Si es de tu agrado las lecturas de religión católica, te invito a que continúes leyendo este artículo, ya que aquí te estaremos mostrando cómo hacer la Novena a la Virgen del Carmen, y muchas cosas más, las cuales esperamos sean de tu agrado.
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Novena a la Virgen del Carmen
Esta novena consiste en hacer en primer lugar un acto de contrición para todos los días de la novena, luego de esto se procede a hacer nueve oraciones, las cuales serán repetidas cuantas veces lo desee la persona, a continuación te mostraremos cómo está constituida.
Acto de contrición para todos los días
«Dios mío y Señor mío, postrado delante de vuestra Majestad Soberana, con todo mi ser, con toda mi alma y todo mi corazón te adoro, confieso, bendigo, alabo y glorifico» este se comienza con esta oración hermosa para así dar el inicio a las novenas. «A ti te reconozco por mi Dios y mi Señor; en Ti creo, en Ti espero y en Ti confío. Me has de perdonar mis culpas y dar tu gracia y perseverancia en ella, y la gloria que tienes ofrecida a los que perseveran en tu amor».
Aquí le da las gracias a Dios y le encargas el nuevo ser a su diestra, para que éste guarde de él siempre durante todos sus días de reposo.
Oración para iniciar todos los días
Este acto se inicia siempre con una misma oración la cual es:
«Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario; por lo que su divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en esta Novena, si conviene para su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo una y mil veces, diciendo: (En esta parte se realizan tres rezos a la Virgen María)».
Oración para todos los días para finalizar
Al final de cada día de novena también se hace una oración:
«Virgen santísima del Carmen; yo deseo que todos sin excepción se cobijen bajo la sombra protectora de tu santo Escapulario, que todos estén unidos a Ti, Madre mía, por los estrechos y amorosos lazos de esta tu querida Insignia. ¡Oh hermosura del Carmelo! Míranos postrados reverentes ante tu sagrada imagen, y concédenos benigna tu amorosa protección».
«Te recomiendo las necesidades de nuestro Santísimo Padre, el Papa, y las de la Iglesia Católica, nuestra Madre, así como las de mi nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos. Mira con ojos de compasión a tantos pobres pecadores, herejes y cismáticos cómo ofenden a tu divino Hijo, y a tantos infieles cómo gimen en las tinieblas del paganismo. Que todos se conviertan y te amen, Madre mía, como yo deseo amarte ahora y por toda la eternidad. Así sea».
Oración día 1
«¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que fuiste figurada en aquella nubecilla que el gran Profeta de Dios, Elías, vio levantarse del Mar, y con su lluvia fecundó copiosamente la tierra, significando la purísima fecundidad con que diste al mundo a tu querido Hijo Jesús, para remedio universal de nuestras almas: te ruego, Señora, me alcances de su majestad copiosas lluvias de auxilios, para que mi alma lleve abundantes frutos de virtudes y buenas obras, a fin de que sirviéndole con perfección en esta vida, merezca gozarle en la eterna. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo La Salve»
Oración día 2
«¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que por tu singular amor a los Carmelitas los favoreciste con tu familiar trato y dulces coloquios, alumbrándolos con las luces de tu enseñanza y ejemplo de que dichosamente gozaron. Te ruego, Señora, me asistas con especial protección, alcanzándome de tu bendito Hijo Jesús luz para conocer su infinita bondad y amarle con toda mi alma; para conocer mis culpas y llorarlas para saber cómo debo comportarme a fin de servirle con toda perfección; y para que mi trato y conversación sean siempre para su mayor honra y gloria y edificación de mis prójimos. Así, Señora, te lo suplico humildemente», diciendo un Ave María.
Oración día 3
«¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que te dignaste admitir con singular amor el obsequio filial de los Carmelitas, que entre todos los mortales fueron los primeros que en tu honor edificaron un templo en el Monte Carmelo, donde concurrían fervorosos a darte culto y alabanza. Te ruego, Señora, me alcances sea mí alma templo vivo de la Majestad de Dios, adornado de todas las virtudes, donde El habite siempre amado, adorado y alabado por mí, sin que jamás le ocupen los afectos desordenados de lo temporal y terreno».
Oración día 4
«¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que para mostrar tu especialísimo amor a los Carmelitas les honraste con el dulce nombre de hijos y hermanos tuyos, alentando con tan singular favor su confianza, para buscar en ti, como en amorosa Madre, el remedio, el consuelo y el amparo en todas sus necesidades y aflicciones, moviéndose a la imitación de tus excelsas virtudes. Te ruego, Señora, me mires, como amorosa Madre y me alcances la gracia de imitarte, de modo que dignamente pueda yo ser llamado también hijo tuyo, y que mi nombre sea inscrito en el libro de la predestinación de los hijos de Dios y hermanos de mi Señor Jesucristo. Así Señora, te lo suplico humildemente, diciendo una Salve».
