerebrales.
Los hombres al parecer la información la establecen en comportamientos cerrados sin ninguna comunicación de una con la otra. Es por eso que no se les relaciona con hacer multitareas, pero de que pueden, claro que sí.
Diversidad neuronal
En promedio el cerebro del hombre tienes más masa en cuanto al tejido de este y un porcentaje elevado de un 4% de las células neuronales. En el área frontal del cerebro, se desarrollan unas conexiones mucho más activas. Esto da lugar a la concentración especializada en las prácticas espaciales, las matemáticas y la coordinación del movimiento, por lo tanto en los deportes.
Las mujeres tampoco se quedan atrás ya que en el hemisferio derecho del cerebro, este es muy activo por las conexiones que se forman ahí. Logrando una superioridad en las siguientes áreas; intelecto, racional, retentiva y la percepción.
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