Oración día 5
«¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que para defender a los Carmelitas, tus hijos, cuando se intentaba extinguir la sagrada Religión del Carmen, mostrando siempre el amor y singular predilección con que los amparas, mandaste al Sumo Pontífice, Honorio III, los recibiese benignamente y confirmase su instituto, dándole por señal de que esta era tu voluntad y la de tu divino Hijo, la repentina muerte de dos que especialmente la contradecían. Te ruego, Señora, me defiendas de todos mis enemigos de alma y cuerpo, para que con quietud y paz viva siempre en el santo servicio de Dios y tuyo. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo una Salve».
Oración día 6
«¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que para señalar a los Carmelitas por especiales hijos tuyos, los enriqueciste con la singular prenda del santo escapulario, vinculando en él tantas gracias y favores para con los que devotamente lo visten y cumpliendo con sus obligaciones, procuran vivir de manera que imitando tus virtudes, muestran que son tus hijos. Te ruego, Señora, me alcances la gracia de vivir siempre como verdadero cristiano y cofrade amante del santo escapulario, a fin de que merezca lograr los frutos de esta hermosa devoción. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve».
Oración día 7
«¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que en tu santo Escapulario diste a los que devotamente lo visten, un firmísimo escudo para defenderse de todos los peligros de este mundo y de las asechanzas del demonio, acreditando esta verdad con tantos y tan singulares milagros. Te ruego, Señora, que seas mi defensa poderosa en esta vida mortal, para que en todas las tribulaciones y peligros encuentre la seguridad, y en las tentaciones salga con victoria, logrando siempre tu especial asistencia para conseguirlo. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve.»
Oración día 8
«¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que ejerces tu especial protección en la hora de la muerte para con los que devotamente visten tu santo escapulario, a fin de que logren por medio de la verdadera penitencia salir de esta vida en gracia de Dios y librarse de las penas del infierno. Te ruego, Señora, me asistas, ampares y consueles en la hora de mi muerte, y me alcances verdadera penitencia, perfecta contrición de todos mis pecados, encendido amor de Dios y ardiente deseo de verle y gozarle, para que mi alma no se pierda ni condene, sino que vaya segura a la felicidad eterna de la gloria. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve».
Oración día 9
«¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que extendiendo tu amor hacia los Carmelitas, aún después de la muerte, como piadosísima Madre de los que visten tu santo escapulario consuelas sus almas, cuando están en el Purgatorio, y con tus ruegos consigues salgan cuanto antes de aquellas penas, para ir a gozar de Dios, nuestro Señor, en la gloria. Te ruego, Señora, me alcances de su divina Majestad cumpla yo con las obligaciones de cristiano y la devoción del santo escapulario, de modo que logre este singularísimo favor. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: se reza tres Ave María».
Todas estas oraciones se hacen siempre llevando consigo el hermoso escapulario de la Virgen del Carmen.
Libro de la Virgen del Carmen
La obra de la Virgen del Carmen se escribió por el año 1952. Cuyo objetivo era llenar de sabiduría a los pueblos, para minimizar las creencias astrales de los brujos y brujas cuyo plano era causar daño a terceros, mediante fornicación, sacrificios, brujería entre otras muchas cosas malas, las cuales utilizaban para sus hechicerías. La virgen del Carmen surge como parte para dar consuelo a un pueblo sufrido, novela que es recomendada para ese grupo de personas sabias y dotadas de conocimientos, ya sean doctores científicos docentes o una comunidad el general.
Este espectacular libro se refiere a que cada individuo es astral pero que, para ser así es necesario que el individuo forme un cuerpo astral ya que este es luminoso con un alma divina, pero esa alma necesita el cuerpo para ser protegida, y poder lograr formar eso. Es necesario que la persona tenga un pensamiento y corazón limpio un ser diferente a todos lo demás, no puede ser común, tiene que ser totalmente diferente ya que, si la persona es común y corriente ese cuerpo es vaporoso sin brillo y muy vago, y ese cuerpo no cuida el alma.
La biblia es el campo astral, una de las tantas dimensiones de nuestro planeta tierra. Hay citas bíblicas tales como las relacionadas con el sacerdocio para que sepan los gnósticos (es un conjunto de corrientes sincréticas filosóficas-religiosas que llegaron a mimetizarse con el cristianismo en los tres primeros siglos de nuestra era) lo que se requiere con ese fin. También aparece un facsímil de la carta de un Arzobispo Antioqueño, en que manifiesta que leer la Biblia, traducida por Cipriano de Valera, no implica pecado.
La televisión y la radio nos permiten hablar sobre transmisión del pensamiento y el don de la ubicuidad, telepatía y proyección a distancia. Por medio de la Química se enseña que la materia se transforma en energía, esto nos permite enseñar a los diferentes humanos a transmitir la simiente en luz y fuego. Los gnósticos le dan el nombre de RAM-IO a la Virgen María. Debemos amarla tal como lo hacemos con la madre carnal. Por medio de ella podemos desintegrar nuestros defectos que tanto daño le causan a nuestros informantes, (los sentidos).
Unas de las cosas más importante era o es la oración, «Padre nuestro que estás en los cielos, Santificado sea tu nombre, Venga a nos tu Reino, Hágase, Señor, tu voluntad, así en la Tierra como en el Cielo. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. No nos dejes caer en la tentación, líbranos de todo mal. Amén».
La oración fue enseñada por Nuestro Señor el Jesús y contiene siete peticiones sagradas para que los creyentes del sendero pidan como gracia al Altísimo, es comúnmente muy utilizada para realizar diferentes plegarias a Dios y muchos Santos y Vírgenes. Este libro es una obra muy hermosa, por tal motivo traemos para ti un breve resumen de esta majestuosa obra, la cual te llenará y cautivará de una manera muy impresionante, a continuación:
La Virgen del Carmen es la Madre del Divino Redentor, siendo esta, la madre más grandiosa de todos los tiempos. Escritores y poetas la definen como algo más grande que Miguel Ángel, para los fieles la Virgen del Carmen es aquella gran hija de la luz, la única mujer ejemplar, la más bella, la más generosa, la más sabia, la cual es una morena con los ojos del alma la hermosa Virgen del Carmen es comparada con diamantes, rubíes y esmeraldas, gracias a tan semejante belleza.
Esta espectacular Virgen del Carmen siempre caminaba través de los desiertos africanos, con un rumbo a la tierra de Egipto, de tanto caminar y caminar, esta bella mujer tenía toda su ropa con mucho desgaste, vieja y rota, y su rostro moreno bañado en sudor, parecía estar aún más morena producto de tanto sol que le daba. Dentro de los sentidos humanos pero espirituales sólo se podía ver una mujer virgen morena quemada por el sol del desierto, pero para el espíritu aparece una pródiga humilde, una hermosa mujer de carne y hueso.
Se debe mencionar que María hizo voto de castidad en el templo de Jerusalén. María era hija de Ana, su madre la llevó al templo para que hiciera sus votos. Y era María una de las Vestales del Templo. Nació entre una aristocrática familia, y antes de ingresar al templo como Vestal, tuvo innumerables pretendientes y hasta tuvo un rico y apuesto galán que quiso casarse con ella , pero María no lo aceptó, su corazón sólo amaba a Dios.
Los primeros años de su vida estuvieron rodeados de toda clase de comodidades. Cuenta la tradición que María hacía alfombras para el templo de Jerusalén y que esas alfombras se convertían en rosas. María conoció la Doctrina secreta de la Tribu de Leví. Esta bella mujer se educó a la sombra augusta de los pórticos de Jerusalén, entre el follaje núbil de esas palmeras orientales, a cuyas sombras descansan los viejos camelleros del desierto. María fue iniciada en los Misterios de Egipto, conoció la sabiduría de los Faraones, y bebió en el Cáliz del antiguo Cristianismo, calcinado por el fuego ardiente de las tierras orientales.
La Anunciación
La anunciación nos habla sobre ese momento en que la Virgen del Carmen es visitada por el ángel que le expresa unas buenas nuevas. En este segundo capítulo el libro nos relata cuando el Ángel Gabriel fue a las tierras de Galilea, gracias a que así lo ordenó nuestro padre creador del cielo y la tierra. El cual llevó a cabo un acto sexual dirigido por los ángeles. Al final del libro se puede apreciar las doctrinas de los setenta discípulos, también se puede apreciar las enseñanzas del catolicismo bajo la enseñanza de La Virgen del Carmen.
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Oración Católica de la Magnífica o Magníficat
Mil gracias, eternamente agradecido. Es muy profundo y espiritual. Oren por mí y mi familia